19 de julio 2019 - 00:00

Fayer: el referente de la nueva cocina israelí en Buenos Aires

El restaurante de la calle Cerviño gana protagonismo en la escena gastronómica mundial de la mano de sus dueños, Martín Loeb y Alejandro Pitashny. Sabores típicos del Medio Oriente con una propuesta de comida mediterránea de calidad.

Mariano Muñoz.
Mariano Muñoz.

Fayer, del Yiddish, significa fuego, un elemento transversal en los dos tipos de cocciones que protagonizan su propuesta: el ahumador y la parrilla. Con esta base fundamental –que evidencia una fusión entre la cocina mediterránea y la cultura gastronómica argentina– y de la mano de una cuidada técnica culinaria, se elaboran platos de autor sin pretensiones religiosas donde convergen productos y materia prima de la más alta calidad, como la carne de pastura y orgánica, pesca del día, embutidos artesanales y vegetales de estación de productores locales. A su vez, gracias a su ambiente cool con aires neyorkinos y tintes porteños, es el spot elegido por diplomáticos, artistas, hipsters y amantes del bon vivant.

Detrás de Fayer están los empresarios y emprendedores Martín Loeb y Alejandro Pitashny vía Food Macro, un fondo de inversión liderado por ambos para desarrollar y gestionar proyectos gastronómicos de forma integral en Argentina y en el mundo. Desde sus diferentes ramas, Pitashny en el sector financiero y Loeb en el área de Sistemas y Procesos -además de haber sido el fundador de NatureCrops, una marca de productos a base de quinoa-, acoplan sus experiencias para hacer de Fayer un proyecto exportable y escalable. Tal es el caso de Fayer en España, otro local gestionado por Food Macro, que se encuentra en plena construcción en el elegante barrio de Almagro del distrito de Chamberí, en Madrid. Para este proyecto, Food Macro decidió convocar a la arquitecta Alejandra Pombo, realizadora de algunos de los restaurantes más emblemáticos de la capital Española. Tanto Loeb como Pitashny han pasado gran parte de su vida trabajando en Europa y ahora vuelven con su primer propuesta gastronómica. Se esperan múltiples alianzas con embajadas, galerías de arte, bancos de inversión y la Feria de Arte Arco para solidificar la característica clientela internacional y transversal de Fayer.

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Ambientado por el estudio Gontovnikas, especializado en arquitectura comercial de alta gama, al ingresar al local sobre la av. Cerviño se observa una pared con grandes afiches que retratan la historia de la llegada de la inmigración judía a Argentina. Lámparas colgantes de estilo industrial dan luz a una gran barra con banquetas altas, desde donde se puede apreciar el minucioso movimiento de los artífices de la cocina. A lo largo del salón, se despliegan modernas mesas de madera, algunas de ellas comunitarias para albergar a comensales en grupos y otras individuales, dispuestas para encuentros más íntimos.

De la mano de su chef, Mariano Muñoz, la carta luce clásicos infaltables, como el falafel servido con salsa tahina y lebaneh, hecho con garbanzos provenientes de Salta, de producción propia, lo que redunda en un producto final de óptima calidad que lo convierte en uno de los platos preferidos de la casa; el hummus remolacha hecho con remolacha asada; la lahme bajin, una tradicional empanada árabe abierta con masa de pan pita, salsa de tomates, tamarindo, naranjas y carne, servido con lebaneh y zahatar; y el khachapuri, un clásico del mediterráneo que se presenta como una especie de masa de pizza alargada con ricota, queso de cabra y huevo.

Un punto distintivo de Fayer es el pastrón con hueso, preparado con un costillar de novillo pampeano alimentado a pastura, curado durante 10 días en una mezcla de sal, azúcar y 13 especias, ahumado en frío durante 8 horas y finalmente cocinado al vacío a baja temperatura durante 24 horas: un plato que convoca el esfuerzo de todo el equipo de cocina integrado por 12 personas. También se destacan el merguez, una salchicha parrillera marroquí de cordero de producción propia, la carne premium kosher y el ojo de bife (carne 100% de novillos pampeanos pesados), entre otros. Los pescados tienen protagonismo y se pueden disfrutar en la pesca ahumada con yoghourt (del Atlántico, curada y ahumada, acompañada con pickles), el Tiradito de pesca blanca y la pesca blanca fresca del día con vegetales.

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Fayer.
Fayer.

Dentro de su versátil menú, también hay espacio para opciones al paso pero igualmente elaboradas, como los sándwiches de kebab carne en pan pita (con carne picada especiada, tomate, pickles de pepino, hummus y tahina), de falafel en pan pita (con falafel, hummus, tomate, pickles y salsa tahina) y de pastrón en pan integral con kummel (con pastrón artesanal, mostaza antigua, cebolla caramelizada y pickles de pepino), todos acompañados con papas fritas.

El cierre se compone de propuestas dulces de producción propia, como el baklawa, un bocadillo representativo de la pastelería árabe conformado por láminas de masa filo rellenas con crema pastelera y frutos secos (pistachos, almendras y nueces); el imperdible ananá a las brasas y el panqueque con dulce de leche Fayer, una versión especiada que los amantes de este postre agradecerán. Además, helados artesanales de Daniel Uría en sus variedades dulce de leche, pistacho, chocolate con almendras y mango.

En su amplia carta de vinos, elaborada con el asesoramiento de la sommelier Sorrel Moseley- Williams, se destacan bodegas de renombre y productores boutique provenientes de las provincias Jujuy y Mendoza.

Para deleitarse durante el mediodía con algo ligero, sabroso y nutritivo, Fayer propone la Sorpresa del Mediodía: un plato que combina proteínas, carbohidratos y vegetales, que varía cada día. Por las tardes, entre las 16 y 19 horas, el restaurante ofrece preparaciones artesanales, dulces y saladas, como granola con yoghourt casero, frutas secas y miel; omelette clásico y de espinaca, bastones de verdura con dip de yoghourt, entre otras delicias. Los domingos, sorprende con un Brunch especial cuya estrella es el Shakshuka, un plato a base de huevos escalfados en salsa de tomates y especias.

EL MENÚ

SUGERENCIAS DEL CHEF

- Coliflor frito; ras el hanout, tahina de hierbas y zhoug: $300

- Ensalada de dorado ahumado; pomelo, quinoa, espinaca y labneh: $320

- Carpaccio kubenia; aceite de menta y trigo burgol crocante: $300

PARA COMPARTIR

- Ojo de bife xl; “prime rib” con muhamara y chimichurri fayer (incluye papas fritas): $1200

DULCE

- Queso & dulce fayer; membrillos en almibar especiado, lebaneh de cabra, tierra de algarroba y sumac: $320

DÓNDE

- Av. Cerviño 4417

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