5 de junio 2023 - 00:00

Charlas de quincho

Patricia Bullrich.

Patricia Bullrich.

El presidente (y comitiva) a Brasil. El ministro de Economía (y comitiva) a negociar yuanes a China. Cuenta regresiva para cierre de alianzas y antes de fin de mes, de listas. Se enrarece (aún más) el ambiente político. Arde la pulseada por la Ciudad de Bs. As. y ahora se suma la provincia (Buenos Aires). Todos se desconfían. Se activó la Justicia con cantidad de casos. Alivio por Atucha II que arranca en julio. Argentina fuera del Mundial Sub-20, y Messi fuera de Francia; sólo quedó el tenis. A pesar de los altibajos climáticos, hubo cantidad de Quinchos urbanos y otros no tanto. Veamos:

Tramo final

Ya lanzada la cuenta regresiva de alianzas y listas, se termina de recalentar el ambiente político que, como pocas veces, casi no habla de propuestas, ni promete cosas, sino que sólo se concentra en el internismo más feroz y dañino hasta con los propios. Y esto, que casi había sido patrimonio exclusivo de Cambiemos-PRO, ahora se extendió también al oficialismo, especialmente ante el vacío que dejó la negativa de CFK de encabezar alguna fórmula o lista para las próximas elecciones, aunque algunos todavía desconfían de que pueda haber alguna (buena) noticia de último momento.

Así las cosas, y sin liderazgos claros naturales, el debate se centra en el candidato presidencial, pero también para el estratégico bastión bonaerense donde hasta no hace mucho, el actual gobernador, Axel Kicilloff, parecía número puesto, opción que el bonaerense resiste. Así las cosas, y ya resignados muchos a tener que afrontar las PASO (algo que hasta no hace mucho estaba fuera de toda consideración), se perfilan algunos equipos como el de Eduardo “Wado” de Pedro, el del actual embajador en Brasil, Daniel Scioli, que nunca abandonó su pretensión de volver presentarse a la presidencial, llevando a la ministra de Acción Social, Victoria Tolosa Paz, como precandidata a gobernadora de Buenos Aires (¿podríais con el ministro de Defensa, Agustín Rossi de vice?, preguntan en su entorno); mientras en el otro rincón se especula con un Kicillof para presidente, dejando al frente de la gobernación a su actual vice, la mujer fuerte de La Matanza, Verónica Magario.

Sin embargo, no todos están muy convencidos de este enroque, especialmente después de la distensión que la eventual jugada provoca en la jaqueada y confundida oposición, que aún no encuentra el norte de la campaña bonaerense. Esto, y el raro hecho de inseguridad que sufrió el gobernador días atrás, y que aún no fue suficientemente aclarado, podrían afectar la decisión.

Apuestas

Por supuesto que las inminentes elecciones en dos de las principales provincias del país, como Santa Fe y Córdoba, también juegan en las especulaciones y en las apuestas. Lo más llamativo, sin embargo, es el cambio de tendencia aparente que se iría registrando en distritos que parecían “atados”. Es que al igual que en el PRO, donde Horacio Rodríguez Larreta aparecía como el candidato y sucesor natural de Mauricio Macri, y en ese escenario Cambiemos-PRO se imponía cómodo, el surgimiento de líneas internas, y los cambios de un Macri que quiere seguir manejando los hilos, determinaron el surgimiento de otras opciones, como la de Patricia Bullrich que, lejos de concentrar los votos, los dividieron de tal manera que hoy para muchas encuestadoras, el candidato más votado pasa a ser Javier Milei de La Libertad Avanza (LLA), algo impensable hace meses atrás. De igual forma, se quejan en Córdoba donde la interna dejó tantos heridos que se duda que la oposición gane (encabezada allí por un controvertido Luis Juez).

“Acá ya ni hay campaña de Juntos por el Cambio”, se quejan los militantes. Los “pases” y los saltos con garrocha fueron la característica saliente que aún puede tener una vuelta de tuerca adicional si, finalmente, una parte importante de Cambiemos (excepto los halcones del PRO), termina aceptando que el actual gobernador peronista, Juan Schiaretti, también enfrentado desde hace tiempo con el kirchnerismo, se incorpore al frente que conforman el radicalismo, la gente de Elisa Carrió y la parte del PRO que está con Rodríguez Larreta, entre otros, lo que puede constituir un golpe casi mortal para el tándem Macri-Bullrich.

