Se queda Kirchner sin 6 votos en Diputados
En 96 horas de la semana pasada el kirchnerismo perdió tres bancas en la Cámara baja. El efecto negativo que esto le producirá es doble: todos los reemplazantes son opositores, lo que sumará otra complicación al descontento que hoy sobrevuela al oficialismo. Este pierde así, en realidad, seis votos. Aunque el quórum no se afecta nominalmente, sí se daña la posibilidad de que lo consiga en soledad, algo que, de por sí, le cuesta cada día más.
-
El Congreso le da oxígeno a Milei, mientras el PJ fuerza unidad y mira estrategia electoral
-
Polémica frase de funcionario Milei: "El problema de Argentina es que está poblada por argentinos"
Pero no había llegado al Congreso por el kirchnerismo: ingresó en 2003 de la mano de Aldo Rico y recién en 2005 abandonó el interbloque Provincias Unidas que sigue a Adolfo Rodríguez Saá para sumarse al Frente para la Victoria. Tenía antecedentes suficientes para hacerlo: había participado en su momento como simpatizante de Montoneros y fue la mujer de Raúl Herrera, asesinado en la masacre de Fátima y uno de los cuerpos recuperados después de la dictadura.
Por eso, su reemplazante no irá ahora al kirchnerismo, sino a ese bloque que animan, además, otros puntanos como Luis Lusquiños y Hugo Franco. Se trata de Aníbal «Toti» Leguizamón, hermano de María Laura, senadora cristinistakirchnerista. Pero ese parentesco no lo moviliza. El nuevo diputado es militante cercano a Ramón Puerta y ya tiene lista la organización para lanzamiento el sábado próximo de la candidatura de Juan Carlos Blumberg como candidato a gobernador bonaerense. De esa lista colgará sus intenciones futuras en la política.
La semana pasada, el Frente para la Victoria sufrió otra de sus bajas. Fue cuando asumió su banca Rafael Martínez Raymonda, uno de los diputados más antiguos del Congreso (aunque no tenga récord de permanencia). Raymonda fue a parar directamente al Interbloque Propuesta Federal, donde anida todo el macrismo. Para que no quedaran dudas, se ubicó en una banca debajo de Federico Pinedo, su presidente. Pero el espacio que ocupó estaba hasta ahora alquilado por el kirchnerismo. Es la banca que utilizó Jorge Argüello hasta que partió como nuevo embajador ante las Naciones Unidas.
No puede el kirchnerismo pasar facturas tampoco por ese pase. Como le sucederá ahora con la banca dejada por Artola, Argüello había ingresado a Diputados en la lista del macrismo y enseguida comenzó a decidir su pase al oficialismo, que terminó dándole el premio con el que siempre soñó desde la presidencia de la Comisión de Relaciones Exteriores: ser embajador.
Una historia similar vivió el oficialismo, también con final infausto la semana pasada, tras el episodio final de la novela que tuvo como protagonista al santiagueño Carlos «Pololo» Anauate, supuestamente involucrado en el doble crimen de la Dársena, en su provincia.
Por esa razón, se le impidió desde el año pasado el ingreso a la Cámara, hasta que la Comisión de Peticiones, Poderes y Reglamentos le habilitó la jura, en una decisión que complicó a toda la oposición. Anauate asumió en el lugar que dejó libre Fernando Salim, que sí pertenecía al bloque Frente para la Victoria, pero que renunció para hacerse cargo de la intendencia de Frías, en su provincia.
Las impugnaciones a Anauatehabían salido de su propia provincia, específicamente de diputados del PJ de Santiago del Estero. Por eso, ahora el resentimiento pudo más, y el nuevo diputado no integrará el FpV, sino que armará bloque propio.
En el kirchnerismo ni esas nuevas pérdidas ni los problemas a la hora de reunir quórum propio parecen preocupar. Básicamente, el gobierno no tiene pensado votar en Diputados de aquí hasta después de las elecciones ningún tema que no esté acordado. Buscan demostrar movimiento legislativo, pero sin traumas en el recinto.
De hecho, Kirchner cerró un acuerdo con Agustín Rossi, presidente de la bancada, para no complicar más la campaña electoral. Esta semana habrá sesión y después los diputados tendrán unos 15 días de descanso hasta después de la interna del PJ santafesino. De esa forma, Rossi no deberá pedir licencia y se calmarán los corrillos en esa bancada. Para reforzar esa idea, el gobierno ya subió a Rossi al Tango 01 en el viaje presidencial a Mendoza y hará lo mismo para la visita del 20 de junio a Rosario. Creen que así alejarán el fantasma de José María Díaz Bancalari, siempre esperando poder volver a presidir esa bancada, y calmar a la mitad de los diputados kirchneristas que, por no ser peronistas, no pueden soportar la idea de ver entrar al bloque nuevamente al bonaerense.
Dejá tu comentario