Una pelea política porteña tiene centro ahora en los hospitales del distrito, donde el kirchnerismo apunta a la administración macrista, a la que acusa de estar desabasteciendo a los centros de salud, mientras que el Gobierno de la Ciudad arremete contra los directores de los institutos.
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Ayer, el senador Daniel Filmus -quien fue rival de Mauricio Macri el año pasado- plantó una cita para visitar un hospital de la Ciudad y posteriormente hacer denuncias, marcando tal vez la dispersión de la tropa que venía respondiendo a Alberto Fernández. Pero la visita la realizaron de igual modo el diputado Dante Gullo y el joven legislador Juan Cabandié -de quien aseguran mantiene diálogo permanente con Néstor Kirchner-. Recalaron, sin embargo, en un hospital amigo, como es el que conduce Donato Spaccavento en La Boca, un kirchnerista que además alberga en ese nosocomio la unidad especial para atención de Cristina de Kirchner en caso de urgencia, es decir, una sala preferencial para presidentes. El Argerich, inclusive, obtuvo distinciones por la calidad de atención allí, donde también estuvo internada en una oportunidad Florencia, la hija de los Kirchner.
La oposición critica que Macri haya dispuesto las compras centralizadas de insumos y medicamentos que antes hacía cada hospital-por su cuenta. Dice el jefe de Gobierno que ése era un sistema corrupto. Además, Macri ya pidió la renuncia de todos los directores de los hospitales que están designados por decreto y no por concurso, como el caso de Spaccavento, quien además se desempeñó como ministro de Salud en el transcurso de la gestión de Jorge Telerman como jefe de Gobierno, producto de un acuerdo con el kirchnerismo. Al tiempo, el ginecólogo renunció por diferencias con la gestión y volvió a conducir el hospital en forma interina, de acuerdo con otro decreto.
Ayer, fuentes del Gobierno porteño aseguraron a este diario que «Spaccavento será reemplazado», lo que se haría una vez que se completen los concursos médicos, que es por ahora lo que se considera.
Gullo y Cabandié recorrieron el Argerich y criticaron el sistema de compras de insumos, que aseguran mantiene a los hospitales con carencia de elementos básicos para la atención. También plantearon su queja por la disposición de Macri de permitir que estudiantes de universidades privadas realicen sus prácticas médicas en los centros de atención públicos de la Ciudad de Buenos Aires.
Gullo acusó a la administración de Macri de estar «privatizando los hospitales y poniéndolos a disposición de las universidades privadas. No pueden privatizar hoy la salud, la educación, los espacios públicos», dijo.
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