14 de enero 2004 - 00:00

Terminó cosecha de girasol: cayó 12,5%

Con los últimos lotes implantados en el sudeste de Buenos Aires, se da por finalizada la siembra de girasol correspondiente al ciclo 2003/ '04.

Se sembraron 2.075.000 hectáreas con girasol, contra las 2.304.000 hectáreas cultivadas el año anterior -10% menos-. En relación con la posible cosecha, se estima una producción de alrededor de 3.316.000 toneladas. Contra las 3.780.000 toneladas recolectadas el año pasado, el volumen de producción disminuiría 12,5 por ciento.

• Clima

Lamentablemente, los inconvenientes estuvieron a la orden del día, ya que las inclemencias y la falta de precipitaciones generaron demoras y trastornos para la preparación cultural de los terrenos y la posterior siembra. Es así que a pesar de que en algunas zonas se pudo sembrar con bastante humedad edáfica, hoy las plantas comienzan a tener inconvenientes en su evolución por la falta de lluvias.

El sur de Córdoba, el este de La Pampa y el oeste de Buenos Aires, nuevamente comenzaron a sufrir la falta de precipitaciones, con el agravante de las altas temperaturas y los fuertes vientos calientes, generando una rápida evaporación de la humedad del perfil de los suelos. En el caso de las provincias de Santa Fe y de Entre Ríos, las últimas lluvias caídas trajeron cierto alivio, ya que de no haber ocurrido, la situación de los cultivares de girasol se vería hoy seriamente comprometida. En tanto, los productores de las zonas del centro, norte y sur de Buenos Aires gozan de especial suerte ya que les ha llovido correctamente, dando impulso al nacimiento de las plantas, sin presencia de ninguna plaga que ataque los cultivos. En las provincias del norte argentino -Santiago del Estero y Chaco-, ya comenzó la zafra, que con rindes aceptables avanza lentamente. Desde el aspecto del mercado, los productores no venden ni ponen precio al girasol futuro, por temor de no poder cosechar los volúmenes comprometidos.

A pesar de que los actuales valores son por demás atractivos, los chacareros esperan que las máquinas entren en los campos y en ese momento recién, con las semillas en los carritos, tomarán la decisión de qué hacer con su girasol.
Hoy la oleaginosa en cuestión cotiza a 205 dólares por tonelada, para la posición marzo de 2004 en el Mercado a Término de Buenos Aires. Y esto ocurre a pesar de que bien saben los productores girasoleros que la presión de oferta en plena cosecha, por lo general, hace que los valores se depriman. Porque el girasol es un grano que no se puede almacenar mucho tiempo -al menos en los campos-, ya que a medida que pasan los días, la materia grasa baja y por ende disminuye las posibilidades de cobrar bonificación por esto.

Generalmente, en el momento de la cosecha, los productores venden a precio hecho -se entrega y se cobra o se hacen contratos a fijar precio -se entrega y se le pone precio más adelante, cobrando en ese momento-. De esta forma se intenta «mover» la mayor cantidad de la oleaginosa a los destinos habituales, que son las fábricas de aceite.

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