24 de abril 2019 - 21:12

Dos días de huelga (30A y 1M), con una CGT dividida: se paralizan transporte y servicios y se activa la Iglesia

La semana próxima unas 1.000 organizaciones sindicales, sociales y políticas paralizarán sus actividades en reclamo de mejores condiciones laborales y económicas.

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La espuma gremial sube rápido y crece la amenaza de desborde. La semana próxima unas 1.000 organizaciones sindicales, sociales y políticas paralizarán sus actividades en reclamo de mejores condiciones laborales y económicas.

La doble jornada de paros generales que enfrenta la Argentina para el martes 30 de abril y el feriado miércoles 1 de Mayo volverá a poner al Gobierno de Mauricio Macri en el centro de los reclamos y las quejas de los trabajadores. Por carriles separados, atomizado por intereses personales y electorales, el movimiento obrero retoma la huelga general como única herramienta de presión para lograr un giro en las políticas de Cambiemos, pero sin la convocatoria oficial de la CGT.

El 30A los Moyano y sus 70 gremios aliados en el Fresimona, la Corriente Federal de Trabajadores (CFT), las 850 organizaciones de la Multisectorial 21F, las dos CTA de Hugo Yasky y Pablo Micheli y los movimientos sociales paralizarán las actividades en las principales ciudades del país. Rechazan la reforma laboral en carpeta; piden recomponer salarios y cambiar la política económica; repudian el acuerdo con el FMI; quieren la emergencia alimentaria y retrotraer las tarifas; exigen un aumento a las jubilaciones, y reclaman la defensa de la industria nacional.

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Al sindicalismo opositor se le sumará el más combativo enrolado en el Movimiento de Agrupaciones Clasistas, la CTA- Autónoma “Perón” de Ricardo Peidró, las pymes de Cgera y Apyme y las partidos de izquierda, como PTS, Izquierda Socialista y Partido Obrero.

Además, se adhieren 55 delegaciones regionales de la CGT muy disconformes con las conducciones de sus gremios en Capital. Todos actuarán bajo el lema del 30A: “Para evitar la desintegración de la Patria”. El alineamiento de las "bases" a las andanzas moyanistas reflejan el nivel de segregación de la principale central obrera.

Servios paralizados

El martes no habrá recolección de residuos; atención bancaria, en dependencias estatales, judiciales y hospitalarias; transporte de mercaderías, caudales y combustibles; vuelos internacionales o de cabotaje; clases en jardines, escuelas primarias y secundarias y facultades públicas y privadas; servicios de emergencias por cortes de luz; subtes; trenes en el ramal Sarmiento; servicios en automotrices, concesionarias y la industria metalmecánica; reparto de diarios y revistas; actividades en cientos de pequeñas industriales y otras como FATE, Coca-Cola, SIAM, PepsiCo, Modelez-Kraft, MadyGraf(ex-Donnelley), entre otras multis; buques pesqueros; ni recarga de SUBE en kioscos desde el lunes.

También se resentirán las tareas de los trabajadores gráficos, de televisión, previsionales, farmacéuticos, molineros, empleados municipales, aceiteros, refinadores de maíz, algunos sectores rurales, curtidores y de Vialidad Nacional.

Los Moyano creen que llegó la ahora de desmotrar que la contundencia de una medida no necesariamente la garantizan la falta de transporte público. Por las dudas, se preparan cortes de calles en los accesos a la Ciudad.

Como anticipó ámbito.com el 11 de abril pasado, el paro será con movilización, acto y discursos. Este jueves se terminará de definir los puntos de concentración de cada columna. Al mediodía Camioneros concentrará junto a CTAs y piqueteros en Av. de Mayo y 9 de Julio, para luego marchar a Plaza de Mayo.

La huelga “general” de los Moyano no cuenta con el respaldo del Consejo Directivo de la CGT, ni de la CATT y carece de legalidad. Para sortear una esperable impugnación de la Secretaría de Trabajo y las consecuentes sanciones, padre e hijo camionero importaron apeos a la protesta desde Londres, donde la cúpula de la ITF -que el propio Pablo Moyano integra-, ofreció un “apoyo inquebrantable”.

La Iglesia activa

Sin embargo, el espaldarazo más destacado provino de la jefatura de la Iglesia católica argentina. En los últimos días el titular de la Conferencia Episcopal (CEA), Oscar Ojea, se mostró muy cerca del sindicalismo opositor. El martes 16 Ojea se sentó junto a Ricardo Pignanelli y Julián Domínguez a presentar el libro “Salvados por Francisco”, de Aldo Duzdevich, en el salón del Smata donde el plenario de las regionales de la CGT llamó formalmente al paro. “Estoy en confianza”, confesó el monseñor, y contó una vieja anécdota y un sueño de febrero de 2013, los días previos en que Jorge Bergoglio fue ungido Papa en Roma. “Es el líder mundial más combativo y el que más defiende a los trabajadores”, sintetizó el monseñor ante los mecánicos.

