18 de diciembre 2001 - 00:00

Cueros: gobierno apostó al "agregado de valor"

Cueros: gobierno apostó al agregado de valor
La sociedad argentina ha comprendido la importancia del valor agregado para el mejor aprovechamiento de las materias primas nacionales. Hoy todos saben que para comercializar nuestros productos en el exterior se requiere una industrialización competitiva que permita generar más puestos de trabajo, capacitación y divisas.

La industria curtidora nacional ha conseguido a través de un trabajo persistente -con importantes inversiones en equipos, tecnología, capacitación y marketing-, desarrollar un producto de calidad, cuero vacuno industrializado, que se exporta a más de 50 países por valores que superan los 950 millones de dólares anuales
.

Sin embargo, y a pesar de las crecientes dificultades para producir y exportar desde la Argentina, nuestra industria logró mejorar la calidad de sus curtidos, incursionando en la manufactura a través de la tapicería. Para las mejores marcas del sector automotor, se están exportando anualmente, a los EE.UU. y a Europa partes y fundas por un valor que supera los 150 millones de dólares.

Requerimientos

Pero estos resultados, en verdad trascendentes, requieren del impulso y el trabajo conjunto del sector privado y público, para interpretar las cambiantes circunstancias del mercado, al que sólo se le podrá dar respuesta si el sector privado se actualiza permanentemente en la búsqueda de la mejor calidad y costo, y el sector público acompaña este esfuerzo con medidas acordes y reglas claras que permitan una planificación seria y a largo plazo.

La Cámara de la Industria Curtidora Argentina (CICA) en reiteradas oportunidades ha insistido en la necesidad de la participación de todos los actores que integran la cadena de valor del cuero
. El trabajo conjunto eliminará las inconsistentes diferencias existentes entre sectores. Otros países, como Brasil o Australia, lo están logrando y en lugar de desgastarse en inútiles esfuerzos y discusiones se han unido para satisfacer al cliente. Imagine-mos la fuerza y los resultados que pueden conseguirse en la Argentina con el máximo aprovechamiento de la materia prima, trabajando productores ganaderos, transportistas, frigoríficos, industriales curtidores y manufactureros del cuero, con un único objetivo, obtener la mejor calidad de un producto competitivo. La integración es posible y algunos ya lo hicieron, hay frigoríficos que exportan cueros curtidos y curtidores que realizan manufacturas. No cabe duda de que si coincidimos en ese objetivo, juntos avanzaremos y creceremos.

La escasez de cuero a nivel internacional ha motivado acciones en el mercado mundial para alentar la producción con valor agregado, partiendo del estímulo para las industrias locales
. Esta situación ha profundizado la disputa por el cuero disponible y generado, por ejemplo, en la Argentina un récord de exportación de cueros sin procesar.

La decisión del gobierno de instrumentar medidas a favor de las exportaciones industrializas y la de mantener el régimen de derecho de exportación (5%) -en Brasil es de 9%- sobre los cueros salados y wet blue, resultan acordes con la tendencia mun-dial: producir con más valor agregado
.

Hoy, en la Argentina, más de cien curtiembres disputan diariamente la escasa oferta de cuero disponible, pagando al contado y por anticipado, una materia prima que, lamentablemente, al momento de su recepción se ignora su rendimiento, debido a los defectos que luego se detectan. Todavía nuestra hacienda es marcada a fuego y dañada su piel por alambres de púas, espinillos, parásitos, pica-na o el mal desuello, entre otros. Solucionar esto es impostergable para tomar conciencia de su valor.

Debate inaceptable

La crisis y carencias que vienen alterando la convivencia en nuestro país hacen inaceptable debatir si las fuentes de trabajo y divisas procedentes de sus materias primas deben continuar generándose localmente o trasladarse a los competidores del exterior, en especial, cuando existe una industria capaz de procesarlas.

La simple suposición de exportar cueros salados o wet blue (mínimo proceso), que tan sólo aportaría al país un 30% de las divisas que genera el cuero industrializado actualmente, nos traslada a épocas que sólo pueden compartirse en los libros de historia
.

La realidad nos exige asumir compromisos y trabajar seriamente. Evitando errores, nuestros productores e industriales frigoríficos mejorarán su calidad, promocionarán sus virtudes y venderán más carne al exterior, entonces habrá más cueros para la industria. Recreando las condiciones de competitividad, también nuestras fábricas de calzado y marroquinería generarán más negocios y producción con aun más valor agregado.

El riesgo para cualquier empresa existe, pero mayor será para la Nación si no unimos nuestros esfuerzos en objetivos concretos de crecimiento.


Debemos apurarnos en la toma de decisiones, el tiempo como país, desde hace mucho, corre en nuestra contra.

Dejá tu comentario