“Mauricio, aunque no parezca, aprendió mucho de política, y lo hizo de la mano de Cristina. El sabe que para retener el poder, tiene que terminar con los que se lo disputan desde adentro, y también con los testigos incómodos. Eso lo pone a Larreta en la pole position, pero no es al único”, reconoció un miembro del grupo fundador, allá lejos, cuando todavía era Compromiso para el Cambio (CPC) y tenía como único distrito a la Capital Federal de entonces.

Es que las diferencias, que desconciertan a los votantes, son demasiadas y nadie puede explicarlas. Entonces, además de la falta de liderazgos claros, aparece la estrategia del “frente de frentes” que la oposición lleva en Santa Fe con el radicalismo a la cabeza; y que luce como un criterio opuesto totalmente al de Córdoba; mientras que en CABA hay un intermedio donde el grupo mayoritario propugna un “frente de frentes”, fortaleciendo la “pata peronista”, lo que es rechazado fuertemente por el macrismo.

Como serán las cosas, que el primer propulsor del frente lo más amplio posible, desde hace casi dos años, Ricardo López Murphy, hoy aparece alineado con Patricia Bullrich (Macri), con diferencias conceptuales y políticas muy marcadas entre ambos. Todo ese proceso está envuelto en los miedos que empezaron a aparecer dentro de Juntos por el Cambio frente a las docenas de mediciones que proveen semanalmente las consultoras contratadas por cada dirigente. Nada está seguro para nadie, aseguran en JxC. .

Justicia

“La política va a tener que digerir rápidamente, lo que está dictaminando la Justicia”, concluyó un contertulio de una tradicional mesa en la City, a la luz de los resultados que están surgiendo de las múltiples presentaciones, aunque el caso de Tucumán (Juan Manzur); San Juan (Sergio Uñac), y el de Formosa (Gildo Insfrán), sacudió hasta los cimientos de los municipios, especialmente del conurbano bonaerense, al dictaminar la Suprema Corte que Uñac no podía ser reelecto (Manzur ya se había “bajado), e Insfrán sigue en tensa espera, aunque la Constitución provincial no lo impediría. No fueron los únicos reveses judiciales.

La falta de quorum para tratar el Caso de la Corte, la ratificación de culpabilidad de José López, y el tema del juez Bento también se sumaron a los alertas. Y todo esto mientras el ministro de Economía, Sergio Massa, viajaba a China; el presidente Alberto Fernández a Brasil. Y Cristina Fernández quedaba a cargo del Ejecutivo. Hay que destacar, además, que ninguna de las dos misiones tuvo logros inmediatos para ostentar. Alberto Fernández, por ejemplo, quedó expuesto en Brasilia por su respaldo al presidente venezolano Nicolás Maduro, en tanto el uruguayo Lacalle Pou lo criticaba duramente. Esto no hubiera trascendido si, inesperadamente, no se hubiera sumado a los reclamos, el trasandino Gabriel Boric, de signo político opuesto al de Lacalle Pou, pero de evidente coincidencia en su visión del tema de los derechos humanos.

Lejos de estos avatares, Massa tuvo suerte dispar en Beijing, aunque tampoco le fue tan mal. El tema es que no consiguió el volumen de desembolsos “frescos” que necesitaba, si bien se ampliaría el swap comercial de yuanes, y tampoco logró el respaldo inmediato del banco de los Brics (grupo de países emergentes), aunque se invitó formalmente a la Argentina a formar parte del grupo que, además de China, conforman Brasil (la titular del Banco es Vilma Rousseff), Rusia, India y Sudáfrica, y donde ya pidieron el acceso 29 países. El asunto es que estas formalidades llevan tiempo, y las urgencias económicas (y financieras) de la Argentina son perentorias.

Aunque no es demasiado, el “alivio” para Massa vino del lado de la información de que en pocas semanas más, se volvería a poner en marcha la central nuclear de Atucha II, lo que mejora sensiblemente la oferta energética local. Por otra parte, la exportación agroindustrial hizo saber que, a pesar de la fuerte sequía que golpeó a la última campaña, y los adelantos de dólares que se hicieron con los planes Soja I y II, en lo que va del año ingresaron alrededor de u$s9.500 millones, mientras que el Programa Dólar-Agro, que terminó el miércoles pasado (aunque continúa para los productos de economías extrapampeanas), logró superar los u$s5.000 millones de ingresos que se habían previsto.

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