El mercado financiero local atraviesa un escenario de elevada volatilidad y, frente a ello, los inversores priorizan proteger sus ahorros. Una alternativa es armar una cartera que permita obtener una renta periódica en dólares, resguardando el capital y generando ingresos en moneda dura.
Cómo armar una cartera de inversión que brinde una renta en dólares todos los meses
Para enfrentar el contexto de volatilidad financiera, sugieren una combinación de bonos corporativos y Cedears en los portafolios de los inversores.
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Los bonos corporativos y Cedears aparecen como alternativas de inversión frente al contexto de volatilidad.
En los últimos tres meses, el escenario político y económico del país se complicó algo para el Gobierno. El desprolijo desarme de las LEFIs, las licitaciones sorpresa del Tesoro y el reciente revés en el Congreso para el oficialismo generaron una fuerte inestabilidad en las tasas de interés (que primero colapsaron y luego se dispararon), llevaron al dólar a superar cómodamente los $1.300 (cuando se ubicaba por debajo de los $1.200) y despertaron dudas sobre cómo se llega a fin de año.
Ante la situación, los especialistas comenzaron a recomendar que los ahorristas e inversores más conservadores que quieran "dormir tranquilos" y olvidarse de los vaivenes financieros construyan un portafolio de inversión con bonos y Cedears para generar un flujo de rentas mensual en dólares.
Una cartera mixta de bonos y Cedears
"Los inversores buscan incrementar su capital principalmente de dos maneras: por incrementos de valor de los activos en los cuales invierten y a través de los cobros de dividendos (acciones) e intereses (bonos). Aquellos que quieren obtener un flujo regular de dólares, pueden diseñar una cartera de bonos y obligaciones negociables, o también con determinados Cedears que distribuyen utilidades de forma usual", destacó el asesor financiero y operador de derivados Germán Marin.
El ejecutivo explicó que, para lograr esto, hay que diversificar y seleccionar los bonos corporativos que tengan un buen equilibrio entre calificación crediticia (riesgo) y tasa de rendimiento (recompensa). Estos brindan una tasa interna de retorno (TIR) de alrededor de entre el 7% y el 8% anual en dólares.
Marin detalló que una opción sería invertir en diez activos con maturities que van del 2028 en adelante: IRCP (IRSA), MGCM (Pampa Energía), HJCG (John Deere), DNC7 (Edenor), TLCP (Telecom Argentina), ARC1 (Aeropuertos 2000), VSCD (Vista Energy), YMCI (YPF), TLCM (Telecom Argentina) e YM34 (YPF).
"Por otro lado, tenemos los Cedears, muchos de los cuales brindan al inversor un ingreso regular en concepto de dividendos, como es el caso de Altria Group (MO) que retribuye trimestralmente y con rendimientos anualizados que en los últimos cinco años rondaron el 8%. Muchas empresas pagan de forma frecuente, como el clásico caso de Coca-Cola (KO) y Johnson & Johnson (JNJ), que retornan por dividendos un promedio de 3% anual, y pagos trimestrales. AT&T (T), otro gigante con estas características, ofrece dividendos atractivos del orden del 6,5% anual", agregó el ejecutivo.
Un portafolio simple con sólo obligaciones negociables
Por su parte, el asesor financiero independiente Arian Chiarandon explicó cómo construir una cartera de inversión en dólar con sólo ocho obligaciones negociables, cuyos pagos de intereses combinados permiten generar un flujo de fondos mensual para afrontar los riesgos económicos y políticos del país que podrían impactar en los ahorros en pesos.
En primer lugar, el experto aconsejó apostar por las obligaciones negociables YM34 e YMCJ de YPF y por la PN36 de Pan American Energy, tres papeles vinculados a petroleras del más alto nivel que "están en precio" y ofrecen un buen rendimiento. Estos títulos pagan en enero, marzo, julio y septiembre.
Luego, del rubro energético, Chiarandon habló de la GN47 de Genneia, que abona en abril y octubre, y de la YFCM de YPF Luz, que reparte su renta trimestralmente en febrero, mayo, agosto y noviembre.
Por último, la cartera de inversión en dólar se completaría con los bonos BACG de Banco Macro (con pagos en junio y diciembre), TLCQ de Telecom Argentina (con pagos en enero, abril, julio y octubre) y OZC3 de Edemsa (que distribuye la renta en mayo y noviembre).
"Es una carterita interesante de ON de distintos rubros. Obviamente, cada una con sus distintos riesgos, pero generan un interesante flujo de fondos anual", resumió Chiarandon.
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