Una nueva vacuna contra la brucelosis bovina desarrollada a partir de una cepa mutante de brucella abortus se encuentra en etapa de experimentación en la Estación Castelar del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), informó el organismo tecnológico.
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El fármaco se está aplicando en «más de 50 bovinos en condiciones controladas por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) y la Comisión Nacional de Biotecnología (Conabia) a fin de confirmar la eficiencia de la nueva cepa vacunal», destacó el INTA.
El organismo nacional aseguró que la nueva vacuna se obtuvo a través de la «activación de dos genes» y que este mecanismo se implementa «sin utilizar marcadores de resistencia a antibióticos, cuestionados por su impacto ambiental».
La brucelosis causa pérdidas estimadas entre 60 y 100 millones de dólares anuales en la productividad del rodeo nacional de carne y leche, que se ve afectado por una alta incidencia de abortos.
Materiales
El INTA sostuvo que «las vacunas hoy disponibles son materiales atenuados que han resultado exitosos para combatir la enfermedad, sin embargo, la cepa vacunal más utilizada, la S-19, tiene la desventaja de causar abortos en animales preñados». Finalmente indica que «en diciembre de 2000 la innovación fue presentada al Instituto Nacional de Propiedad Intelectual (INPI) para su patentamiento por lo que el INTA posee la exclusividad para su uso y comercialización».
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