24 de julio 2007 - 00:00

Prevén años positivos para el agro

Los próximos 10 años serán favorables para las exportaciones de cereales yderivados de la soja, pero no tan buenos para la ganadería.
Los próximos 10 años serán favorables para las exportaciones de cereales y derivados de la soja, pero no tan buenos para la ganadería.
Los próximos diez años serán positivos para el sector agrícola argentino, con tendencias favorables para las exportaciones de cereales y derivados de la soja, pero no tan buenos para la ganadería, según un informe del IERAL, de la Fundación Mediterránea.

Las tendencias y proyecciones de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) coinciden en que el clima para la inserción internacional será de bonanza. Para 2017 se espera que las exportaciones locales de maíz serán 83 por ciento superiores a las actuales, mientras que las exportaciones de trigo aumentarán 58 por ciento; en tanto, las de harina de soja lo harán 32 por ciento y las de aceite de soja 30 por ciento.

  • Exportaciones

  • Sin embargo, en los últimos años del período analizado las ventas al exterior no presentarán un crecimiento significativo. Por otra parte, los embarques de porotos de soja bajarían cerca de 13 por ciento por la caída en los saldos exportables a raíz de la mayor demanda interna, resaltó la publicación.

    En tanto, las ventas al exterior de carne vacuna cerrarían el ciclo analizado con una caída de 5,2 por ciento respecto de las exportaciones registradas en la actualidad.

    En lo que hace a la demanda a nivel internacional, se espera que el consumo de todos los productos agroindustriales importantes para el país, a excepción del trigo, crezca en los próximos diez años.

    Los aceites, las harinas y los productos lácteos tienen las mejores proyecciones en lo que hace a este frente, indicó el trabajo.

    Por caso, se prevé que el consumo de aceites vegetales crezca a un promedio anual de 2,8 por ciento, el de leche en polvo a 2,5 por ciento anual y el de harinas oleaginosas a 2,3 por ciento anual.

    Dentro de las carnes, la aviar aparece mejor posicionada, con un crecimiento de 1,9 por ciento; le sigue de cerca la porcina, con 1,8 por ciento; y la carne vacuna, con 1,6 por ciento.

    Según el informe, las buenas estimaciones se deben a una mayor demanda de alimentos para consumo humano por el crecimiento, en particular, de los países en vías de desarrollo.

    Además, se basan en una mayor demanda de granos y derivados para la producción de biocombustibles, que -para ambas instituciones- serán determinantes de los resultados de los mercados agropecuarios en los próximos años.

    La mayor producción de biocombustibles impactará sobre los cereales, el azúcar, las oleaginosas y los aceites, dado que cuentan con las condiciones técnicas y económicas para ser usados como insumos en la producción de energía.

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