«Ningún negocio crece sostenidamente en el mundo sin un marco macroeconómico y político estable y confiable, y sin un plan estratégico que plantee objetivos alcanzables, además de la infraestructura necesaria que permite lograrlos», sostuvo ayer la Fundación Producir Conservando, a través de Gustavo Oliverio y Gustavo López, quienes pronosticaron que la Argentina estaría en condiciones de producir 122 millones de toneladas de granos durante la campaña 2015/16. Esto implicaría un volumen de 10.000 millones de dólares y se duplicaría el valor bruto de la producción, a 21.000 millones de dólares.
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«La agricultura crece casi en forma ininterrumpida, desde hace más de 30 años, en área sembrada y rendimientos en todos los cultivos y ello lleva al logro de cosechas que se superan año tras año», indicaron ayer cerca de mil asistentes al XVI Seminario anual de la Fundación Producir Conservando.
«El crecimiento de la demanda mundial de alimentos registrada en los últimos años, sumado a la incorporación de los biocombustibles a la nueva matriz energética mundial, promueve un escenario de precios favorables para los commodities agropecuarios a corto y mediano plazo.» A cinco años de la primera proyección realizada, por Oliverio y López, el cambio en las tendencias de áreas sembradas y rendimientos del último quinquenio obligó a revisar la metodología y plantear cuál es el escenario probable para los próximos años.
Se indicó que «tomando el último trienio en área; asumiendo las tasas de crecimiento de rendimientos del último quinquenio y tomando el criterio de sustentabilidad, a través de mantener una relación 2,5:1 en área sembrada entre oleginosas y cereales, llegamos a un total a sembrar para 2015-2016 de 37,3 millones de hectáreas frente a las 29,2 millones promedio de 2004-06 y a un total de producción esperable de 122 millones de toneladas, frente a las 77,3 millones promedio 2004-06.
«El lograr 122 millones de toneladas en 2015 permitirá, a través del valor agregado local que se realice transformando granos en aceites, derivados de la molienda y subproductos; mejorar el valor bruto de la producción y a la vez generar una enorme y genuina cantidad de empleo en estas nuevas actividades», dice el informe.
Sin embargo, para cumplir el objetivo hay que superar ciertos osbtáculos de infraestructura, sustentabilidad en los sistemas de producción y generar instrumentos de política comercial.
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