Para Cristina los saqueos "fueron una versión decadente de 2001"

Cristina de Kirchner en Casa de Gobierno.

Para la presidente Cristina de Kirchner los responsables de los saqueos y desmanes ocurridos el jueves y viernes pasados son: la dirigencia política (hizo referencia directa a miembros del Partido Justicialista); ciertos sectores sindicales (sin mencionarlos, pero quedó claro que se refería principalmente a Hugo Moyano) y el Poder Judicial.

Afirmó que lo ocurrido es una "versión decadente y una mala copia de lo que sucedió en otros momentos históricos del país". Denunció que existe "un manual de instrucciones políticas para saqueos, violencia y desestabilización de gobiernos". Continuó relatando que este "manual" se "inauguró el primer tomo en las postrimerías del Dr. Alfonsín". Si bien hizo referencia a que existía una situación económica y social, acusó a "sectores políticos, y fundamentalmente sectores del PJ (Partido Justicialista), todos los sabemos, lo sabemos perfectamente".

Se desvinculó del Partido, pero no de su pertenencia política cuando afirmó "soy y seré siempre peronista, pero antes que peronista soy argentina y la verdad no puede ofender a nadie". Además explicó que quienes utilizan el "manual" son "sectores que al no poder conciliar con los votos tienen este tipo de actitudes".

Aunque la revelación que más sorprendió, incluso poniendo incómodos a más de un gobernador presente, fue cuando confesó que "lo mismo pasó en el 2001".

Aunque habló de "los terribles errores y horrores de un Estado Sitio" y la represión, Cristina continuó afirmando que "también sabemos cómo empezó (por los saqueos), quiénes eran los actores, sabemos que comenzó en la provincia de Buenos Aires (en ese entonces gobernada por Carlos Ruckauf)".

Este jueves fue un buen día para el expresidente Fernando de la Rúa ya que la a Sala Primera de la Cámara Nacional de Casación Penal confirmó su sobreseimiento en los sangrientos episodios de diciembre de 2001, con un saldo de 33 muertos en todo el país.

La jornada concluyó con la confesión presidencial de lo que siempre sostuvo el exmandatario, - que los saqueos fueron organizados por Eduardo Duhalde y Carlos Ruckauf- en lo que De la Rúa calificaba como un "golpe de Estado".

A juicio de Cristina los saqueos de la semana pasada fueron un intento "de hacer lo mismo obviamente en un escenario social y político que no tiene absolutamente nada que ver".

Se ocupó de aclarar que no justifica en ninguna circunstancia los saqueos. Hizo un juego de suposiciones que le permitió recordar los méritos de su gestión, como la creación de 5 millones de puestos de trabajo, los 2,5 millones de jubilados incorporados al sistema, la movilidad jubilatoria y las paritarias, entre otras medidas.

Miró al auditorio y les preguntó: "¿Ustedes vieron en algún otro lugar del mundo en donde hay situaciones similares (en referencia al 2001) producir estos escenarios (por los saqueos)? "No, porque la gente protesta, porque la protesta es válida...pero los saqueos y la articulación de sectores políticos y sindicales con sectores de marginalidad para provocar este tipo de cosas, esto no tiene nada que ver con la política y mucho menos con el peronismo", aseveró.

Cristina amplió la descripción de los responsables cuando afirmó que "esto no tiene que ver con la política sino con una suerte de impotencia, de impotencia tal vez porque pensaron que no iba a ganar las elecciones".

Hablándole a estos sectores les pidió "a todos aquellos que no estén de acuerdo con este Gobierno, tienen todo el derecho a manifestarse a decirlo, pero que lo hagan en paz, sin violar los derechos de los ciudadanos".

Reiteró que "vayan a elecciones y formen un partido político", pero cuestionó que utilicen a la marginalidad. En este momento de su alocución se desmayó un hombre mayor que asistía al acto que fue rápidamente asistido por el Secretario de Medio Ambiente, Juan José Mussi.

