2 de diciembre 2025 - 14:09

Escándalo por despachos en el Senado: cómo funciona la tradición del "pasamanos" de las llaves

Este año, Martín Menem y Victoria Villarruel intentaron evitar la guerra por las oficinas de los legisladores salientes. Hubo forcejeos entre una senadora electa y el personal de Seguridad. Además, un legislador se sintió "usurpado" y UP defiende la "ley del pasamanos".

Villarruel fajó un despacho usurpado y se desató un escándalo. 

Villarruel fajó un despacho "usurpado" y se desató un escándalo. 

Tanto en Diputados como en el Senado la guerra por los despachos es un clásico que se desata cada dos años, con el recambio legislativo. Los que llegan (o los que no renuevan su mandato) están al acecho de las oficinas que dejan los salientes. Por poner solo algunos ejemplos, en los últimos años se registraron desde rupturas de cerraduras para hacerse con alguna oficina vacante, hasta asesores durmiendo varias noches para reservarle el lugar a su jefe. Incluso, hubo casos de legisladores que amenazaron con abandonar el bloque si no les concedían un despacho con baño. Las miserias están a la orden del día.

Las oficinas más codiciadas, en ambas Cámaras, son los que se ubican en el Palacio; no en los anexos. Sobre todo porque los días de sesión, cuando las jornadas son extensas, nada más cómodo que retirarse del recinto sin tener que salir del edificio, cruzar la calle (y en el caso del Senado atravesar la plaza del Congreso) para descansar.

El asunto es que por “usos y costumbres”, en el Congreso rige la “Ley del pasamanos”. Esta consiste en que los legisladores salientes le entregan la llave de su exoficina a algún legislador entrante. En el caso del Senado, la regla no escrita es que el despacho lo herede alguien de la misma provincia.

Para echar por tierra la Ley del pasamanos, en 2017, cuando Emilio Monzó presidía la Cámara baja, durante el gobierno de Cambiemos, tomó cartas en el asunto, antes de que se concretara el recambio legislativo. Estableció que los legisladores salientes debían entregar a la Presidencia de la Cámara, las llaves de sus despachos en un plazo máximo de 5 días hábiles luego de finalizarse de su mandato.

Este año, para evitar una nueva batalla, Martín Menem y Victoria Villarruel, autoridades de ambas Cámaras, también se anticiparon, para evitar papelones. El riojano sacó una circular para que los salientes devuelvan los despachos a Presidencia. Lo llamativo es que en las oficinas que se fueron vaciando colocó cerraduras digitales para hacer “control de acceso”. En otras palabras, evitar usurpaciones. La maniobra llamó la atención, pero parecería haber sido efectiva. Al menos por ahora, no se registraron tironeos. Del Senado no se puede decir lo mismo.

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Menem mandó a colocar cerraduras digitales para evitar usurpaciones.

Menem mandó a colocar cerraduras digitales para evitar usurpaciones.

En septiembre, la vice emitió un Decreto Presidencial en el que instruye que es la Presidencia quien debe distribuir los despachos que dejan los senadores que se van a los entrantes. Pero el decreto no surtió efecto. El escándalo que se hizo público en las últimas horas lo puso en evidencia.

¿Qué pasó? Se difundió un video que tiene como protagonista a la senadora reelecta, Cándida López, en el que se la ve forcejeando a ella, y a su marido –el presidente del Consejo Deliberante de Ushuaia, Juan Carlos Pino—con el personal de Seguridad de la Cámara. En el medio, un cerrajero que había llevado la propia senadora y que no forma parte del personal del Congreso.

El motivo fue –según especularon distintas fuentes del Senado—que la titular de la Cámara había fajado y cambiado la cerradura luego de que López se instalara en el despacho de Sergio Leavy. El salteño culmina su mandato el 10 de diciembre. Es decir, desobedeciendo el decreto de Villarruel cuando, para colmo, ella ya tiene su despacho porque, en la actualidad, es senadora.

La fueguina, según pudo saber este medio, ya se había instalado en esa oficina el 12 de diciembre pese a que el dirigente de UP seguía yendo a trabajar y, tanto él como su equipo, tenían sus cosas allí. Tal es así que la fueguina se había hecho con una llave y hasta había instalado una placa con su nombre en la puerta. El salteño se sentía “usurpado”, dijeron fuentes que lo frecuentan.

Así las cosas, según dijeron desde UP, López se enteró de que habían fajado y cambiado la cerradura y que desde las autoridades de la Cámara se habrían comprometido a resolverlo. Pero, como no lo hicieron, el lunes se apersonó con el cerrajero y su pareja. El resto se ve en las imágenes que circularon por las redes sociales.

Versiones encontradas

En UP alertan que Villarruel “se las agarró” con López. Es la única a la que le fajaron el despacho, pese a que, según dijeron altas fuentes de su propio bloque, ya varios hicieron enroque. "Los despachos son de los senadores", insistieron en UP, donde siguen defendiendo la "ley del pasamanos". En el entorno de la Vice insisten que, como en cualquier otro trabajo, cuando se lo deja, se devuelve la llave de la oficina al área correspondiente.

“Desde hace dos semanas, López y su equipo trabajan en el despacho del senador saliente por Salta, Sergio Leavy”, hicieron saber los equipos de comunicación de López a través de un comunicado. “Esta decisión política, le fue comunicada con antelación a la Presidencia del Senado por el interbloque de Unión por la Patria, de la misma manera que se hizo en el caso de otros senadores”, agregaron.

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Personal de Seguridad retiró la placa de López.

Personal de Seguridad retiró la placa de López.

Es decir, echan por tierra la versión de que Villarruel no estaba al tanto de la mudanza, y que se enteró por el cambio de la placa, lo que habría alertado el incumplimiento del decreto. Sino que desde el entorno de la fueguina creen que el hecho de que López haya jurado por los 30.000 desaparecidos fue el detonante. Es decir, un pronunciamiento a contramano del pensamiento de Villarruel, quien desde hace años pone en duda la cifra de desaparecidos en la última dictadura argentina.

“El viernes pasado, luego que la senadora fueguina jurara por los ‘30.000 desparecidos’, la vicepresidenta Villarruel aprovechó que no había personal en el despacho, para cambiar la cerradura y poner una faja en la puerta, además de retirar la placa como senadora nacional”, reza el comunicado en otro tramo.

Para colmo, López juró junto con casi una decena de invitados, cuando el límite pactado entre las autoridades de los bloques había sido tres. De hecho, esto fue lo que desencadenó el altercado entre la flamante senadora, Patricia Bullrich, y Victoria Villarruel, quien le negó la palabra en la sesión de incorporación.

De escándalo a denuncia penal

Luego de los forcejeos, la senadora presentó una denuncia penal por lesiones, amenazas y agresiones sexuales contra personal de Seguridad del Senado.

En la denuncia, la senadora no solo alude a un hematoma que habría sido consecuencia de los forcejeos, sino que, asegura, se sintió “ultrajada” por los trabajadores del Senado.

Denuncia que habría recibido golpes y empujones, así como también “manoseos en la zona de los glúteos, en su zona pélvica delantera, en la zona de las entre piernas”.

denuncia senado

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