12 de mayo 2003 - 00:00

Estiman que área triguera aumentaría solamente 10%

A medida que pasan las semanas, las estimaciones sobre las posibilidades de siembra de trigo de la cosecha 2003/ '04 varían constantemente. Cuando todavía no se había comenzado a levantar la cosecha gruesa, ya se vaticinaba que el aumento del área dedicada al trigo iba a ser verdaderamente importante. Sin embargo, por estos días, las cifras se achican notablemente.

De acuerdo a un relevamiento privado realizado en toda la zona de producción triguera, se puede indicar que el área con trigo aumentaría 10%, sembrándose 6.107.200 hectáreas contra las 5.552.000 hectáreas utilizadas en el ciclo precedente.


Si el clima acompaña una correcta evolución de los cultivos, se estima que la producción del mencionado ciclo llegue a los 14.200.800 toneladas. Estas cifras representan un aumento de 19,5% sobre los 11.899.000 toneladas cosechadas en el período 2002/2003.

Los continuos cambios en la decisión de los productores sobre si aumentan o no el área a sembrar con trigo, pasa por varios motivos. El principal es el precio que tiene el trigo para la época de plena cosecha. En el Mercado a Término de Buenos Aires la posición trigo enero de 2004 cotiza a 102 dól/t. Este valor resulta bajo para las pretensiones de los productores, porque los comparan con los 126 dól/t que vale el trigo disponible o los 171 dól/t que cotiza la soja.

Además, la incertidumbre no es menor sobre quién gobernará el país en los próximos cuatro años. La gran incógnita es descifrar qué ocurrirá con las retenciones a las exportaciones, ya que muchos analistas políticos del sector anuncian que existen más posibilidades de que las retenciones se mantengan, que aumenten, disminuyan o desaparezcan. Y lo más preocupante es que esto ocurriría sin importar cuál de los dos candidatos en cuestión llegue a ocupar el sillón de Rivadavia. Porque en la actual situación económico-financiera del país, las retenciones a las exportaciones son un impuesto de fácil cobro, rápido y sin riesgo de evasión alguna. De esto depende que los precios puedan variar en más o en menos, y por ende se hace muy difícil llegar a ponderar si los 102 dól/t que cotiza el trigo para enero es un buen valor que garantice la rentabilidad de la producción.

• Más siembra

Otro factor que tiene en cuenta el chacarero es el clima. Por estos días, donde las precipitaciones regaron casi toda la Pampa Húmeda, muchos comenzaron a pensar en sembrar más trigo que el año pasado. Además, han aparecido en el mercado nuevas variedades de semillas -desplazando a las fracasadas semillas de origen francés-, que hacen pensar que con su utilización se obtendrán rindes superiores y trigos de mejor calidad comercial. También se debe considerar que la situación del hombre de campo argentino es muy distinta a aquella que vivía en el momento que decidió sembrar 20% menos de trigo (cosecha 2002/2003). En aquel momento tuvo que decidir cómo saldaba sus deudas pesificadas -bancarias y comerciales- y qué hacer a partir de allí con la producción granaria de su establecimiento. Pero ahora, en su gran mayoría, los productores agropecuarios de la región triguera se encuentran sin mayores apremios, sin necesidad de solicitar créditos, con la posibilidad de encarar una siembra sin pedir prestado nada a nadie y pudiendo invertir en fertilizantes, agroquímicos y tecnología, garantizándose así el logro de una buena cosecha.

Lógicamente falta bastante tiempo para que se termine la siembra de trigo y en el marco del dinamismo impuesto por los propios productores, nos podemos encontrar con que los guarismos de área y producción se modifiquen en el tiempo.

Pero el dato importante a destacar es que el chacarero intenta volver a un producto noble, confiable y rentable como es el trigo, sinónimo de una Argentina productora y suministradora de alimentos para toda la región. Recordemos que Brasil importa casi 8 millones de toneladas de trigo por año y que nuestro país le vende 85% de ese total.
Además, sería importante que los productores atiendan con más precisión las recomendaciones de los técnicos que están vaticinando serios problemas que van a aparecer en corto plazo por el aumento discriminado de la siembra de la soja en detrimento del trigo.

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