24 de julio 2006 - 00:00

Dicen en el campo...

Javier de Urquiza
Javier de Urquiza
  • ... que la tensa situación en el interior comenzó cobrando su primera víctima ya la semana pasada. Fue en el arranque de exposiciones rurales de la temporada, en La Paz, Entre Ríos. Allí, aunque faltó el gobernador Jorge Busti (ya el año pasado su enfrentamiento con el sector determinó que no fuera invitado ni por la Rural de su propia ciudad, Concordia), igual se hizo presente el secretario de la Producción entrerriana, Daniel Welschen. Todo iba más o menos bien (con algunos silbidos y abucheos, pero nada grave) hasta que se le ocurrió señalar el récord de cosecha y producción ganadera «por esta gestión», dijo, lo que desató la silbatina general que fue «in crescendo», intercalada con algunos epítetos. Al terminar su discurso, un «gringo» ofuscado saltó sobre la tarima que acababa de abandonar Welschen, tomó el micrófono y aclaró: «el logro es de los productores, no de ustedes».» ¡Mentirosos! ¡Paren de mentir! ¡Nosotros lo hicimos!», dijo el agricultor cosechando la adhesión de los asistentes. Parece que nadie en la tribuna se animó a solidarizarse con el funcionario, que, tras los discursos, desapareció del predio sin presenciar el resto de los actos programados... «Al equipo de Busti no sólo le va mal con las papeleras (uruguayas)...», se escuchó en los bajos de la tribuna.En Entre Ríos, el ruralismoestá actuando estrechamente con las filas de la Federación Agraria mesopotámica, uno de los primeros grupos federados que adhirió a la protesta, independientemente de su «entidad madre»...

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  • ... que otro incómodo en forma ostensible fue el subsecretario de Agricultura, Javier de Urquiza, durante el corte de cintas en la apertura de la Rural, el jueves.

  • Situación difícil para el ex ruralista, aunque nadie discute que, cuando la situación se pone tensa, es el único de Agricultura que da la cara (parece que en este caso, su jefe, el secretario Miguel Santiago Campos, a «último momento» debió partir para Bolivia...). El patagónico igual ensayó algunas palabras, seguidas atentamente por los periodistas, ya que a esa hora tan temprana de la mañana no había prácticamente público. El esfuerzo, o la tensión, fueron evidentes por el tono intenso de su rostro. Finalizado el acto, acompañó brevemente la visita al predio, mientras el periodismo abordaba especialmente al jefe de Gobierno, Jorge Telerman, y al titular de la Rural, Luciano Miguens, éste llamativamente acompañado, en forma permanente, por el ex titular de la entidad, Enrique Crotto. Y la del ex hombre fuerte de la Rural no fue la única presencia en primera fila, que no se sabía demasiado bien por qué estaban allí... Nadie parece haber visto en qué momento se retiró De Urquiza. No era para menos. Sin duda, la tensión incomoda y, si bien en la ciudad se palpa menos, en el interior es cada vez más fuerte. «Nos queremos recibir de ciudadanos. No queremos ser más habitantes del interior», señalaba, en casi una síntesis de educación cívica, un productor cordobés, durante la primera de una serie de charlas sobre el campo y la educación, organizadas por CARTEZ, en la Rural de Río IV la semana pasada.

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  • ... que allí, en un recinto colmado, el primer convocado, Ricardo López Murphy, señaló entre otras cosas que «la prohibiciónde exportar carne es equivalente a una retención de 100%», y que «el diseño impositivo actual es disparatado, porque castiga a la producción». «Antes le teníamos miedo al mal de la vaca loca.

    Ahora le tememos al 'Loco de las Vacas'», le agregó un productor, durante la charla que se extendió por casi 3 horas. Por supuesto que ya a esa altura se multiplicaban las anécdotas sobre los «llamados» oficiales a distintos empresarios para «sugerirles» lo que debían hacer durante el paro (comprar, no comprar, faenar, no faenar, remitir, etc., etc.). Para ese fin, parece que el equipo habitual con el que se mueve, especialmente, el secretarionegociador Guillermo Moreno, de legisladores nacionales, funcionarios provinciales y tropa propia, fue consolidado con varios más como el ahora SENASA Carlos Milsevic, o el siempre «adaptable» a cualquier rol, Marcelo Rossi, de la ONCCA, entre otros.

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  • ... que la dirigencia del sector frigorífico quedó mayoritariamente descolocada con los últimos acontecimientos, y se volvió a ampliar la brecha con los productores. Además, no todos los industriales están de acuerdo con la actitud adoptada por los dirigentes (Carlos Oliva Funes -ABC-, Américo Bermejo -CADIF-, o hasta Miguel Schiaretti-CICCRA-), que en los últimos días les valió la calificación de «lock out» por la «intempestiva e injustificada» actitud de no comprar hacienda el viernes, tal como hicieron público los consignatarios durante el fin de semana. Al margen de esto, están recibiendo reclamos constantes y hasta amenazas de fracturas en el seno de sus propias entidades por los recientes problemas del sector, que prevén mayores aun, tal como van las cosas. Los dueños de una moderna planta regional señalaban, por ejemplo, que a partir del pago oficial de la garantía horaria por parte del gobierno (especie de seguro para los obreros frigoríficos que se quedaron sin trabajo por el cierre de las exportaciones), les aumentó el ausentismo a más de 30%. «Les pagan a todos. A los enfermos, a los suspendidos, a los sancionados. Ahora ninguno quiere trabajar, total les pagan por no hacerlo..», se quejaban. Tampoco están muy de acuerdo en aparecer, junto con los carniceros, como los que se quedaron con la diferencia de 25-30% en los precios, ya que la rebaja en la hacienda nunca llegó a los consumidores. «¿Por qué el Presidente no explica quiénes se quedaron con los u$s 300 millones que dejaron de percibir los productores por sus vacas, y que no llegaron al bolsillo de los consumidores, ¿dónde está esa plata?, preguntan cada vez más en cada asamblea.

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  • ... que, entre tanto malhumor, algunas situaciones, sin embargo, arrancan sonrisas. Tal el caso de los improvisados pasacalles y hasta pintadas sobre la calzada, que aparecieron la semana pasada en distintos puntos de la Capital Federal, uno de ellos a escasos metros del INTA Central, que preside el patagónico Carlos Cheppi. «Nos comemos las vacas, o nos comemos los gorilas» (sic), o «nos comemos las letras», señaló sarcástico un dirigente aludiendo a la falta de la preposición «a» en el mensaje, mientras otro destacaba la «dureza» de la carne de gorila, no recomendable para mantener la dentadura, al menos, la propia. Obviamente, la sonrisa se borra pronto con cada nueva noticia. Los tamberos, por ejemplo, ya están recibiendo comunicaciones de parte de algunas usinas, rebajando el precio de la leche desde julio inclusive. La medida se habría adoptado al negarles el gobierno la posibilidad de subir el precio de los lácteos al consumo.
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