3 de abril 2006 - 00:00

Ahora Moyano amenaza con dejar sin plata a bancos

El gremio de los camioneros vuelve a amenazar la actividad normal de un sector, en este caso el bancario. Es una demostración de fuerza que se hace adrede en medio de la negociación paritaria, pero que en el ínterin provoca trastornos como falta de efectivo en cajeros automáticos y, de continuar, problemas con el clearing de cheques. El mecanismo del clan Moyano es el habitual y que ya derivara en aumentos salariales muy por encima del que empresas pueden otorgar. El final, de mantenerse las medidas de fuerza, es inevitable: traslado de aumentos a precios. Lo más preocupante es que sería esto el inicio de un largo camino con la extensión inminente de este accionar a recolección de residuos y correo.

Carlos Tomada
Carlos Tomada
Ya durante el fin de semana comenzó a faltar dinero en algunos cajeros automáticos debido a las medidas de fuerza que adoptaron los choferes de camiones de caudales enrolados en el sindicato de camioneros. Esto obviamente se agudizará hoy ya que no se repusieron los fondos correspondientes al fin de semana, tratándose además de principio de mes que es cuando se deposita la mayoría de los sueldos del personal bajo relación de dependencia.

El conflicto se enmarca, irónicamente, dentro de la negociación de la paritaria que lleva a cabo el gremio de camioneros comandado por Pablo Moyano, quien planteó un aumento de $ 260 -en realidad es incorporar al básico una suma no remunerativa otorgada en noviembre 2005-, sobre esto un incremento de 28%, más mejoras en las condiciones laborales.

Según el dirigente los empresarios sólo aceptaron negociar las condiciones de trabajo del convenio colectivo que regulan la actividad que nuclea varias ramas, no sólo transporte de caudales, sino también recolección de residuos, combustibles, transporte de cargas y correo, por ejemplo.

Al respecto sobre el cierre de la semana pasada hubo incidentes entre el gremio y las empresas OCA y Juncadella, lo que terminó en un quite de colaboración por 48 horas de los choferes que culminaría hoy.

En declaraciones Moyano defendió el reclamo del aumentosalarial y advirtió que la fecha clave será cerca de Semana Santa cuando se reúna el plenario del sindicato y analice adoptar medidas de fuerza generalizadas en todo el país y en todas las ramas vinculadas al gremio.

Pero según los empresarios el reclamo salarial es desmedido y puede significar un incremento de 100% en las remuneraciones, lo que sería inviable para las compañías.

Representantes del sector recordaron que sobre fines del 2005 ya se había acordado un aumento de $ 260 no remunerativo.

El sábado último los choferes de camiones de caudales iniciaron un paro nacional de 48 horas que afectó el transporte de dinero de los shopping, los teatros, las canchas de fútbol y los cajeros automáticos, entre otros servicios. «Si no hay avances en la negociación salarial podríamos extender la protesta, junto a otras medidas de fuerza, al resto de las ramas del sector», advirtió Moyano. La modalidad del reclamo comenzó a tomar forma el martes pasado, cuando fracasaron las negociaciones que se desarrollaban en el Ministerio de Trabajo entre el sindicato de camioneros y las cámaras empresarias del sector.

  • Oposición

    «El básico es de $ 904, pero se le suman varios adicionales que dan salarios promedio de $ 2.200», detalló Moyano a este diario y precisó que «las cámaras de transportes del interior del país son las que más se oponen a los aumentos». Según indicó el dirigente gremial, «las empresas quieren retirar los $ 260 y negociar sólo algunas mejoras en las condiciones laborales». El director nacional de Relaciones Laborales, Jorge Schuster, convocó a ambas partes a una nueva audiencia el próximo jueves a las 17. La presión de los camioneros, que constituyen el caso testigo para las próximas paritarias, choca de lleno con las aspiraciones del gobierno de restringir los reclamos salariales a 15% promedio. En los próximos días se espera que el gobierno convoque al Consejo del Salario para descomprimir las tensiones entre los trabajadores que menos ganan, puesto que actualmente el sueldo mínimo está fijado en $ 630 mensuales.
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