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Melancólico y emocionado, Pignanelli celebró entre bocanadas de humo el relato de Duzdevich y rememoró los días de plomo de los setenta. “Nosotros sabemos lo que fue la dictadura, nos ponían contra la pared, nos llevaban en cana, nos metían en el cofre”, evocó. “En democracia nos pegaban por derecha y nos decían que nosotros habíamos tenido la culpa, y por izquierda que habíamos entregado a los compañeros. Pero nosotros sabemos lo que vivimos”, reforzó.

Delante de Ojea, Pignanelli reveló que mandó a bendecir por Francisco 60.000 cruces con la leyenda “Tierra, Techo y Trabajo", agitó la contundencia del paro y adelantó que se organiza una masiva procesión político-gremial a la Virgen de la San Nicolás con las cruces al cuello. “Instalan el populismo para tapar el peronismo”, se quejó, y abogó por un mayor apego a la doctrina social de la Iglesia.

El viernes siguiente, en otro gesto de activación, el titular de la CEA encabezó una misa con Vía Crucis junto a dirigentes del Smata y la CGT Norte contra los salarios injustos, la exclusión laboral y el trabajo no reconocido.

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Otra señal eclesiástica se generó con la visita del titular de la Pastoral Social, Jorge Lugones, a la CGT este miércoles. Sindicalistas y religiosos coincidieron en denunciar la "cruda realidad" que provocó el plan económico macrista.

Día Internacional del Trabajador

El Primero de Mayo (1M) para la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte. La CATT es una organización de tercer grado reconocida por el Estado nacional, con más de 30 sindicatos y federaciones agrupadas y cuenta con la legalidad para hacer una huelga general. Como si fuera poco, la CATT logró el sostén explícito de los dos secretarios generales de la CGT. Es el mismo sostén que rehusaron a los Moyano. En breve se conocerá documento de apoyo del Consejo Directivo, con referencia al día del trabajo.

Al frente de 1M se ubica Juan Carlos Schmid, pero detrás de la movida aparecen de inmediato el ferroviario Omar Maturano y el colectivero Roberto Fernández. Reclaman la eximición del Impuesto a las Ganancias en el sector. El feriado no habrá colectivos ni trenes, pero sí aviones. “El sector aeronáutico para el 30A. Los aeronáuticos no sufren las mismas cuestiones que el sector automotor y ferroviario de horas extras y los descuentos de Ganancias”, aclararon fuentes gremiales. Marítimos, portuarios y navales tampoco se ven muy perjudicados por el tributo, ya que cuentan con regímenes laborales específicos, con guardias por turnos y días. Igual, adhieren.

“Los feriados los ferroviarios y autotransporte están obligados a prestar servicios y reciben horas extras en blanco, pero luego le retienen Ganancias y terminan ganando lo mismo o menos. Laburan para que el Estado se lleve la plata. Esto es lo que no se entiende”, braman en la CATT.

Schmid y Maturano definen por estas horas si organizan para el próximo miércoles un plenario en el Teatro Empire de La Fraternidad u otro lugar, para evaluar los efectos de la huelga y los próximos pasos. “Todavía están negociando”. En las próximas horas la CATT despachará una circular interna con la orden de no prestar servicios el feriado. “Los ferroviarios están obligados a no parar el 30, no por una cuestión política, sino porque el Gobierno se los prohíbe”, advierten. Solo el "Pollo" Sobrero desacata.

El Gobierno nacional dictó este martes la conciliación obligatoria en el marco del conflicto paritario de los ferroviarios y el paro sectorial descartado para este jueves. La medida regirá por 15 días, pero Maturano y Sergio Sassia, de la Unión Ferroviaria, aclararon que no alcanza al 1M. “Acatamos la disposición legal impuesta, lo que no implica acatar el llamado a no prestar servicio para el 1 de Mayo dispuesto por la Confederación”, subrayaron.

En el Día del Trabajador, el Fresimona y el 21F no se quedan de brazos cruzados. Los máximos dirigentes acompañarán a los movimientos sociales en el armado de 280 ollas populares en el Monumento al Trabajo, en Paseo Colón e Independencia, a metros de la sede de Azopardo de la CGT de Héctor Daer y Carlos Acuña.

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