1 de diciembre 2003 - 00:00

Los gobernadores que se alejan lo hacen con suba de salarios

La decisión de seis gobernadores que otorgaron beneficios salariales a empleados estatales antes de dejar su cargo el próximo 10 de diciembre podría comprometer, en algunos casos, el escenario financiero de las administraciones entrantes. Esta situación se debió mayoritariamente a la clásica demagogia pre y poselectoral (además de alimentar el clientelismo político), que previsiblemente dio buenos frutos en algunos distritos como Mendoza, La Pampa y Catamarca, donde los gobernadores dejarán el poder en manos de hombres del mismo partido aunque no alcanzó en Chubut, donde el gobernante radicalismo ni siquiera con la promesa de un aumento de $ 150 pudo vencer al justicialismo. Las situaciones planteadas en Santa Fe y en Chaco, sin embargo, no respondieron a un manejo populista. En la primera, Carlos Reutemann otorgó un plus salarial a los efectivos policiales, demostrando entender bien la difícil situación en torno a la fuerza; mientras que, en la segunda, el radical Angel Rozas cumplió con su promesa de descongelar los índices de antigüedad de los estatales.

Gobernadores salientes Carlos Manfredotti, Carlos Reutemann, José Luis Lizurume, Rubén Marín, Roberto Iglesias, Angel Rozas y Oscar Castillo.
Gobernadores salientes Carlos Manfredotti, Carlos Reutemann, José Luis Lizurume, Rubén Marín, Roberto Iglesias, Angel Rozas y Oscar Castillo.
Los gobernadores salientes el próximo 10 diciembre prefirieron, en su abrumadora mayoría, dejar un buen recuerdo entre sus conciudadanos y concedieron en los últimos meses de gobierno, como despedida, aumentos de sueldo a estatales, entre otros beneficios salariales.

Mezcla de promesa electoral para los pasados comicios provinciales y, en muchos casos, último acto de demagogia populista, los mandatarios que dejarán sus cargos pusieron la rúbrica a medidas cuyo verdadero efecto político y económico lo conocerán sus sucesores.

Santa Fe
es un caso especial -aquí sin rasgos de demagogia- por varios motivos. El aumento que dio Carlos Reutemann de 512 a 1.000 pesos a distintas jerarquías de policía provincial y del Servicio Penitenciario era una medida necesaria teniendo en cuenta la importancia del tema seguridad, y demostró Reutemann, de esta manera, entender bien el problema con la policía.

Pero los efectos políticos ya desataron preocupación en su sucesor, Jorge Obeid -no precisamente un delfín de Reutemann, a pesar de ser del PJ-, quien debió aclarar que no están dadas las condiciones para un aumento a todos los estatales ante el reclamo de los activistas que la semana pasada jaquearon el tránsito en la provincia.

El aumento a policías, fijado a partir de noviembre y sin plazo de caducidad, incluye, además, una asignación especial de 500 pesos por única vez, lo que representa una erogación total de la provincia de más de 8 millones.

• Derrotado

Por su parte, el saliente chubutense, José Luis Lizurume (UCR), después de su derrota ante Mario Das Neves (PJ), quiso demostrar que no era sólo promesa de campaña el aumento prometido y logró de la Legislatura la aprobación de un incremento salarial de 150 pesos a los estatales.

La iniciativa contempla otorgar
100 pesos a partir del 1 de enero y otros 50 pesos a partir de abril. El viernes pasado, los legisladores hicieron lo propio con sus trabajadores y aprobaron un aumento en los empleados del Parlamento.

En
Chaco, en tanto, Angel Rozas (UCR) descongeló los índices de antigüedad. Por otra parte, un mes atrás eliminó la Emergencia Previsional, que establecía descuentos de hasta 20% en los sueldos de los empleados públicos, según el escalafón.

Además, aumentó
75 pesos el salario para los agentes que ganan hasta $ 600, e incrementó $ 50 los sueldos de quienes ganan hasta $ 1.000.

La Legislatura chaqueña, a su vez, trata por estos días el
pase a planta permanente de 3.000 empleados actualmente bajo regímenes transitorios.

Otro radical saliente, el
mendocino Roberto Iglesias, descongeló la antigüedad de los estatales y determinó que se pagará la deuda con esos empleados en cuotas. Hasta diciembre, en tanto, rige un plus de $ 50 en tickets canasta.

En la campaña, el sucesor
Julio Cobos habló de la necesidad de una recomposición salarial, por lo que queda como ítem pendiente para su mandato.

En
Tierra del Fuego, mientras tanto, Carlos Manfredotti (PJ), sin diálogo con su sucesor, Jorge Colazo (UCR), se irá sin dar aumentos. La promesa de campaña de Colazo fue volver los sueldos a los niveles de 1999, cuando Manfredotti los bajó.

Por su parte, en
Catamarca, Oscar Castillo (FCS), antes de las elecciones, derogó la Ley de Emergencia Económica que disponía reducción de 7% en salarios estatales.

En tanto, el pampeano
Rubén Marín, como fue costumbre en sus años de gobierno, otorgó un plus para los empleados del Estado. En general, lo daba a fin de año pero en esta oportunidad otorgó 100 pesos a principios de año y ahora dio otros 50.

Entre el resto de los salientes, el santacruceño
Héctor Icazuriaga gozó hasta último momento del favor presidencial mientras el sanjuanino Wbaldino Acosta y el entrerriano Sergio Montiel se irán murmurando por lo bajo al tener que entregar sus respectivos mandos a la oposición.

Dejá tu comentario

Te puede interesar