Ley de nombres de Cristina, sin tratamiento en Congreso
-
Guillermo Francos sobre jubilaciones: "No es razonable reclamarle al Gobierno más esfuerzos"
-
Se paraliza actividad portuaria por medida gremial: reclaman incumplimiento de paritarias
Más allá de que las comisiones de Familia de ambas cámaras todavía no están constituidas, trámite básico para poder emitir un dictamen que facilite la aprobación del proyecto en el recinto, por lo pronto el Senado no tratará en su primera sesión extraordinaria de hoy el proyecto de apellidos enviado por la Casa Rosada. De intentar abordarlo sin dictamen, el oficialismo debería reunir al menos dos tercios de los votos en cualquiera de las Cámaras, lo que pone en riesgo su aprobación. Más teniendo en cuenta que pese a su abrumadora mayoría, el Frente para la Victoria viene de fracasar en su intento de aprobar con mayoría calificada en la última sesión de 2006 el proyecto de reordenamiento ferroviario, resistido incluso por la UCR kirchnerista de Julio Cobos y Daniel Katz.
El proyecto enviado por Cristina de Kirchner, si bien no llega al extremo de imponer en primer término el apellido materno, establece la obligatoriedad de inscribir en el Registro Civil a los recién nacidos con el apellido del padre y en segundo término el de la madre. También habilita inscripciones con el apellido compuesto del padre y compuesto de la madre, «con la limitación de no exceder cuatro apellidos», según establece el texto de la ley.
Además, se habilita a los maridos a ejercer la opción de anotarse con el apellido de su esposa y la preposición «de» delante del propio. «El Ejecutivo envió un proyecto determinado, pero eso no significa que en el recinto se debata y se termine aprobando otro texto», había explicado a este diario el kirchnerista Luis Cigogna, ex jefe de la Comisión de Justicia. Otro tema polémico en relación con el texto enviado por la Casa Rosada: cita entre sus fundamentos a la convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer de las Naciones Unidas, conocida por sus siglas en inglés como CEDAW. Ese tratado internacional, que abre la puerta para la despenalización del aborto, había sido duramente resistido por el Episcopado de Jorge Bergoglio, quien incluso envió una carta al entonces presidente del Senado, Daniel Scioli, recomendando, en vano, su desaprobación.
Dejá tu comentario