29 de junio 2016 - 20:56

Fuerte autocrítica en cumbre empresarial

Andrés Werthein
Andrés Werthein
"Muchos llegamos a este país sin títulos de nobleza y ahora parece ser que cuando se habla de empresarios aparecen nombres como (Leonardo) Fariña, (Federico) Elaskar y (Lázaro) Báez. Nosotros no nos sentimos como esos señores", dijo el presidente del Consejo Interamericano de Comercio y Producción (CICyP), Andrés Werthein. Con un discurso que shockeo a los casi 300 asistentes que se dieron cita en el Hotel Alvear, Werthein hizo una breve pero dura autocrítica del rol del empresariado en la última década.

Ya en el coctel previo era el comentario generalizado el tema de "los bolsos de López" funcionario a quién una gran mayoría conoció y las implicancias que puede tener el que la Justicia siga avanzando.

Resultaba extraño, entre canapé y canapé, escuchar a encumbrados hombres de negocios reclamar porque en la Argentina también "tengamos a un Marcelo Odebrecht".

En este sentido, se explica el duro discurso de Werthein que empalideció al orador invitado, el embajador de los Estados Unidos, Noah Brison Mamet, quién como buen diplomático evitó hacer consideraciones que pudieran provocar algún inconveniente. Es más se disculpó también de opinar respecto a qué pasaría si Donald Trump ganase las elecciones, "ustedes saben que soy muy amigo de Hilary Clinton y no dudo que hará un buen gobierno". Quizás y más como un wishful thinking comentó que "en las primarias votan 30 millones de norteamericanos y en las generales lo hacen 120" dando a entender que el resultado aún está por verse.

Respecto de Argentina anticipó que las "inversiones norteamericanas serán de unos 18.000 millones de dólares" aunque no precisó en qué periodo se desembolsarán.

Aún retumbaban las palabras de Werthein reprochando a los empresarios que decidieron "callar porque el silencio nos protege" al tiempo que pidió más compromiso e instó a que las entidades se unan para elaborar un código de buenas prácticas (es decir evitar hechos ilícitos); avanzar en una ley de lobby y acordar un trabajo que "establezca una metodología para impulsar el empleo".

Este llamado ya cuenta con el apoyo de la Unión Industrial Argentina (UIA); Sociedad Rural, Bolsa de Comercio y la Cámara Argentina de Comercio. Pero la intención es que se sumen otras entidades empresarias.

Héctor Méndez, extitular de la UIA asentía ya que como reconocen algunos de sus colegas fue uno de los pocos que siempre se "descolgaba con declaraciones irritativas". Práctica que aún continúa y que lo llevaron a tener que presentarse a la Justicia este lunes para explicar sus dichos referidos a que en el anterior gobierno se cobraba comisiones para que las cosas salgan.

Entre los asistentes se encontraban escuchando esta autocrítica se pudo ver a Carlos Bulgheroni, Adrián Kaufman, Adelmo Gabbi (Bolsa de Comercio); Guillermo Dietrich (P) (Cámara Argentina de Comercio); Miguel Urquia (Aceitera Dehesa) el titular de la Corte Suprema Ricardo Lorenzetti, entre otros.

Este llamado a definir "normas de buenas prácticas" es consecuencia de una década donde para mantener la empresa "era más importante llevarse bien con el gobierno que tener una postura corporativa", explicaba un importante dirigente de cuya empresa dependen muchos trabajadores.

Los empresarios creen que ahora será posible porque "en la foto (de los funcionarios del gobierno) predominan los curriculum, mientras que antes predominaban los prontuarios".

Existe conceso en el sector empresario que ahora se puede dialogar, discrepar e incluso criticar a los funcionarios y "no tenés ninguna represalia". Un importante empresario agroindustrial comentaba no sin asombro que "perdió a tres profesionales sénior que prefirieron ir a trabajar al Estado y por menos plata, esto nunca lo vi", dijo.

Werthein reflejó el ánimo del mundo de los negocios al instar a "apoyar a explícitamente a la gestión de Mauricio Macri", y recordó que fueron "indolentes con la anterior gestión".

También le recordó a sus pares que "somos afortunados porque estamos entre los que no tienen que pedir" pero les reprochó que "nos quejamos cuando tenemos que dar". En este sentido recomendó que "si tenemos que achicarnos estemos dispuestos a innovar para no ir por el camino más fácil (el despedir)".

El embajador norteamericano ante la pregunta de ámbito.com respecto a cómo se puede combatir a la corrupción también formuló una crítica al sector empresario al remarcar que no tienen contacto con "políticos y funcionarios" y los instó a que lo hagan, a que se involucren.

A su juicio los argentinos quiere abolir este tipo de prácticas y mencionó que cuando recién llegó se desató el escándalo de la FIFA y que pensó que con el "sentimiento antinorteamericano que existe en el país y con la pasión que hay por el futbol" existiría un mayor repudio por la investigación, cosa que no ocurrió.

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