11 de enero 2017 - 00:00

CGT se alinea con el PRO y posterga queja petrolera

Daer y Schmid no atacarán los anuncios sobre Vaca Muerta. No hay reuniones en agenda.

ejemplos. Para Héctor Daer, de la CGT, el petrolero “no es el mejor” porque apunta a salvar una crisis puntual del precio internacional del crudo.
ejemplos. Para Héctor Daer, de la CGT, el petrolero “no es el mejor” porque apunta a salvar una crisis puntual del precio internacional del crudo.
La CGT se recostará en el ala política del Gobierno para intentar que el modelo aplicado en el caso de los petroleros se mantenga lo más acotado posible a sectores en crisis y evitar su extensión. En la cúpula de la central obrera admitieron su preocupación por el entusiasmo que el acuerdo firmado ayer mismo disparó en los funcionarios del Ejecutivo más propensos a reformular toda la legislación laboral a imagen y semejanza de lo negociado en torno de Vaca Muerta.

Los principales referentes de la CGT -al menos los que están en Buenos Aires o en lugares de veraneo de cabotaje- se lanzaron ayer a una maniobra de control de daños tendiente a encapsular el acuerdo petrolero. Les resultó útil, en ese sentido, montarse sobre los dichos del secretario de Empleo, Miguel Angel Ponte, que el fin de semana había identificado el mecanismo de contratación y despido en el mercado laboral con la acción de "comer y descomer". Los propios funcionarios del ala política del Gobierno buscaron despegarse de esas consideraciones en charlas privadas con los sindicalistas.

"El Gobierno va a querer ponerlo como ejemplo pero no es el mejor ejemplo. Es una relación empresarios-sindicatos que se va a adecuar a la realidad. Si se recupera el valor del petróleo, se recuperará el valor del salario", aclaró Héctor Daer, uno de los miembros del triunvirato de conducción de la CGT, sobre los cambios en la modalidad de trabajo pactados en Vaca Muerta por los petroleros liderados por Guillermo Pereyra. Entre otros ítems ese acuerdo prevé modificaciones en los turnos de trabajo y en las dotaciones de los equipos de perforación para adecuarlos a una crisis en el precio internacional del crudo que lleva un par de años.

La cúpula sindical, más allá de la preocupación, no tiene en lo inmediato agendado un encuentro. Recién para fin de este mes o principios de febrero se cree que habrá una reunión de la mesa chica de la CGT o incluso del Consejo Directivo, siempre y cuando la disputa por ahora retórica ligada a los cambios laborales termine por escalar hacia hechos concretos.

Mientras tanto, Daer y su par del triunvirato Juan Carlos Schmid (portuarios) coincidieron ayer en hacer foco sobre Ponte. El dirigente de Sanidad dijo por Radio 10 que las declaraciones del secretario de Empleo son "rechazables" y aseguró que el propio ministro de Trabajo, Jorge Triaca, "salió a relativizar los dichos" de su subalterno. "No creo que sea una opinión de muchos funcionarios querer destruir la legislación laboral", añadió Daer. Lo secundó Schmid: "Algunos funcionarios de este Gobierno parecen no comprender la situación de crisis por la que atraviesa hoy nuestro país. No es de persona seria y responsable salir a decir una barbaridad como ´comer y descomer'".

En la CGT creen que Ponte apenas expresa la ideología del sector más "talibán" del Gabinete nacional pero no del ala dialoguista en la que incluyen, además de Triaca, a los ministros del Interior, Rogelio Frigerio, y de Desarrollo Social, Carolina Stanley, así como al presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó. Entre esos funcionarios ayer salieron mensajes tranquilizadores a la central obrera para evitar un adelantamiento de la disputa por salarios y condiciones de trabajo de este año.

Entre ambas posturas en teoría enfrentadas dentro del Ejecutivo aguarda expectante el nuevo ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, sobre quien recaerá el peso principal de los proyectos de reforma laboral que figuran en la carpeta 2017 de la administración de Mauricio Macri. En su entorno reconocen que algunas de esas iniciativas se estudiarán a un ritmo más pausado, como los cambios tributarios necesarios para un blanqueo laboral generalizado, y otras podrán tener un desarrollo más veloz, como el relanzamiento de las pasantías.

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