8 de octubre 2001 - 00:00

EEUU inició el ataque: lanzó 50 misiles sobre Afganistán

Estados Unidos puso ayer en marcha su réplica al terrorismo, con un potente ataque misilístico a objetivos en Afganistán. Un total de 50 misiles fue lanzado contra Kabul y otras tres ciudades del país desde aviones, buques de guerra y submarinos, alcanzándose bases de entrenamiento terrorista de Osama bin Laden y sedes clave del régimen talibán. Entre éstas, resultó destruida la casa del jefe espiritual del movimiento, el mullah Mohammad Omar, quien resultó ileso. Anoche se informaba de una segunda andanada bélica, que continuaría en los próximos días. Ayer EE.UU. contó con activo respaldo británico y se anunció que en próximas incursiones intervendrán también fuerzas de Francia, Alemania, Canadá y Australia. Al dar a conocer el inicio de la ofensiva, George W. Bush aclaró que la guerra no es contra el pueblo afgano y, en señal de buena voluntad, expresó que se arrojarán víveres desde el aire.

EEUU inició el ataque: lanzó 50 misiles sobre Afganistán
Washington/Kabul (Reuters, AFP, EFE, DPA) - Fuerzas de los Estados Unidos, con apoyo de Gran Bretaña, lanzaron ayer los primeros ataques militares en Afganistán contra Osama bin Laden, su red Al-Qaeda y el régimen talibán que controla la mayor parte del país, casi un mes después de los atentados del 11 de setiembre en Nueva York y Washington.

«Bajo mis órdenes, el ejército de los Estados Unidos comenzó los ataques contra los campos terroristas de Al-Qaeda y contra las instalaciones militares del régimen talibán en Afganistán», declaró el presidente George W. Bush en un mensaje televisado a la nación, unos 30 minutos después de iniciados los ataques.

«No fracasaremos», prometió Bush, que recibió el «firme apoyo» del Congreso estadouni-dense.

Cincuenta misiles disparados desde navíos y submarinos británicos y estadounidenses y bombarderos enviados desde los Estados Unidos atacaron defensas aéreas y centros de comando en Kabul, en Mazar-el Sharif, en la sureña ciudad de Kandahar, y en Jalalabad (ubicada en el Este), principal base del gobernante movimiento talibán, dijo el Pentágono.

La represalia estadounidense comenzó pocas horas después de que Washington rechazara una oferta del régimen talibán de enjuiciar a Bin Laden, en un intento de última hora por evitar el ataque.

En su mensaje, Bush dijo que los ataques contra Afganistán se habían planeado cuidadosamente para hacer blanco solamente en instalaciones militares y no civiles. El presidente también confirmó que el lanzamiento de ayuda humanitaria en paracaídas desde dos aviones C-17 de la fuerza aérea estadounidense se encuentra en su «etapa inicial» y que 37.000 raciones ya fueron lanzadas sobre Afganistán.

«En esta operación se nos ha unido nuestro tenaz amigo, Gran Bretaña», dijo, agregando que «más de 40 naciones en Oriente Medio, Africa, Europa y Asia han otorgado derechos de tránsito o de aterrizaje. Estamos respaldados por la voluntad colectiva del mundo», dijo.

Compromiso

El primer ministro británico, Tony Blair, también habló ante sus ciudadanos confirmando la participación de Gran Bretaña en los ataques aéreos, y asegurando que Alemania, Francia, Australia y Canadá también se habían comprometido a participar en las operaciones militares.

Horas más tarde, una segunda ola de ataques mucho más intensa contra Kandahar tuvo como blanco la casa del líder talibán, mullah
Mohammad Omar, informó la cadena estadounidense de televisión CNN, que dijo que la residencia fue destruida.

Pero el embajador talibán en Pakistán aseguró que Omar sobrevivió el ataque, al igual que Bin Laden.

Los talibanes «se encuentran en yihad, y empezarán a luchar en la frontera uzbeka el lunes», declaró un responsable talibán del consulado de Afganistán en Peshawar.»Todos los aeropuertos están ardiendo», añadió
Mawlana Nayibula, un responsable de este consulado preguntado por los ataques que sufrió el país.

Tras asegurar que Bin Laden y Omar no eran un objetivo de los primeros ataques de represalia, el secretario de Defensa estadounidense,
Donald Rumsfeld, dijo a periodistas que se necesitará algún tiempo para comprobar si los ataques fueron exitosos. Rumsfeld dijo, además, que los ataques aéreos eran la «primera fase» de la acción militar contra los que protegen el terrorismo. En rueda de prensa, el funcionario declaró que parte del objetivo estadounidense es fortalecer a las fuerzas de oposición afganas, que llevan años luchando contra los talibanes, que controlan 90% del territorio del país.

Un avión sin piloto de las fuerzas especiales, diseñado para operaciones psicológicas, dejó caer folletos y realizó transmisiones explicando la operación a los afganos, informó Rumsfeld.

Mientras tanto, el viceministro de Defensa talibán, Mullah
Nur Ali, dijo a la emisora árabe de televisión «Al Yazira» que habían derribado un avión estadounidense en el sur de Afganistán. Rumsfeld afirmó que todos los aviones que participaron de la misión retornaron a sus bases.

Testigos en Kabul dijeron que los ataques comenzaron mientras residentes de la capital afgana se disponían a retirarse y que una explosión de gran magnitud se registró en inmediaciones del Ministerio de Defensa, al sur del palacio presidencial.

La electricidad se cortó casi de inmediato, y baterías antiaéreas del régimen talibán en distintos sitios de Kabul comenzaron a disparar hacia el firmamento nocturno, dijeron. Tras los ataques aéreos, efectivos de la oposición afgana, que busca derrocar a los talibanes, abrieron fuego de artillería contra posiciones en el norte de Kabul, dijeron testigos.

En tanto, miles de partidarios de la milicia islamista talibán salieron a las calles en varias ciudades de Pakistán para protestar contra los ataques lanzados por los Estados Unidos en el vecino Afganistán.

Por precaución, el vicepresidente estadounidense,
Dick Cheney, fue trasladado a una residencia secreta, anunció el portavoz presidencial, Ari Fleischer. Además, severas medidas adicionales de seguridad fueron adoptadas en Nueva York y también en Florida y Los Angeles, informaron autoridades locales.

En Detalle

• Fuerza desplegada:
15 bombarderos con base en tierra B-1 y B-52, además de bombarderos furtivos B-2.
25 aeronaves de portaaviones y submarinos estadounidenses y británicos.
50 misiles crucero Tomahawk y bombas guiadas de precisión. Objetivos: Kabul, Kandahar, Jalalabad y Mazar-e-Sharif. Campos de entrenamientos de Bin Laden y defensas antiaéreas.

• Aliados:
Estados Unidos, Reino Unido. (Alemania, Francia, Canadá y Australia entrarán en una segunda fase.)

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