Investigan coimas en entrega de viviendas

El Gobierno porteño prometió construir viviendas para los habitantes de la villa Barrio Rivadavia que el martes usurparon departamentos casi listos para entregar a familias de otro asentamiento.

El Gobierno porteño llegó ayer a un acuerdo con las personas que usurparon viviendas sociales del barrio de Flores, a la vez que dispuso una investigación dentro del Instituto de la Vivienda porteño, ante denuncias de los habitantes de villas de emergencia sobre supuestos intentos de cobro por adjudicar una vivienda.

Sin tener en claro quién comandó el operativo que integraron cerca de 500 personas para saquear y destrozar los departamentos adjudicados a familias de la villa 1-11-14 (lindera con los nuevos monoblocks), en el Gobierno de la Ciudad se analizaban varias opciones, referidas en particular a que la Coordinadora de Villas, que lidera Guillermo Villar, habría dejado de recibir algunos beneficios que tenía durante la gestión de Aníbal Ibarra, como entrega de materiales para la construcción.

El Gobierno porteño concilió ayer con las personas que el martes a la madrugada usurparon viviendas de un plan social, que estaban a punto de ser entregadas.

Ayer, delegados de los usurpadores, que pertenecen a la villa de emergencia Barrio Presidente Rivadavia (frente adonde ocurrieron los hechos violentos), suscribieron un convenio con el Gobierno de la Ciudad. Al parecer, las personas de ese barrio carenciado, al ocupar los departamentos (luego de los actos vandálicos y que se retiraran camiones y remolques con artículos robados, como cocinas, puertas, inodoros, mesadas y calefones) habrían llevado su protesta porque 87 departamentos tienen como destinatarias a familias de la villa 1-11-14.

El gobierno de Jorge Telerman les prometió ayer, mediante un convenio, que se hará un censo de las familias del barrio Rivadavia y sus necesidades y en caso de situaciones críticas se otorgarán créditos especiales o se entregarán materiales para la construcción o directamente viviendas si hay en disponibilidad.

A la vez les adjudicarán 96 unidades cuya construcción ya está licitada y, por otra parte, la Policía Federal cedería un predio lindero a la zona para la construcción de 120 viviendas nuevas.

En definitiva, los usurpadores consiguieron en alguna medida lo que pedían. Si bien durante la gestión de Ibarra se repartió a través de subsidios y créditos a tasa cero (hasta $ 30 mil pesos por familia) en casos de ocupaciones, para que se retiren, la mecánica tiene algo de similar.

Brujas

El ministro de Obras Públicas, Juan Pablo Schiavi, se ocupó de las negociaciones y advirtió que «uno no cree en las brujas, pero que las hay las hay», dijo para no dar a conocer la interpretación que el Gobierno porteño hace de los acontecimientos.

Les llamó la atención que centenares de personas, portando herramientas y vehículos irrumpieran para llevar adelante el saqueo. Creen que «algún jefe debe haber». Conocen a algunos de los delegados de villas que supieron colaborar con Ibarra, pero también están quienes trabajaron para la campaña de Mauricio Macri. Por eso están dispuestos a desmentir acusaciones que apuntan a diputados del macrismo.

Simultáneamente, el Gobierno comenzó una auditoría interna dentro del Instituto de la Vivienda de la Ciudad de Buenos Aires, que es el que se ocupa de las soluciones habitacionales y que antes se denominaba Comisión Municipal de la Vivienda.

Esa investigación se realizará sobre la base de testimonios a funcionarios que dieron los propios usurpadores. Habrían sostenido que pedían dinero a cambio de adjudicaciones. Hasta la asunción de Telerman lo dirigía Ernesto Selzer, a quien había nombrado Ibarra, pero con acuerdo con el ministro nacional Julio De Vido, Telerman nombró a Selzer, ministro de Obras Públicas. Fue por menos de dos meses, hasta que decidió cambiarlo por Schiavi (el kirchnerista ex jefe de campaña de Macri). Como consuelo, Selzer será vicepresidente del Banco Ciudad de Buenos Aires, una vez que la Legislatura apruebe los pliegos que elevó Telerman. La población de villas en la Capital Federal ronda las 130.000 personas. El fin de semana pasado desembarcaron 400 en la Villa 31 de Retiro, como novedad. Ahora, en el Gobierno porteño aseguran que, cuando se construyan los nuevos departamentos prometidos para familias del Barrio Rivadavia, «no habrá peligro» de usurpación.