3 de octubre 2018 - 23:56
"Trump nos metió en este lío y Trump nos está sacando"
• LA RELACIÓN CON ESTADOS UNIDOS, EN EL CENTRO DE LAS SOLUCIONES PARA MACRI<br>El Gobierno jugó (y juega) un alineamiento absoluto con Washington que tiene mas réditos que los que se hicieron públicos hasta ahora. El voto clave en el board. Lagarde y la tranquilidad de Dujovne.
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Mauricio Macri y Donald Trump.
Segunda parte de la sinceridad presidencial de Macri: "Trump nos esta sacando". Este es el tramo central y práctico de esta historia, por lo menos para saber cómo continuará la relación del país con el FMI.
El acuerdo tiene dos patas esenciales: la práctica de la negociación a cargo de la excelente relación entre Nicolás Dujovne y Christine Lagarde y la orden del presidente de Estados Unidos para que su hombre en el board del Fondo, definiera el apoyo.
Hubo una sucesión temporal en el anuncio del acuerdo el miércoles 26 de septiembre que no deja dudas, por si esas palabras de Macri no bastaran.
Dujovne y Lagarde hablaron ese día; el directorio del FMI ya había dado el guiño a favor, pero aún restaba la formalidad de la firma del acuerdo. Y ahí apareció otra "mano" de Trump a Macri: cuando el ministro y la directora gerente aún no habían terminado de dar las breves explicaciones toda prensa estadounidense y Argentina ya había recibido una comunicado del Secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, que festejaba el acuerdo y el programa argentino anunciaron el acuerdo ese día.
Otro indicio no menor sobre las relaciones con Trump, que aporta la sociedad neoyorquina. Macri y Juliana Awada ingresaron como estrellas en el salón principal del restaurante Cipriani, en Wall Street, donde el lunes 24 de septiembre pasado el Atlantic Council le entregó el Global Citizen Award. Ese premio, como su nombre lo indica, reivindica las virtudes de los líderes que paran como ciudadanos del mundo con una miraba amplia y, valga la redundancia, global. El discurso de Macri no fue precisamente esos términos sino más bien haciendo referencia a los problemas de la Argentina, pero de todas formas fue recibido con aplausos y honores. El tema, quedaba claro, era darle otro apoyo a su gestión, esta vez por parte de esa organización bipartidaria y altamente influyente en los EE.UU.
La aparición de Macri estuvo precedida por un video donde el argentino aparece desde debatiendo en la ya desactivada Clinton Global Initiative, hasta en reuniones con Emmanuel Macron y Vladímir Putin o recorriendo la puna Argentina, y un discurso de Adrienne Arsht, Executive Vice Chair de la organización. Su esposa Juliana fue descripta como una ciudadana del mundo con mucho estilo y una amplia sensibilidad por el arte. Para el marketing político estadounidense hubiera sido imposible hacer una mejor descripción de una pareja presidencial republicana.
Macri agradeció y pidió algo inédito: "Un aplauso para los Estados Unidos", dijo allí.
En ese mundo de sutilezas que en muchos casos terminan definiendo el fondo de las cosas, esa escala en el Atlantic Council no fue un mero acto social. Esa noche, entre las mesas de los argentinos presentes, se estaba terminando de dar forma final al acuerdo con el FMI que Dujovne y Lagarde anunciarían 48 horas después en la sede del Consulado argentino en Nueva York. Muchos de los que comían en Cipriani ya sabían a la hora del postre que Luis "Toto" Caputo era historia en el Banco Central y que la renegociación con el Fondo ya estaba lista.
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