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«Estoy hecha pelota. Tengo una gripe bárbara», comentaba por allí María José Lubertino, titular del INADI, mientras tomaba café con leche y leía el diario, sentada en uno de los sillones bordeaux que se encontraban en el salón Alejandro Casona, en el subsuelo del establecimiento. Quince empleados del lugar servían las meriendas.
Apoyaron a la fórmula oficialista un montón de sellos casi sin votos, como el Partido Humanista, presidido por Lía Méndez; Patricio Echegaray, del Partido Comunista; la Democracia Cristiana; el Partido Socialista Auténtico; el Partido Intransigente; Compromiso Porteño, Concertación Popular, Generación Intermedia, Proyecto Popular, Partido Solidario y el Frente Grande, entre otros.
«Felicitaciones Aníbal. La sociedad confió en vos nuevamente y te pudiste reivindicar ante todos aquellos que te criticaban», expresó una señora de avanzada edad al reciente legislador electo por Diálogo por Buenos Aires, Aníbal Ibarra, acompañando un fuerte abrazo. Se pasearon por el salón, antes de comenzar con la conferencia, personalidades tales como el sociólogo Julio Godio, espía del alfonsinismo en ese espacio; la rectora del Colegio Nacional de Buenos Aires, recientemente designada, Virginia González Gass; el secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde; el subsecretario de Gestión Pública, Juan Manuel Abal Medina, y el titular del Partido Participación Popular, Eduardo Jozami. Estuvieron, entre otros, Vilma Ibarra-, hermana de Aníbal y senadora nacional; Damián Barihoff, titular de Compromiso K en Capital Federal; Pablo Failde, legislador porteño por el ARI; la directora del PAMI, Graciela Ocaña; Néstor Vicente, ex presidente de Huracán; Carlos Traboulsi, presidente de la Democracia Cristiana, y Silvia La Ruffa, legisladora porteña por el FpV.
Sorpresivamente y ante la impávida mirada de muchos, Echegaray y Traboulsi se estrecharon fuertemente las manos, momentos antes de empezar con los discursos. «Te viniste de traje y corbata justo cuando todos estamos de elegante sport», le dijo Traboulsi al titular del PC. «Encima vos de traje, que sos comunista», agregó, mientras Echegaray forzaba una sonrisa. «Este tipo estuvo en la gestión porteña de Fernando de la Rúa, es parte del gobierno de Jorge Telerman, y ahora apoya a Daniel. No me llamaría la atención que si llega a subir Macri a la Jefatura, forme parte de su gobierno», aludía un asistente de esta manera a los constantes cambios por los cuales pasó el dirigente democristiano.
Las pocas agrupaciones que se encontraban, tales como la Agrupación Ciudadanos en Movimiento, la de los Porteños K o la 22 de Lugano, llevaron personas disfrazadas, una de pingüino y otra de pingüina. Otro fue con una careta de gorila y con las siglas PRO estampadas en una remera, haciendo clara alusión al gorilismo -según ellos- de Macri. Aprovecharon la ocasión para llevar, además, los clásicos bombos y platillos, que fueron usados a la salida del hotel, para dedicarle cánticos a Néstor Kirchner. Desplegaron también una Bandera que decía: «Kirchner conduce, De Vido acompaña», lo cual demuestra, una vez más, la confianza con la que cuenta el ministro de Planificación-Federal por parte de Kirchner, luego de haber sido «salpicado» últimamente por el caso Skanska.
La Humanista Méndez fue la primera en hablar y en representación de todos los partidos chicos presentes apoyó la candidatura oficialista. Prosiguió Traboulsi para luego pasarle el micrófono al candidato a vicejefe porteño, Carlos Heller.
«Tenemos que vencer ese dicho que está impregnado en la sociedad que dice que con 40% nos conformamos. No señor, nosotros queremos ganar y lo vamos a hacer», animó a los que estaban en la conferencia.
«Quien vota en blanco o impugna su voto lo está ayudando a ganar a Macri», agregó criticando indirectamente la decisión que tomó la semana pasada la titular de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, de no votar por ninguna de las dos opciones. «Acá se decide si cambiamos para adelante o cambiamos para atrás», dijo sobre la confrontación entre «dos modelos» que el gobierno nacional quiere imponer en el público. Filmus dijo: «Vamos a movilizarnos como sea, yendo casa por casa, cuadra por cuadra para convencer a la gente de por qué es necesaria la transformación progresista que proponemos». Luego de la clásica foto de la fórmula, con los brazos en alto y los protocolares saludos con los partidarios allí presentes, Filmus salió del lugar, sin antes pasar por las oficialistas cámaras de la productora del empresario televisivo Mario Pergolini: «El domingo, San Lorenzo es campeón», disparó el ministro ante el micrófono.
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