8 de octubre 2001 - 00:00

EEUU pone a prueba la más avanzada tecnología de guerra

Bombardero B-2 Spirit participa de operaciones militares
Bombardero B-2 Spirit participa de operaciones militares
Washington (EFE, AFP, DPA) - En su ofensiva contra Osama bin Laden, Estados Unidos utiliza satélites, aviones no tripulados de observación y lo más moderno de su arsenal de alta tecnología, que incluye 4.000 misiles Tomahawk mejorados.

Además, puso en funcionamiento cámaras capaces hasta de distinguir la matrícula de un vehículo, sensores electrónicos que captan cualquier sonido militar especializados en la infiltración, el ocultamiento, la supervivencia en territorio enemigo y la acción sorpresa. También hay dos docenas de satélites del Programa de Apoyo a la Defensa, cuatro satélites Milstar de comunicaciones secretas entre las ramas de las fuerzas armadas, dos satélites del Programa Meteorológico de Defensa, 24 satélites Navystar que dan guía de navegación para buques, tropas y misiles, y ocho satélites que proveen canales de alta frecuencia para comunicaciones.

Un poco más cerca de la tierra, los aviones U-2 toman fotografías e interceptan las llamadas telefónicas que pueda realizar Bin Laden, mientras que los RC-135 Rivet Joints -aviones Boeing 707 modificados con enormes narices-controlan las comunicaciones civiles y militares como vigilancia del espacio aéreo. Mediante enlaces con satélites, cada Predator (cámaras) ofrece información visual casi en lo que los militares llaman «tiempo real», algo que sería muy útil si Bin Laden está a la vista de este artefacto volador de 8 metros de largo y con un ala de 14 metros.

Hablando de la tecnología, el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, comunicó que en los ataques de ayer, Estados Unidos y sus aliados utilizaron bombarderos de alta velocidad (B-1b, el B-2 y el B-52); además de unos 50 misiles Tomahawk (ver aparte), barcos y submarinos en sus ataques contra blancos en Afganistán.

El B-2 Stealth (furtivo) es un bombardero diseñado en Estados Unidos para un supuesto conflicto bélico global.

Con forma de ala volante y color negro, el B-2 o «bombardero invisible» ha sido diseñado especialmente para que en las pantallas de los radares dé la misma señal que la de un ave y no despierte la alarma en las defensas antiaéreas.

El aparato está pilotado por dos hombres y más de 200 pequeñas computadoras que controlan su dirección y maniobrabilidad con ayuda de satélites de reconocimiento KH-12.

La compañía fabricante, Northrop, invirtió unos 1.000 millones de dólares en el desarrollo de más de 900 nuevos materiales plásticos y derivados de fibra de carbono destinados a absorber los ecos del radar y que son producto de diez años de estudios.

Según el Pentágono, el B-2 es capaz de transportar 25 toneladas de armas nucleares o convencionales y volar sin repostar combustible cerca de 17.000 kilómetros.

Bombarderos


El B-52 es un vetusto bombardero con más de 50 años de vida aún útil para lo que fue ideado, un aparato estratégico de largo alcance. Hasta su participación en el actual bombardeo sobre posiciones militares en Afganistán, ha intervenido en numerosas campañas militares, la última en la antigua Yugoslavia. Tripulado por 6 hombres, cuenta con ocho turborreactores que permiten una velocidad máxima de 668 km por hora, puede desplazarse hasta más de 11.000 km de distancia y aunque pesa alrededor de 85 toneladas puede transportar más de 200 en carga bélica, incluidas bombas nucleares. Por último el bombardero estratégico supersónico de largo B-1B Lancer, que fue concebido en las últimas fases de la Guerra Fría, es capaz de penetrar las más sofisticadas defensas enemigas con su rapidez y su tecnología para engañar al radar. Es capaz de volar a 1,2 vez la velocidad del sonido, a una altitud de poco más de nueve mil metros y con un radio de acción intercontinental sin necesidad de repostar en vuelo. Cuatro tripulantes se encargan de la operatividad de esta aeronave, de la que Estados Unidos cuenta con 51 unidades operativas.

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