25 de mayo 2025 - 13:59

Luis Caputo y la escena del poder: violencia simbólica, offshore y legitimidad en crisis

La reacción del ministro Luis Caputo ante una pregunta sobre su tenencia de dólares en el exterior reveló algo más que un gesto personal: expuso la tensión entre transparencia y poder financiero, entre legalidad formal y legitimidad pública.

La reacción del ministro tras la pregunta por sus dólares reveló más que un simple cruce con un periodista. 

La reacción del ministro tras la pregunta por sus dólares reveló más que un simple cruce con un periodista. 

Este artículo examina el episodio en el que el ministro de Economía argentino Luis Caputo reaccionó de forma intimidatoria ante una pregunta periodística sobre su tenencia de dólares en el exterior. A partir de este hecho, se examina fugazmente la relación entre las elites financieras, las estructuras offshore y la captación tecnocrática del Estado.

La respuesta apremiante de Caputo no fue un desplante personal, sino una expresión simbólica de un poder económico transnacional que opera en la opacidad y la desconfianza. Esta breve observación incorpora teorías performativas, estudios sobre la corrupción técnica y el perfil psicológico del operador financiero global.

El ministro de Economía, Luis Caputo, fue consultado en vivo por el periodista Jon Heguier sobre si tenía “dólares debajo del colchón”, una alusión implícita a la tenencia de activos en cuentas offshore que el mismo gobierno discurrió irónicamente. La reacción del ministro fue agresiva y autoritaria: “No seas irrespetuoso. Rectifícate inmediatamente”.

La respuesta no fue meramente personal, sino performativa; un intento de blindar simbólicamente una verdad incómoda. La violencia discursiva actuó como defensa de una estructura de poder basada en la opacidad financiera y la fuga de capitales, que compromete tanto la gobernabilidad doméstica como la imagen internacional del país y sus funcionarios.

La escena mediática como acto performativo

Según John Austin (1962), los actos de habla pueden ser performativos; no describen la realidad, sino que la modifican. El ministro Caputo, al decir “no seas irrespetuoso”, no responde; ordena, impone, deslegitima la pregunta y reconfigura el marco discursivo. Este tipo de reacción busca impedir que se desplace el foco del mensaje oficial hacia las contradicciones personales de quienes lo emiten. En un contexto de ajuste brutal y exigencias de confianza a los ahorristas, que el ministro no exponga con transparencia su situación patrimonial revela un quiebre moral entre gobernantes y gobernados.

Entre legalidad formal e ilegitimidad estructural

Caputo no negó tener dólares en el exterior: “Tener dólares en el exterior está permitido” … “esta medida apunta a darle más libertad a quienes tienen dólares no declarados o lo que sea” ...“Yo pago todos mis impuestos y quiero esto, porque quiero pagar menos”. Los centros financieros offshore no son meros territorios exóticos, sino espacios regulatorios que permiten separar la riqueza de las normas democráticas (Palan, 2003; Hudson, 1998).

Los funcionarios de cualquier pais podrían operar legalmente desde el Estado mientras cobran comisiones borrosas en el extranjero por operaciones realizadas con recursos públicos. Esta arquitectura legal de la impunidad convierte al Estado en una interesante plataforma de rentabilidad privada que explica porque un millonario puede desear ejercer un cargo público por un sueldo corriente. Es en este entramado donde se introdujo Caputo, quien figura en los “Paradise Papers” como administrador de Noctua Partners, con ramificaciones en la Isla Man, Islas Caimán y Delaware.

