1 de junio 2007 - 00:00

Dos elecciones clave

• El gobierno ya se previene ante derrotas en Neuquén y la Capital.
• Dudan ahora si Néstor Kirchner pasará el domingo en Santa Cruz.

Elisa Carrió, RicardoLópez Murphy, NéstorKirchner, Cristina Kirchner,Jorge Telerman,Mauricio Macri y DanielFilmus.
Elisa Carrió, Ricardo López Murphy, Néstor Kirchner, Cristina Kirchner, Jorge Telerman, Mauricio Macri y Daniel Filmus.
Casi tres millones de ciudadanos están habilitados para votar el domingo en las elecciones de Capital Federal y Neuquén. Representan 7,6% del padrón total del país. Son dos comicios clave y en ambos el gobierno ya se está protegiendo de dos derrotas, porque los candidatos con mejor intención de voto están a la cabeza del rechazo del kirchnerismo. Puede amortiguar el lunes esa mortificación cotidiana que son para el gobierno los titulares de los diarios, que en Capital Federal el ministro Daniel Filmus alcance a entrar en una segunda vuelta contra quien se acuerda sacará la mayoría de votos, Mauricio Macri. La duda de anoche sobre si Néstor Kirchner pasará el domingo en su provincia expresa la incertidumbre del oficialismo nacional sobre la suerte de su candidato.

Para Neuquén, como en elecciones provinciales anteriores, ya hay disfraces dispuestos. Aunque la Casa de Gobierno, con Oscar Parrilli y una banda de concertadores, jugará con el intendente radical Horacio Quiroga, cuando se conozca el triunfo que se presume alcanzará Jorge Sapag, el candidato del MPN que acordó Jorge Sobisch, querrá Kirchner levantarle el brazo. Recordará el gobierno que éste lo visitó en su despacho cuando confirmó la candidatura o que lo apoyaron en la campaña los sindicalistas petroleros de aquella provincia que reportan a Julio De Vido. Pero nadie creerá jamás que Kirchner fuera necesario para que un Sapag gane elecciones en Neuquén.

Presumir sobre resultados a tan pocas horas de la elección es un ejercicio decorativo, porque es el momento cuando ya el electorado hizo su opción. Las intenciones de voto que detectan encuestadores y baqueanos de la política confirman que Macri se impondrá por sobre el resto de las 19 listas que proponen candidatos a jefe de Gobierno. No alcanzaría el margen de votos para ganar el puesto, que se decidirá en una segunda vuelta el próximo 24 de junio. El jefe de PRO apostó a una campaña de baja exhibición de su persona y ligada a la difusión de proyectos. Frente a Jorge Telerman, que va a la reelección, y Filmus, que disputa desde el espacio kirchnerista -para nombrar a quienes tienen más chance-, es el único que ha propuesto un cambio de rumbo en la administración porteña que han ejercido esos dos adversarios en la Capital desde 1996, ya que ambos fueron parte de la alianza UCR-Frepaso.

Ha exhibido más que los otros a los candidatos a legisladores. De los tres, es el único que tiene algo parecido a un partido político y le interesa el rédito que la elección del domingo pueda tener en cantidad de bancas, gane o no el Gobierno porteño. Los otros dos, si no ganasen, no tienen compromisos partidarios con los legisladores que hoy los acompañan en las listas, que buscarían otras jefaturas distintas de las de Filmus o de las de Telerman.

Con tanto viento a favor, el límite del proyecto de Macri es el techo que el distrito les ha puesto siempre a los candidatos identificados con el centroderecha. Un metro lo da la primera vuelta en 2003 entre Macri y Aníbal Ibarra, cuando el primero sacó 37,55%, porcentaje que llevó en el segundo a 46,42%. ¿Podrá esta vez ganar mayor diferencia? Especula con que el porcentaje «negativo» que tiene su persona ha bajado mucho; también, con que la diferencia respecto de cualquier segundo será mucho más amplia que los tres puntos que le sacó en primera vuelta en 2003 a Ibarra. Astuto, se benefició de la pelea entre Telerman y Filmus -cruenta como toda inquina fratricida- y espera que se extienda para la segunda vuelta. Sus dos adversarios pertenecen a un mismo espacio, pero se han abierto heridas tan hondas que pueden mover a los partidarios del excluido en la primera vuelta a no participar en la segunda en favor de sus parientes, ni tapándose la nariz.

  • Personal

    Telerman es el candidato más personal de esta elección. Centró en su figura la campaña, hasta explotar su fisonomía y su conspicua manera de vestir y de hablar. Se ató a la gestión que pudo hacer en el año que siguió a la destitución de Ibarra y logró cerrar una amplísima alianza que incluye a todas las manifestaciones del radicalismo de ayer, de hoy, de siempre (de Enrique Nosiglia a Elisa Carrió, de Rafael Pascual a Rodolfo Terragno, de José María García Arecha a Enrique Olivera y Jesús Rodríguez), con desprendimientos del kirchnerismo y la izquierda y del sindicalismo municipal. Ha sufrido una tormentosa campaña negativa que pretendió descalificarlo por trámites burocráticos y hasta su rendimiento escolar. Pocas veces se vio tanto encarnizamiento con un candidato y es lo que ha desmejorado lo que podía exhibir de señorío el candidato kirchnerista Daniel Filmus. Todos esos ataques los recibió Telerman de sus ex amigos en la Casa de Gobierno.

    Es consecuencia también de la apuesta mayor de Telerman: confrontar con el kirchnerismo apoyándose en las franjas de rechazo que tiene el gobierno en la Capital. El domingo se verá si era un acierto apalancar la campaña en esa presunción.

    Filmus fue el protagonista de la novedad de esta elección: no se desbarrancó como esperaban Macri y Telerman. Sostuvo una intención de voto decorosa y llegó a emparejarla con la de Telerman. Ilusionaba aún anoche al gobierno con la entrada en el ballottage, que sería un triunfo, por lo menos dialéctico, para el oficialismo. No le costó mucho mantenerse: menos conocido, tenía más techo para crecer desde un piso, que era el apoyo que puede tener el proyecto del Presidente en el distrito.

    Las miradas están puestas en la elección a jefe de Gobierno, pero no hay que despreciar el resultado en la elección a legisladores: por no contar con un apoyo legislativo fuerte, perdió Aníbal Ibarra un puesto en que se creía imbatible.

    Desde otro ángulo, la nueva Legislatura porteña que surgirá de esta elección promete una calidad superior a las anteriores. Cabezas de lista como Mariano Narodowski, Horacio Rodríguez Larreta, Ginés González García, Aníbal Ibarra o Patricia Walsh son novedades a nivel municipal que pueden levantar el nivel de debates que pocas veces pagan con resultados los enormes gastos que cuesta la representación legislativa de la Ciudad.
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