4 de octubre 2001 - 00:00

El país resistió el peor escenario

Pasado mañana se cumple un año de la renuncia de Carlos Chacho Alvarez a la vicepresidencia de la Nación, lapso durante el cual el gobierno de la Alianza pasó por su peor momento. Debió afrontar el crecimiento del riesgo-país y los demás ingredientes de un escenario que nadie hubiera soñado como posible antes de esa renuncia.

Hace un año, Alvarez dejaba la Casa Rosada
Hace un año, Alvarez dejaba la Casa Rosada
Si un año atrás, al comenzar el mes de octubre, se hubiera diseñado el peor escenario que enfrentaría la Argentina en los doce meses siguientes difícilmente se hubiera podido imaginar el cúmulo de situaciones vividas.

La crisis De la Rúa-Alvarez ya estaba planteada, pero no era probable que el vicepresidente renunciara como lo hizo, precipitando una crisis político institucional de grandes proporciones.

Cuando Alvarez renunció hace un año el riesgo-país estaba en 560 puntos. Los efectos políticos de su dimisión, el creciente protagonismo que adquirió el ex presidente Alfonsín criticando la convertibilidad, los saqueos violentos que tuvieron lugar en el norte del país a comienzos de noviembre y haber tocado el nivel «límite» de los 1.000 puntos de riesgo-país, crearon en algo más de un mes una crisis imprevista. Ella hizo que el crecimiento económico que al comenzar octubre ya se calculaba entre 2 y 2,5%, finalmente terminara siendo menos de 0%. Entonces se decía que un país no podía quedarse en 1.000 puntos, o bajaba a 700 o 600 o directamente caía en «default». Esta crisis fue imprevista, pero más difícil hubiera sido prever lo que siguió. Un «blindaje» financiero de 40.000 millones permitió en febrero bajar el riesgo-país a 660 puntos, pero desde entonces las complicaciones políticas, articuladas con renovado protagonismo de Alfonsín y Alvarez volvieron a incrementar el riesgo. Fue así como al comenzar marzo, Machinea deja el ministerio, cuando el país se acercaba a los 900 puntos de riesgo-país.

Es designado López Murphy, quien se hace cargo con el equipo de FIEL y contra todos los pronósticos; el Presidente lo deja caer dos semanas después.

Así llega Cavallo al Ministerio de Economía, cuando el riesgo-país se acercaba nuevamente a los 1.000 puntos. La confianza no se restablece y a fines de abril se llega a un riesgo país de 1.300.

En junio el «megacanje» de la deuda permite bajar el riesgopaís por debajo de los 1.000 puntos, mientras que en Salta tienen lugar violentos incidentes con decenas de gendarmes heridos de bala. En julio la crisis vuelve a precipitarse retomando el riesgo a 1.300. Pese a los anuncios del déficit cero, se toca un techo de 1.600.

Mientras tanto, la situación social enfrenta un deterioro inédito. El desempleo vuelve a los niveles «récord» del tequila y los cortes de rutas se extienden con la «nacionalización» del fenómeno de protesta liderado por los piqueteros.

Un nuevo acuerdo con el FMI en setiembre permite bajar el riesgo-país a menos de los 1.400 puntos, mientras que el crecimiento económico que con el blindaje se esperaba para 3 o 4% se ha transformado por tercer año en negativo.

Mientras el gobierno se encamina hacia una derrota electoral el 14 de octubre, que además pone en evidencia la orfandad de apoyo al Presidente dentro del propio oficialismo, estalla la crisis mundial acentuando la recesión y al comenzar octubre el riesgo-país supera los 1.700 puntos, con Cavallo habiendo logrado evitar el «default», pero sin obtener éxito en materia de reactivación.

A la vez Brasil enfrenta dificultades económicas crecientes, lo que plantea una crisis en el Mercosur.

Dejá tu comentario