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l ministro de Economía, Luis Caputo, fue consultado en vivo por el periodista Jon Heguier

l ministro de Economía, Luis Caputo, fue consultado en vivo por el periodista Jon Heguier

Luis Caputo y la arquitectura de la opacidad

Caputo omitió declarar su vínculo con Noctua Partners y Alto Global Fund. Durante su gestión en 2015-2018 y su regreso en 2023-2025, el carry trade volvió a ser política de Estado, y fuentes confiables nos explican que en cualquier pais podría haber beneficios de inversores y bancos vinculados con funcionarios. La triangulación financiera y el uso de estructuras societarias opacas permiten canalizar comisiones fuera del país. El socio de Caputo, actualmente presidente del BCRA, Santiago Bausili, fue procesado por negociaciones incompatibles con la función pública. Aunque la causa fue cerrada días antes de asumir, Casación ordenó reabrirla en noviembre 2024. Un doble estándar de este tipo evidencia desconfianza estructural. - ¿Los propios encargados de la economía no confían en su país ni en sus políticas? - Así no es como llegan las inversiones, ni los préstamos de bancos para apoyar empresas con problemas financieros en el mundo privado.

Pero más duro fue el metamensaje de Kristalina Georgieva, diciendo “los argentinos tienen mas de 200.000 millones de dólares fuera del pais”. No fue inocente, y no apunta a los pequeños ahorristas, porque no tienen ni los montos mínimos necesarios para que los costos operativos sean convenientes, ni suelen abrir cuentas off shore.

El trader, eloperador financiero es un actor cosmopolita, entrenado para sacar ventaja. El homus financiero no es un forajido en sentido clásico; es un ejecutor eficiente que juega con las reglas de los mercados globales, sin ética republicana ni apego nacional. Su agresividad verbal no es improvisada; es un acto de control. Como los traders de Wall Street, los ex J.P. Morgan del equipo económico (casi todos) son un grupo de operadores que viven en el país, pero invierten afuera.

La contradicción moral: confianza exigida, desconfianza practicada

El discurso del gobierno exige a los argentinos que confíen; que saquen los dólares del colchón, que inviertan, que esperen. Sin embargo, los responsables del rumbo económico no repatrian sus activos ni los invierten localmente. Esto no solo destruye la legitimidad discursiva; genera un impacto financiero internacional. Ningún fondo serio que no sea “golondrina” será solidario con un país cuyo ministro no coloca sus dólares en el sistema que él mismo diseña. Los mercados no premian la oratoria, sino la coherencia. En estos días se escuchan consultas acerca de la susceptibilidad del ministro, que es interpretada como desconfianza institucional. Esto atenta contra la calificación de riesgo, desalienta inversores de largo plazo y, puntualmente puede favorecer solo la especulación de corto plazo.

El caso $LIBRA y las criptomonedas sin respaldo

La reciente aparición de la Meme Coin $LIBRA, vinculada al entorno de Milei, incluso con la promoción de legisladores de LLA; ilustra cómo la desregulación no es una invitación a la libertad, sino a la impunidad. El vaciamiento del BCRA y la eliminación de controles cambiarios no habilitaron un mercado sano, sino una zona liberada para la financiarización sin reglas. Esto ha permitido que funcionarios especulen con criptoactivos mientras anuncian ajuste para los demás. Esta disonancia revela el colapso moral de una gestión que opera más cerca del mundo especulativo que de la soberanía monetaria nacional.

Del blindaje simbólico a la corrupción técnica

La escena del ministro Caputo retando a un periodista no fue un exabrupto, sino un gesto de poder. Esa violencia performativa podría buscar proteger una sospecha novelesca que no se podría ni siquiera exhalar, que el Estado hubiese sido capturado por una red financiera transnacional que podría usar la gestión pública para canalizar rentas privadas. De todos modos, esa captura no sería un delito en sí mismo, sino una forma sofisticada de corrupción técnica, basada en la legalidad opaca y la impunidad estructural. Frente a esto, es urgente reconstruir mecanismos de trazabilidad patrimonial, ética pública y prohibición de funcionarios con activos offshore.

Referencias: Austin, J. L. (1962). How to Do Things with Words. Oxford University Press. Hudson, A. (1998). Offshore jurisdictions and the law. Sweet & Maxwell. Palan, R. (2003). The Offshore World: Sovereign Markets, Virtual Places, and Nomad Millionaires. Cornell University Press.

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