Para que no haya duda alguna de que los saqueos no responden a razones sociales puso como ejemplo que Campana (donde hubo saqueos) es la localidad que tiene el índice de desocupación más bajo, sólo del "3%". Luego acusó, siempre sin mencionar su nombre, a Hugo Moyano al relatar que uno de los primeros saqueos en esta localidad fue a un hipermercado MaxiConsumo que tiene actuaciones ante el Ministerio de Trabajo por constantes presiones, bloqueos que le hacen desde un sindicato para que empleados de ese lugar se pasen al gremio de Camioneros. "Articulación entre sectores políticos y sindicales", remató la jefa de Estado.

Luego le tocó a los dirigentes políticos cuando los acusó de estar más preocupados por el 2015: "De tanto preocuparse por el 2015 no se ocupan de las cosas que están pasando ahora en el 2012 y entonces tenemos que salir a ocuparnos nosotros".

Se refería a que la seguridad es un problema provincial. Es en este punto cuando comenzó a cuestionar a la Justicia al contar que en Bariloche "no había ningún detenido luego de lo que había pasado que era robo, en poblado y en banda".

Hizo un llamado a todos los gobernadores reclamándoles que "cada uno se haga cargo de la responsabilidad estricta que tienen en materia de seguridad".

Uno de los mayores reclamos de los ciudadanos es el tema de la inseguridad y desde hace un tiempo que la Presidente viene hablando del tema aunque haciendo responsable de este problema al Poder Judicial.

"Yo le pido a la Administración de Justicia que intervenga y condene a las personas que han atentado contra el patrimonio... es muy injusto que gente que delinque no tenga el consabido castigo porque las cosas siguen pasando precisamente por eso, porque lo haces una vez y no te pasa nada, lo haces dos veces y no te pasa nada. Los que tienen la solución de este problema es precisamente la Administración de la Justicia", cuestionó.

Mencionó que se ocupa de conseguir los recursos para pagarles a los jueces los "magníficos sueldos que tienen". Asimismo, recordó que los magistrados no pagan Ganancias y cuentan con jubilaciones de privilegio. Las críticas al Poder Judicial fueron diversas y marcaron que el Gobierno no ha abandonado la lucha de "democratizar a la Justicia".

En otro tramo chicaneó a aquellos "dirigentes políticos, gobernadores, intendentes que dan siempre grandes discursos sobre fe democrática y apoyo a la Argentina que también lo hagan convenciendo a estos personajes que no hagan las cosas que hacen porque no le van a servir a nadie". En el Salón de las Mujeres del Bicentenario se murmuraron los nombres de Daniel Scioli, Sergio Massa y José Manuel de la Sota.

En su discurso quiso dar un mensaje tranquilizador a la población al recomendar "tener mucha calma, mucha serenidad, no hacer lugar a las provocaciones, tratar que todo se desarrolle en paz". Finalmente terminó recomendando a todos los argentinos: "Tranqui, mucha tranquilidad y mucha coherencia entre lo que se dice y lo que se hace".

Varios gobernadores, funcionarios del Gabinete y los habituales militantes de la Cámpora volvieron a colmar los pasillos y el salón de las Mujeres del Bicentenario.

La jefa de Estado llegó cerca de las 19 horas y su primera actividad fue presidir un acto donde se firmó la Adjudicación a varias empresas para la fabricación de 600.000 netbooks del Plan Conectar Igualdad y lanzó el Plan Nacional del Fuego. Previamente mantuvo tres videoconferencias con las localidades de Concordia, Balcarce y San Juan.

Luego mantuvo dos audiencias. La primera cuando recibió al prefecto de la Congregación de las Iglesias Orientales y consejero de la Comisión Pontificia para América Latina, el cardenal argentino Leonardo Sandri. La segunda con las Madres del Dolor, encabezado por Viviana Perrone, mamá de Kevin Sedano): Elsa Gómez (mamá de Daniel Sosa); entre otras.

En tanto, pasadas las 23 se presentó en la sala de periodistas la jefa de Estado, con la cartera y ya pronta a partir a Olivos, con la intención de saludar a los periodistas acreditados y desearles unas felices fiestas y "un muy buen año 2013 para todos y todas".