"Si mandaban un paquete de leyes a principios de diciembre teníamos quórum y mayoría para sesionar. Ahora es todo mucho más complicado". El lamento de uno de los principales estrategas del Gobierno nacional revela la debilidad de la gestión de Javier Milei en el Congreso. El Presidente junto al eje Luis Caputo-Federico Sturzenegger detonaron los puentes políticos con el Poder Legislativo y desnudaron así la fragilidad de La Libertad Avanza.
Teléfono "rojo" con el Congreso y un error que desnuda la debilidad del Gobierno
La advertencia de Milei de convocar a un "plebiscito" para aprobar el DNU en caso de que el Congreso no lo vote encierra una doble contradicción.
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Las declaraciones de Milei acusando de "coimeros" a los legisladores nacionales de la oposición que se niegan a aprobar el DNU es tal vez el mayor error político del Presidente en sus exiguos 17 días de gobierno.
La advertencia de Milei de convocar a un "plebiscito" para aprobar el DNU en caso de que el Congreso no lo vote encierra una doble contradicción. En primer término, fue el propio Presidente quien optó por dejar ese cuestionado decreto de necesidad y urgencia fuera del temario de sesiones extraordinarias. Un ardid político para no exponer al DNU al rechazo de ambas Cámaras del Congreso.
Pero además la confesión tácita de que el oficialismo no cuenta con los votos en Diputados ni en el Senado no se soluciona con la convocatoria del Poder Ejecutivo Nacional a una consulta popular que no es vinculante. La única vía para que el resultado de una consulta popular tenga obligatoriedad es que sea convocada a través de una ley del Congreso. Las declaraciones de Milei acusando de "coimeros" a los legisladores nacionales de la oposición que se niegan a aprobar el DNU es tal vez el mayor error político del Presidente en sus exiguos 17 días de gobierno.
En dos tiempos, Milei y Sturzenegger detonaron la relación con el Congreso que emergía como el principal campo de operaciones del ala política del gobierno encabezada por Guillermo Francos y Martín Menem. El anuncio del mega DNU que se arroga facultades del Poder Legislativo primero y luego la acusación de "coimeros" a los diputados que el oficialismo necesita imperiosamente como aliados para blindar la gobernabilidad ante las minorías agravadas de La Libertad Avanza en ambas Cámaras, destruyeron los vasos comunicantes que tanto Francos a través de los gobernadores, como Menem con los diputados, había construído en la búsqueda de acuerdos para sesionar en extraordinarias.
Caputo ya había vaciado de poder al Ministerio de Interior al quitarle la relación económica con las provincias. A eso se sumaba el congelamiento de los fondos discrecionales para los gobernadores y la suspensión de la obra pública. Medidas que dispararon las emergencias económicas en provincias como Santiago del Estero y San Luis donde se anunció el pago de sueldos y aguinaldos en cuotas para los estatales.
La amenaza de un "plebiscito" convocado por el Poder Ejecutivo, que no tiene carácter vinculante, junto al discurso de asunción a espaldas de la Asamblea Legislativa y a la denuncia presidencial de pedidos de sobornos en el Congreso no hace más que desnudar la imposibilidad de La Libertad Avanza de darle institucionalidad a sus medidas de gobierno. El ruido político que el eje Caputo-Sturzenegger metió en medio del diálogo de Francos y Menem con los gobernadores es el primer síntoma de una interna gubernamental que ya tiene sus primeros síntomas en el Palacio Legislativo. El DNU terminó absorbiendo medidas que iban a salir por ley, como la declaración de la necesidad de privatizar las empresas públicas y que no hace más que exhibir la debilidad del oficialismo en los recintos.
La convocatoria a sesiones extraordinarias también refleja la interna de La Libertad Avanza. Se realizó de manera tardía y desordenada, con las comisiones sin constituir y los proyectos sin ingresar. La reversión del Impuesto a las Ganancias incomoda a los gobernadores quienes en la reunión con Milei, y Francos, en Casa Rosada pidieron que se explore un mecanismo de compensación por la quita de recursos coparticipables a través del reparto del impuesto al cheque. El Presidente no sólo ignoró el pedido de los mandatarios provinciales. Además ratificó la suspensión de la obra pública y anunció un DNU donde asume facultades legislativas sin necesidad ni urgencia.
Ayer se activó el teléfono rojo entre Casa Rosada y el Congreso. Las sesiones extraordinarias fueron convocadas sólo hasta el 31 de enero. El tiempo da apenas para una sola sesión por Cámara en el mejor de los escenarios. Por eso se comenzó a analizar una prórroga para febrero con una ampliación del temario. La UCR presentó en el Senado una ley espejo del DNU para ofrecerle al Presidente una salida institucional a su primera crisis de gobierno. Cualquiera sea el camino que adopte Milei, consulta popular no vinculante, ley espejo o derrota legislativa, el error político de la Casa Rosada ya está consumado.
En paralelo, reina el caos en el nexo entre el gobierno y la ciudadanía con un expuesto déficit en la comunicación de los actos de gobierno. La burla, descalificación y la insensibilidad social en medio del ajuste le restan capital político cada mañana al gobierno. El lema de hierro "no hay plata" es un reclamo urgente que viene de abajo hacia arriba por más que el gobierno se empeñe en exhibirlo como una consigna de la cúpula del gobierno. Reproducir "memes" en tono de burla para ridiculizar la figura de Papá Noel o de padres y madres que no pueden hacerle regalos a sus hijos en la Navidad no parece el mejor camino. Tampoco la soberbia del "no la ven" para avanzar en un ajuste multidimensional que deja a la ciudadanía cada vez con menos margen mientras el Presidente sigue alojado en un hotel de cinco estrellas.
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