Granos en caída, pero aún subsisten factores alcistas

El último informe del USDA tuvo efecto alcista sobre el mercado granario.

La debilidad de las cotizaciones de los granos de las últimas semanas, como consecuencia de la fortaleza del dólar en las plazas mundiales, se vio además afectada por la mejora en las condiciones climáticas en las principales zonas productoras de los Estados Unidos y por el enrarecido ambiente en las principales plazas financieras mundiales. Aun así, persisten factores alcistas, principalmente surgidos desde Sudamérica.

Las expectativas de algunas mermas en la producción como consecuencia de la ausencia de humedad en el mes de agosto dieron paso a precipitaciones generalizadas, que resultaron ser en gran medida el legado del huracán Gustav. Aunque la cosecha norteamericana no vaya a ser materialmente más amplia por estas precipitaciones, tampoco se reducirá más. El ciclo del maíz ya está prácticamente finalizado, en tanto que la soja cumple en algunas zonas el último tramo de su etapa de llenado de granos. El mercado internacional de granos sigue, por el momento, vinculado en su tendencia a algunos de los siguientes factores:

1. La fortaleza del dólar. En esta plaza siguen registrándose las mejores cotizaciones del año, y los objetivos más optimistas a lograr a fin de año en relación con la cotización del euro ya han sido ampliamente superados tres meses antes de las predicciones. La divisa norteamericana perforó el área de 1,40 contra el euro con suma facilidad.

2. La persistente debilidad de los mercados de energía. Nuevamente, el crudo siguió debilitándose, aproximando su cotización a los u$s 100 por barril, una meta también impensada dos meses atrás.

3. La creciente preocupación en torno al clima financiero en los Estados Unidos, amenazada por los efectos de una posible recesión y los efectos colaterales que ello traería aparejado a otras economías, particularmente la europea.

4. La persistente liquidación de posiciones previamente compradas en granos por parte de los fondos índice y la liquidación de especuladores privados, que perciben un cambio de tendencia en estas plazas.

5. Las recientes lluvias en el medio oeste estadounidense, que terminaron con la preocupación que en este sentido tenían los operadores de Chicago.

6. También se registraron precipitaciones en el nordeste de China, factor que permite comenzar a confirmar una buena campaña en ese país. También es probable que el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) esté sobreestimandoen sus informes periódicosel nivel de importaciones chinas.

Aun bajo este escenario negativo para las cotizaciones, subsisten potenciales factores alcistas en la plaza.

Algo de lo que no se viene hablando mucho en el mercado internacional es la adversa situación climática que se viene manifestando en la Argentina. Esta circunstancia apenas resulta destacada en los cables del exterior que soslayan la posibilidad cierta de caídas en las áreas previstas de siembra, de no mediar un cambio en la actual situación.

También hay pronósticos de caída del área de siembra de soja en Brasil como consecuencia de los elevados costos de producción y la necesidad de financiamiento de los productores de ese país. La reciente baja de la oleaginosa acentuó aún más este inconveniente.

Proyección

En el último día de la semana, el USDA reportó su informe mensual de oferta y demanda. Para maíz, proyecta en los Estados Unidos una campaña de 306.64 millones de toneladas. El mercado aguardaba, en promedio, una estimación de 308.66 millones de toneladas. En el informe de agosto, la proyección alcanzó los 312,12 millones de toneladas y en la campaña anterior la producción totalizó 332.08 millones de toneladas.

Los rendimientos esperados a nivel nacional se ubican en los 9.555 kilos por hectárea, y el mercado esperaba recibir una cifra de 9.622 kilos por hectárea.

Merma

Para el cultivo de soja, el USDA estima que Estados Unidos alcanzarán los 79,85 millones de toneladas. Los operadores aguardaban con anterioridad a este informe una proyección de 80,7 millones de toneladas, con rendimientos de 2.703 kilogramos por hectárea. El informe del mes anterior acusó una producción de 80,91 millones de toneladas y en la campaña del año anterior se produjeron 70,35 millones de toneladas. Los rendimientos promedio de este informe fueron de 2.692 kilos por hectárea.

Para la Argentina, el USDA proyecta una campaña de maíz, para el próximo ciclo 2008/09 de 19 millones de toneladas, una merma de tres millones en relación con el informe del mes pasado. Para la campaña de soja, proyecta una producción de 50,5 millones de tonelada, un millón por encima de la estimación de agosto. Finalmente, el USDA estima que la Argentina logrará una cosecha de trigo de 12,5 millones de tonelada, un millón menos que lo previsto en el mes anterior.