1 de septiembre 2010 - 00:37

Argentina ganó sin sobresaltos y ya piensa en Serbia

Pablo  Prigioni y Carlos Delfino saludan a su gente luego de la cuarta victoria consecutiva.
Pablo Prigioni y Carlos Delfino saludan a su gente luego de la cuarta victoria consecutiva.
Argentina cumplió los pronósticos y se deshizo, aunque de nuevo con apuros, de la debutante Jordania (88-79), en Kayseri, en la 4ª jornada del grupo A del Mundial de básquetbol de Turquía, con lo que se jugará el liderato de la llave mañana ante Serbia.

Los dos grandes favoritos llegan a la última jornada con la posibilidad de terminar en cabeza, antes de su enfrentamiento directo, con lo cual el ganador tendrá como 'premio' enfrentarse al cuarto del grupo B, en un cruce teóricamente más cómodo, a pesar de las opciones de croatas o brasileños.

Los jordanos, por su parte, quedan hundidos en las profundidades de la llave, con cuatro derrotas en otros tantos partidos, y ya sólo pueden tratar de salvar el honor, en el último enfrentamiento contra los alemanes.

El pivote Román González volvió a tener que suplir a Fabricio Oberto, en recuperación de la gastroenteritis que le ha tenido apartado del equipo en los tres últimos partidos, desde que en la mañana del domingo amaneciera con fiebre y problemas estomacales.
Su aporte volvió a ser destacado, sobre todo por su presencia bajo el aro, ganando a menudo la batalla en el rebote, aunque el equipo volvió a adolecer de la falta de acierto de la que ha dado muestras a lo largo del torneo.

Argentina acumula victorias, pero falla a la hora de liquidar los partidos, como ha reconocido su técnico Sergio Hernández, que teme que eso le pase factura ante rivales de mayor envergadura, ante la inminencia de las rondas decisivas del torneo, con duelos a cara o cruz.

Como en el anterior compromiso ante los angoleños, el equipo controló el marcador en todo momento, llegó a irse con más de diez puntos arriba, pero una defensa débil y el nerviosismo en la circulación del balón permitieron al rival acercarse hasta los seis puntos al término del tercer cuarto.

Sin embargo, el equipo no se dejó sorprender, a pesar de que dos robos de balón a falta de siete minutos acercaron a los jordanos, guiados por un rapidísimo Zaid Abbas, hasta tres puntos, antes de que la conexión Luis Scola-Carlos Delfino volviera a ser decisiva en los minutos finales.

'Luifa' se echó el equipo a los hombros, en un duelo donde su aportación en el rebote defensivo fue clave, sobre todo en esos minutos de máxima tensión, mientras que el alero de los Bucks de Milwaukee clavó un triple a falta de tres minutos, cortando en seco la reacción de los jordanos.

Scola terminó el encuentro con 30 puntos (13 rebotes), después de los 31 y los 32 firmados ante australianos y angoleños en los anteriores compromisos, mientras que Delfino volvió a ejercer de escudero de lujo, con 18 unidades, que pudieron ser más si hubiera estado más acertado en los triples (4 de 12).

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