30 de marzo 2010 - 20:51

El Gobierno junto a empresarios y la CGT busca destrabar la disputa portuaria

Julio de Vido, ministro de Planificación
Julio de Vido, ministro de Planificación
El Gobierno de Argentina intentaba solucionar un prolongado conflicto entre obreros portuarios y firmas exportadoras de granos, que prácticamente paralizó los embarques del país y afectó al precio de la soja en los mercados internacionales.

El ministro de Planificación Federal, Julio de Vido, dijo que está buscando facilitar un acuerdo entre las dos partes para que se puedan reanudar las operaciones en Argentina, el mayor exportador mundial de derivados de soja y el tercero de granos de la oleaginosa.

Pero la negociación parece difícil porque la Cooperativa de Trabajos Portuarios y el Sindicato Unido Portuarios Argentinos -al que están afiliados los trabajadores de la cooperativa- piden alzas de salarios y tarifas que las exportadoras no están dispuestas a conceder.

Los estibadores comenzaron la semana pasada la huelga y actualmente mantienen bloqueados los accesos a la mayoría de las terminales de la zona portuaria de Rosario, de donde parte cerca del 85 por ciento de los embarques agrícolas del país.

"He hablado con empresarios y estoy hablando con el secretario de la CGT (Confederación General del Trabajo) en forma permanente. Es un tema que nos preocupa y estoy tratando de ponerle el hombro para encontrar una articulación y salir adelante", dijo el ministro tras una conferencia sobre biocombustibles.

Los trabajadores portuarios cuentan con el respaldo de Hugo Moyano, el muy influyente secretario general de la CGT, que es el principal grupo sindical del país y representa un pilar político clave para el Gobierno de la presidenta Cristina Fernández.

"El aumento que están pidiendo (la Cooperativa y los trabajadores) es exorbitante. El diálogo no está nunca cortado, lo que sí hay ahora es una especie de 'impasse'", dijo una fuente de las empresas exportadoras.

Mientras que los portuarios buscan un alza de tarifas del 100 por ciento en dólares, que financiaría un aumento de salarios, las empresas ofrecen un incremento del 25 por ciento y un compromiso de subirlas nuevamente un 15 por ciento el año próximo.

La puja tiene lugar en momentos en que crece el tránsito hacia la zona tras el reciente inicio de la cosecha de la oleaginosa en Argentina, que podría llegar al nivel récord de entre 51 y 55 millones de toneladas, según datos oficiales.

Pero el conflicto también está afectando los precios del mercado de futuros de Chicago, donde la soja sube por los problemas en el puerto argentino.

"La huelga no ha llevado a ningún importador a mudar sus compras desde Argentina hacia Estados Unidos todavía", dijo un operador estadounidense de harina de soja, hablando bajo condición de anonimato.

"Pero si la huelga continúa la próxima semana, podríamos ver que un par de cargamentos de 25.000 toneladas se pasen a Estados Unidos", agregó.

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