La ciberseguridad se enfrenta a cambios sin precedentes a medida que tecnologías emergentes, como la inteligencia artificial (IA) y la computación cuántica, crean oportunidades y desafíos únicos. Un informe reciente de Check Point Software Technologies proyecta que los ciberataques en 2025 estarán marcados por la incorporación de herramientas de IA que sofisticarán el cibercrimen, el aumento de ransomware en cadenas de suministro, la aparición de amenazas cuánticas y una mayor explotación de redes sociales.
Ciberseguridad en 2025: la IA y la computación cuántica abren una nueva era de amenazas
La IA está destinada a convertirse en una herramienta clave para los ciberdelincuentes. Para 2025, la IA permitirá a los atacantes realizar ataques de phishing personalizados y generar malware adaptativo que aprenderá de los sistemas en tiempo real, burlando así las defensas.
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La IA como arma del cibercrimen
La IA está destinada a convertirse en una herramienta clave para los ciberdelincuentes. Para 2025, la IA permitirá a los atacantes realizar ataques de phishing personalizados y generar malware adaptativo que aprenderá de los sistemas en tiempo real, burlando así las defensas.
Según el informe, el acceso a estas herramientas de IA facilitará el cibercrimen a individuos con escasos conocimientos técnicos, expandiendo el rango de ataques.
Ransomware y las cadenas de suministro: un blanco en expansión
El ransomware se transformará en una amenaza más automatizada, apuntando a cadenas de suministro cruciales mediante técnicas de ingeniería social basadas en IA, como deepfakes, para engañar a las defensas corporativas. La consecuencia sería un potencial riesgo masivo para sectores enteros, desde el industrial hasta el tecnológico.
Computación cuántica: El fin del cifrado tradicional
La computación cuántica representa una amenaza para la ciberseguridad tradicional. Aunque las aplicaciones a gran escala aún están en desarrollo, el informe destaca que industrias como finanzas y salud deberían comenzar a adoptar cifrados resistentes a ataques cuánticos, ya que estos tienen el potencial de quebrantar sistemas de seguridad actuales.
La exposición accidental de datos: un riesgo de la IA en el trabajo
La proliferación de herramientas de IA, como asistentes de texto y chatbots, se ha convertido en un riesgo para la privacidad. Check Point advierte que, en 2025, la integración de IA en empresas y procesos laborales aumentará la posibilidad de que empleados, involuntariamente, expongan datos sensibles. La gobernanza de la IA en el entorno laboral será, por lo tanto, fundamental para evitar brechas de datos accidentales.
Ciberseguridad en la nube y el rol de la IA en la defensa
Para 2025, las empresas migrarán a plataformas de seguridad en la nube con funcionalidades impulsadas por IA. El concepto de “defensa proactiva” reemplazará a las estrategias reactivas, y la inteligencia artificial permitirá monitorear amenazas en tiempo real, aumentando la eficacia de las operaciones de seguridad y reduciendo los falsos positivos.
Nuevos roles de ciberseguridad: CIO y CISO
El informe prevé que los roles de los CIO (Directores de Información) y los CISO (Responsables de Seguridad de la Información) convergerán en la administración de riesgos. Los CIOs no solo se ocuparán de la infraestructura tecnológica, sino también de la ciberseguridad, alinearando TI y seguridad a un mismo nivel de gestión.
Redes sociales e IoT: superficies de ataque crecientes
El internet de las cosas (IoT) es una de las superficies de ataque de mayor crecimiento. Para 2025, se espera que existan 32 mil millones de dispositivos IoT, y cada uno representa una vulnerabilidad potencial que puede ser explotada por los atacantes. Las redes sociales también serán espacios vulnerables, en los que los deepfakes se volverán más frecuentes y difíciles de detectar, especialmente en el ámbito corporativo y financiero.
El desafío de enfrentar amenazas emergentes
Alejandro Botter, gerente de ingeniería de Check Point para el sur de Latinoamérica, explica que el desarrollo de tecnologías avanzadas es crucial para enfrentar amenazas en constante evolución. Sin embargo, la falta de personal capacitado y la rápida expansión de la superficie de ataque requieren soluciones innovadoras que permitan a los equipos de seguridad enfocarse en las amenazas más críticas.
La ciberseguridad en 2025 será un campo dinámico y en constante cambio, que requerirá la colaboración entre expertos en tecnología y reguladores para asegurar una defensa adecuada ante el creciente poder de las herramientas impulsadas por IA y computación cuántica.
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