Resultó tan evidente el sesgo contrario en el exterior, en especial, en un índice brasileño que resultó víctima de una golpiza bursátil, con 3,2% de caída, que ya el Merval no tuvo más que plegarse a la reaparición de onda negativa con que se había abierto la semana en el mundo. Apenas como nota de color quedó la rueda anterior, donde se había mostrado cierta suma favorable en el índice -muy endeble en negocios- borrada de inmediato con el paso de los signos adversos en el desarrollo de la víspera.
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Y el indicador porteño reconocióun máximo fugaz de 1.672, que en le otra punta asumió caída hasta el piso de 1.642 puntos: con clausura levemente mejorada, hasta 1.648. En porcentaje, 1,2% de retroceso. Donde nada varió demasiado, mostrando la misma extrema delgadez previa, fue en el total negociado en nuestro recinto. Nada más que $ 26 millones de efectivo, sólo un par de millones por debajo del martes, para una franja de mercado que solamente cubrió 6% en acciones.
Un dato adicional revela que en «cauciones», el modo de seguir financiándose a la espera de tiempos mejores, el total llegó a $ 122 millones y con fuerte presencia en los totales globales. Un 27% es lo que se realizó en esa franja. Las líderes del ponderado acusaron recibo del día, con baja de algo más de 1% en Tenaris -bastante sobria- y unos 186.000 papeles, Acindar dio la vuelta, después del alza anterior, devolviendo casi 2% de lo obtenido. Galicia como Tenaris, 1% de merma, y depegándose de todo la plaza de Capex que partió hacia arriba con 9,6%: estupendo. Fecha donde lo externo impregnó todo, aunque era difícil volver a sostener el signo aquí con tan escasa energía. Y la Bolsa espera...
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