29 de junio 2007 - 00:00

Lo que se dijo en el Senado

El debate sobre el proyecto de creación de la Universidad Nacional de Río Negro permitió profundizar en la personalidad de algunos senadores. Se supo que Rodolfo Terragno y Miguel Pichetto no olvidan su alma máter, la academia Pitman; se recordó que algunas universidades nacen fruto de canjes políticos y que algunas senadoras se molestan cuando se mencionan plumas para caracterizar el hombre del interior.

Miguel Angel Pichetto sonríe tras la aprobación, el miércoles,en el Senado del proyecto que crea la Universidad deRío Negro.
Miguel Angel Pichetto sonríe tras la aprobación, el miércoles, en el Senado del proyecto que crea la Universidad de Río Negro.
ABOGADOS Y DACTILOGRAFOS

Rodolfo Terragno (UCR disidente, Cap. Fed.): En 2003 se dio un debate en este Senado que me dejó muchas dudas, más de las que me pueden quedar hoy. En aquella oportunidad, sancionamos las leyes que luego llevaron los números 25.813 y 25.814, que ratificaron dos decretos del Poder Ejecutivo, que en 2002 habían resuelto crear dos universidades nacionales. En aquella oportunidad, un sector de la Cámara estaba de acuerdo en convalidar la creación de la Universidad Nacional del Noroeste de la provincia de Buenos Aires -la llamada Universidad de Junín-, siempre que la otra parte aceptara la creación de la Universidad Nacional de Chilecito, en La Rioja. La discusión se planteó, más o menos, en los siguientes términos: Junín a cambio de Chilecito. Es posible que, en la práctica, se demuestre que ambas universidades estaban plenamente justificadas. Pero también es probable que un fenómeno de competencia política y legislativa lleve a multiplicar la cantidad de instituciones llamadas universidades. El nombre no cambia la esencia. Y no me estoy refiriendo a ninguno de los proyectos que estamos analizando aquí. Para ponerlo en términos gráficos: no se trata de ponerle a una academia «Pitman» la denominación de «Universidad Nacional de Ciencias Dactilográficas y Comerciales». Es decir, no elevamos la categoría de una institución porque cambiemos su designación.

Miguel Pichetto (PJ-Frente para la Victoria, Río Negro): Me parece muy rico este debate y comparto la preocupación sobre la calidad educativa. Usted recién mencionaba un centro de dactilografía Pitman. Fue un gran centro. Había que estudiar en la Pitman. Yo estuve casi seis meses y venía la señora y me pegaba con el puntero porque no aprendía bien. Cuando salí escribía con todos los dedos. Realmente, los centros Pitman en la Argentina eran muy importantes. Es muy fácil devaluar y degradar una carrera como la de abogacía y el derecho. Acá cualquiera se recibe de abogado. Digo esto para poner un tema que conozco; no quiero hablar de otras carreras que no conozco.

Varios señores senadores: de ingeniero... Hay algunos que no tienen título (risas). Lo que quiero decir es que considero que hay que hacer un debate en profundidad. Yo también comparto el tema de la calidad. Para apuntalar algunas de las ideas y disentir de otras, me parecía importante fortalecer este debate a efectos de que no sea de menor cuantía, es decir, para que no se considere que se crea esta universidad rápidamente tal como se hace todo en la Argentina; la Argentina trucha funciona así.

Terragno: El senador Pichetto y yo somos triples colegas: los dos somos senadores, los dos somos abogados y los dos somos egresados de la Pitman. (risas).

Liliana Negre de Alonso (Alianza Frente Justicialista, San Luis): Una mayor oferta de universidades no significa bajar la calidad universitaria. La aceptación en silencio de lo que ha dicho al respecto es ignorar el país del interior. En el país del interior no tenemos «la pluma puesta». Tenemos excelentes investigadores, excelentes docentes, que viajan de una provincia a otra para dar clases; hay excelentes académicos; hay personas muy bien preparadas para afrontar un desafío universitario.

Sonia Escudero (PJ, Salta): Abono todo lo que dijo la senadora por San Luis. Lo único que le pediría es que retire una pequeña expresión: lo de «la pluma puesta», que es muy discriminatoria, porque realmente una cultura diferente no es una cultura inferior.

Negre de Alonso: Disculpe, no lo interprete de esa forma. Lo dije para simbolizar todo un pensamiento que cree que el país del interior sí es inferior al país del puerto. La retiro, pero he querido simbolizar lo que significa el desprecio cuando venimos del interior.

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