El defensor del Barcelona, Gerard Piqué, defendió a su técnico, Luis Enrique, y recordó que cuando el entrenador firmó por el equipo azulgrana, éste estaba "en la mierda". Justamente, el antecesor del andaluz fue Gerardo Martino, quien apenas duró un año en el club catalán y se fue tras perder la Liga Española en la última fecha ante el Atlético de Madrid.
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"Cuando llegó Luis Enrique estábamos en la mierda absoluta. Me gustaría que nos acordáramos de todo el trabajo que hizo con nosotros y todo lo que dejó en su época como jugador. Estamos a muerte con él", aseguró en un acto promocional para desmentir una eventual mala relación entre el vestuario y el entrenador.
Piqué censuró los abucheos de la hinchada al juego del equipo. "Puedo entender el descontento, pero no estoy de acuerdo en cómo se manifiesta. No puedo entender los silbidos, que la memoria sea tan corta. Son 8 de 10 títulos (ganados) con este entrenador. Intentemos ser más que un club cuando vienen las malas. Cuando celebramos, celebramos todos. Cuando sufrimos, también", declaró.
Eso sí, el central del Barcelona reconoció que el momento de juego "es superable" después de constatarse la existencia de un bache.
"Llevamos un mes o un mes y medio sin jugar al fútbol que acostumbramos. Debemos recuperar nuestro juego. Nos está costando más de la cuenta. Tenemos opciones en las tres competiciones, aunque en la Champions es muy, muy difícil. Más que ganar o no ganar, lo importante es jugar a lo que sabemos jugar. Tanto el entrenador como el equipo estamos centrados en ello", aseguró.
Piqué insistió en pedir ayuda a la hinchada para superar el mal momento. "El mensaje es que estamos vivos. En Liga siento que tenemos opciones de ser competitivos hasta el final. En Champions, pido que la gente vaya al campo. Si remontamos, se quedarán jodidos en casa. Y en Copa, estamos en la final contra el Alavés, al que tengo cariño pero esperamos ganarle", consideró.
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