Otra provocación de Astiz en el juicio por los crímenes en la ESMA
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En una actitud de provocación hacia el Tribunal, Astiz apeló a identificarse con su grado militar como "capitán de fragata de la Armada Argentina", de la cual fue dado de baja, y le advirtió a los jueces que no iba a contestar más preguntas, como si se tratara de un "prisionero de guerra", informaron fuentes judiciales.
Tras el incidente, durante el cual Astiz llegó a formular su arenga de pie y luego de un cuarto intermedio, el presidente del Tribunal Oral Federal 5(TOF5), Lepoldo Bruglia, le comunicó al ex miembro de los grupos de tarea que su exposoción había terminado.
En su declaración, el represor, que en 2011 fue condenado a prisión perpetua, también apuntó contra el vicepresidentre Amado Boudou y habló de la causa que lo tiene en la mira por su supuesta intervención en la venta de la ex Ciccone Calcográfica, y del apartamiento de la investigación del juez Daniel Rafecas.
En ese sentido, dijo que a diferencia del Vicepresidente él no tiene "ningún juez federal que lo asesore" y que no cuenta con "lujosos departamentos ni otros bienes a los que trata de cubrir con discurso nacional y popular".
En otro tramo, habló del exprocurador de la Nación Esteban Righi y señaló que él como los jueces federales y los de la Corte Suprema de Justicia "son meros funcionarios con obediencia debida al Poder Ejecutivo".
En ese sentido, Astiz aseguró que es un "perseguido" del Poder Ejecutivo y de "juicios ilegales" como éste, en donde se lo acusa por delitos de lesa humanidad en la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA) durante la última dictadura militar.
En el inicio de su declaración, Astiz tuvo un duro cruce con el presidente del Tribunal, luego que éste le pidiera que se remita a los hechos.
"Es mi derecho explicar todo. Si no puedo hablar, condéneme ya y no perdamos más tiempo", aseguró Astiz en tono elevado.
Este juicio comenzó a fines de 2012 hay un total de 68 personas acusadas, entre civiles y exmilitares: entre otros casos se juzgan los denominados vuelos de la muerte, en el que detenidos-desaparecidos eran arrojados vivos al Río de la Plata.
A su turno, el también excapitán Ricardo Miguel Cavallo, quien recibió la misma pena que Astiz, amenazó con desatar "una sangrienta venganza" contra los funcionarios que promueven los juicios en su contra.
"Esto se va a terminar y los que están hoy van a dejar de estar y a todos se les conocen los nombres", advirtió Cavallo, quien fue detenido en México y luego extraditado por su participación en los crímenes cometidos en la ESMA.
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