25 de agosto 2010 - 11:48

Estudiantes perdió pero quedó bien parado

Hernán Barcos marcó dos goles y amarga a Estudiantes.
Hernán Barcos marcó dos goles y amarga a Estudiantes.
El actual campeón de la Copa Sudamericana, la Liga Deportiva Universitaria de Quito (LDU), venció por 2-1 a Estudiantes de La Plata, en la ida de la final de la Recopa Sudamericana, en una final llena de emociones fuertes en la que se impuso lo táctico.

Los equipos empezaron con planteamientos similares, como midiendo distancias, sin hacerse mayor daño. Sin embargo, a los siete minutos, LDU ya se mostraba con una jugada de fantasía de Christian Lara, quien habilitó al goleador Hernán Barcos, que la tocó de primera para Paul Ambrossi. Pero éste se tropezó en el área y dejó la pelota para el arquero Taborda.

Apenas un minuto más tarde, un centro perfecto del mismo Lara llegó preciso a la frente de Barcos, quien la mandó a guardar, haciendo vibrar a todo el estadio. Con el 1-0, la Liga ganó confianza y empezó a manejar el partido.

No obstante, a los 12 minutos, a la salida de un tiro libre por izquierda, la pelota cayó en el centro del área defendida por Domínguez y el zaguero argentino Marcos Rojo no perdonó para igualar el encuentro.

El partido ganó en intensidad, con un ida y vuelta emocionante. A los 17 minutos, Barcos recuperó la pelota en el borde del área, la escondió evitando a dos defensores y marcó un golazo espectacular que provocó un estallido de júbilo en las gradas. Se veía un 2-1 y la tranquilidad para los "albos" que, con la ventaja, lucieron más cómodos.

En todo caso, Estudiantes terminó el primer tiempo de pie, con un grito de gol ahogado cuando Domínguez soltó un balón en el área chica y Leandro González no pudo definir, solo, frente al arco.

Una final bien jugada en su primera parte, con dos equipos que entregaron todo por ir hacia adelante. En el segundo tiempo, Estudiantes dominó las acciones, ante un desconocido LDU, que no logró encontrar su mejor funcionamiento en el medio campo. La figura de Juan Sebastián Verón, con toda su experiencia, se impuso en la segunda etapa, controlando el manejo del balón y poniendo en peligro al equipo local.

Estudiantes se acercó en varias ocasiones por medio de Leandro Benítez y Leandro González. Mientras tanto, LDU tuvo un par de llegadas en las que Lara, a los 67 minutos, y Barcos, a los 68, estuvieron a punto de aumentar la cuenta.

El juego se tornó por momentos fuerte y hasta violento, con acciones duras por parte de los argentinos, aunque el árbitro Silvera consideró que no merecían amonestación. Destacó, en este sentido, el conato de incidente entre Benítez y Patricio Urrutia, quienes por poco se fueron a las manos en una jugada sin trascendencia.

El 2-1 final es buen negocio para Estudiantes, pero el mito de la Casa Blanca sigue vigente: LDU siempre se impone en su cancha en las instancias finales, aunque sea por una diferencia mínima.

El árbitro central del cotejo fue el uruguayo Roberto Silvera, acompañado de sus compatriotas Carlos Pastorino y Miguel Ángel Nievas en las líneas.

Estudiantes recibirá a la Liga en el nuevo estadio de Quilmes, el próximo jueves 9 de
septiembre en el partido de vuelta de la final de la Recopa Sudamericana.

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