13 de septiembre 2007 - 00:00

Moyano y Kirchner: una promesa entre mensajes de advertencia

Hugo Moyano y Néstor Kirchner ayer en la Casa Rosada endonde el Presidente proclamó monumento histórico eledificio de la CGT.
Hugo Moyano y Néstor Kirchner ayer en la Casa Rosada en donde el Presidente proclamó monumento histórico el edificio de la CGT.
Unos aseguran que fue casual; otros prefieren venderlo como una firme señal de respaldo de Néstor Kirchner a Hugo Moyano. Casualidad o no, exactamente el mismo día que un bloque de gremios abandonó la CGT, el camionero fue recibido por el Presidente en la Casa Rosada. Formalidad pura, la excusa fue la firma de un decreto presidencial que declara monumento histórico el edificio de la calle Azopardo al 800, donde desde hace 57 años funciona la CGT, y que en la década del 50 cobijó el cadáver, embalsamado, de Eva Duarte.

A ese gesto -hacia el sindicalismo- el moyanismo lo reinterpretó como un indicador de apoyo del Presidente al jefe de la CGT que enfrenta, por estas horas, una rebelión encabezada por el gastronómico Luis Barrionuevo (ver vinculada).

«Un pacto implícito», fue la definición de un operador del camionero que participó de la reunión con Kirchner. En ese encuentro, donde hubo una docena de dirigentes, el patagónico habría «garantizado» que la «buena relación» con la CGT continuará en «el gobierno de Cristina».

Así y todo, al terminar la cumbre en la Casa Rosada, José Luis Lingieri, adjunto de la CGT, se confesó ante los medios y con tono de advertencia, dijo que sería «peligroso» que en una eventual presidencia de Cristina de Kirchner, no tenga diálogo con el sindicalismo.

Adentro, luego del miniacto en el que Kirchner le entregó a Moyano el decreto que declara monumento histórico la sede de Azopardo, en una charla distendida el Presidente invitó a los caciques a participar de la construcción».

Esa mención, ambigua, fue interpretada por Moyano y sus laderos como una invitación a intervenir en la promocionada reconstrucción política a la que, fuera del gobierno, dedicaría sus días Kirchner. Además, el mandatario habló de discutir sobre «la distribución de la riqueza».

  • Aliados eventuales

    Pero aunque Moyano quiso mostrar la cumbre con Kirchner como un gesto exclusivo de apoyo, lo cierto es que de la delegación gremial participaron varios dirigentes que son, apenas, aliados eventuales del camionero.

    Es el caso de Gerardo Martínez (UOCRA) y Andrés Rodríguez (UPCN), que tributan a Julio De Vido y Alberto Fernández respectivamente, así como también Antonio Caló (UOM), que fue mencionado como potencial competidor de Moyano por la jefatura de la CGT. Sobre Lingieri hay, también, dudas sobre su relación con Moyano, mientas que José Luis Zanola (Bancaria) suele tomar distancia del camionero. Omar Maturano, de La Fraternidad, a pesar de participar de las cumbres moyanistas, tiene también juego propio, cercano a De Vido.

    Forman parte del staff moyanista Amadeo Genta ( Municipales), Omar Viviani (taxis), Gerónimo Venegas (peones rurales), Abel Frutos (panaderos) y Juan Carlos Schmid ( dragado). No todos asistieron, ayer, a la Casa Rosada. En cambio, participaron de un almuerzo que se hizo en la CGT.

    Más allá de los matices, desdeel moyanismo se esforzaron por señalar que los 15 presentes formaban parte del consejo directivo y que participaban del encuentro porque «aceptaban» la conducción, como jefe sindical,de Moyano. Es una afirmación, al menos, arriesgada.

    El paseo de Moyano tuvo el clásico atajo de las bromas deportivas que acostumbra hacer Kirchner. Más con el camionero que es de Independiente, mientras el patagónico es de Racing. Pero el fútbol sirvió, además, de motivo de diálogo entre Moyano y Alberto Fernández, que tienen un vínculo áspero.

    «El campeonato se tiñe de rojo», se rieron juntos Moyano y Fernández, hincha de Argentinos Juniors, por los triunfos de ambos equipos.
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