NISSAN PATHFINDER REGRESO DE UN CLASICO

Escribe Sebastián Ramos Obregón
El Pathfinder fue uno de los primeros todoterreno que impusieron la venta de esta clase de vehículos en la Argentina. Ahora, gracias al repunte de las ventas, se vuelve a importar y llega con un motor muy potente de 6 cilindros y 243 CV.
Las prestaciones que logra son destacables al alcanzar un poco más de 180 kilómetros por hora de velocidad máxima, una aceleración de 0 a 100 km/h en 9,3 segundos, y unos valores de elasticidad siempre contundentes, como los 7,2 segundos que precisa para pasar de 80 a 120 kilómetros por hora.
Los consumos, en cambio, son su talón de Aquiles.
En ciudad necesita casi 20 litros cada 100 kilómetros y en la ruta tampoco es económico.
La insonorización, en cambio, es muy buena. Es un motor muy silencioso, pero la falta de una opción turbodiésel se hace sentir.
La posición de manejo es muy cómoda y los principales mandos están al alcance del conductor. La presentación interior, con sucesivas actualizaciones, sigue siendo un punto destacable. Muy buena terminación, materiales de calidad y con un diseño que gusta.
El punto para mejorar de su interior es el espacio en las plazas traseras. Como el piso es demasiado alto, las piernas de los ocupantes posteriores no adquieren una posición muy cómoda, y el mismo inconveniente del piso alto perjudica también al baúl, que cuenta con una capacidad de 434 litros hasta el cubreequipaje. Poco volumen para un vehículo de su tamaño, aunque es verdad que la mayoría de la gente lo va a cargar pasando al cobertor y así se obtiene un volumen razonable.
El confort de marcha sigue siendo una característica muy valorada. Es un vehículo con un andar agradable en cualquier superficie, y si bien en algunas situaciones aparecen algunos balanceos típicos de los primeros vehículos 4x4, nunca aparecen en forma brusca. La solidez estructural colabora para sentir ese andar admirable.
Además, como siempre, cuenta con muy buenas aptitudes para el off-road que ahora se ven incrementadas por la adopción de un sistema de tracción electrónico más eficaz y el aumento considerable de la potencia del motor.
La dirección contribuye a tener un buen control y los frenos cuentan con ABS, pero ya deberían tener discos atrás. Todavía lleva frenos traseros a tambor, por eso en las distancias de frenado no se luce.
La caja de sólo 4 marchas contribuye para obtener valores muy buenos de elasticidad, pero al mismo tiempo es la principal culpable de sus elevados consumos y en estos tiempos no se entiende cómo sigue saliendo sólo con 4 marchas. Las marcas más sofisticadas están comenzando a presentar cajas automáticas con 7 velocidades.
Por último, el equipamiento responde en líneas generales a su precio pero no puede ser que siga sin tener el control de tracción, el de estabilidad y el de la presión de los neumáticos. Tres elementos vitales para la seguridad y que faltan en muchas 4x4, que son en teoría las que más deberían tenerlos de serie por sus características.
Eficientes equipos de audio y climatización, techo corredizo eléctrico, asientos delanteros con regulación eléctrica (el del conductor con dos memorias de posición); y airbags frontales, laterales y de cabeza son los elementos destacables de su equipamiento de serie.
La garantía de tres años o 100.000 kilómetros es una de las cualidades de la marca.
En suma, el Pathfinder vuelve con sus cualidades de siempre y mejoras en su equipamiento, mayor sofisticación y aumento de las prestaciones para confirmar que todavía es una opción a tener en cuenta para aquellos que pretenden un 4x4 con un motor naftero muy potente.