BM sobre la Argentina: "El fin del mundo no durará mucho"
El vicepresidente del Banco Mundial para América latina, David de Ferranti, renovó el apoyo a la Argentina en una entrevista con el diario español "El País". "Estamos listos para ayudar", dijo el funcionario, y estableció que aportes para la salud, la educación y los servicios básicos son las máximas prioridades, seguidos por la recomposición del sistema bancario. De Ferranti aportó un dato sorprendente: el gobierno de Eduardo Duhalde todavía no usó fondos para planes sociales puestos a disposición en marzo pasado, y en el Banco Mundial nadie se explica por qué. El entrevistado adelantó incluso que hay más dinero para esos fines. El funcionario criticó la gestión de Domingo Cavallo y aconsejó a los inversores que permanezcan en el país "porque el fin del mundo no dura mucho tiempo". Veamos los tramos más interesantes.
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David de Ferranti: Después de la reciente visita a Washington del ministro argentino de Economía, Roberto Lavagna, hay más posibilidades de que se cierre un acuerdo entre el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el gobierno argentino en las próximas semanas. Ese pacto permitiría un flujo importante de recursos hacia aquel país. Nosotros estamos listos para no perder el tiempo en cuanto se produzca ese acuerdo.
P.: ¿Qué tipo de ayuda tienen preparada en el Banco Mundial?
D. de F.: Hay necesidades muy urgentes de medicinas y de libros para las escuelas: la prioridad serán la educación y la salud. Ya hemos aprobado el desbloqueo de 100 millones de dólares del Banco Mundial para esa finalidad, que estaban previstos desde el ejercicio pasado y que todavía no han sido utilizados por la Argentina. El gobierno de Buenos Aires tiene esa ayuda a su disposición desde el pasado mes de marzo, y cuando se agote el dinero, aportaremos más. La segunda prioridad es la ayuda técnica y financiera al país para que repare y restablezca los servicios esenciales, por ejemplo, el suministro de agua.
P.: Muchas empresas españolas han sido golpeadas por la situación económica de la Argentina, sobre todo, los principales bancos.
D. de F.: La banca y el sector financiero en general son la tercera prioridad en el sistema de ayudas que estamos contemplando. La banca ha sufrido un desastre en la Argentina y es crucial que vuelva a funcionar. Esto depende de lo que el actual gobierno pueda hacer. Necesitamos varias semanas más hasta ver los resultados de la política adoptada para salir del «corralito».
P.: En la Argentina no se entiende que ahora, que es cuando más se necesita la ayuda económica, y usted acaba de detallar tres prioridades con un amplio contenido social, haya que esperar.
D. de F.: Como usted sabe, los dueños del Banco Mundial son 182 países. Nuestro directorio, que representa a los propietarios, nos ha dado instrucciones de no profundizar en la ayuda hasta que se produzca el acuerdo de la Argentina con el Fondo Monetario Internacional. No tenemos autorización para avanzar más rápidamente. Además, el gobierno argentino no ha utilizado todavía los 100 millones de dólares que le mencioné antes.
P.: ¿Cómo se entiende que no se use una ayuda disponible?
D. de F.: Esta sería una pregunta para el gobierno argentino. Ellos se enfrentan a un montón de retos. No es una crítica al gobierno de la Argentina, sino una reflexión sobre la dificultad de gestionar al tiempo tantos frentes.
P.: Se ha demonizado al Fondo Monetario Internacional y al Banco Mundial como culpables de la crisis desatada en la Argentina. ¿Hasta qué punto reconoce usted que ambas instituciones financieras internacionales han contribuido a esta situación?
D. de F.: Hace muchos años que ofrecimos un nivel importante de ayuda a la Argentina, en el bien entendido de que, para recibirla, hay que abordar varias reformas que sólo el gobierno puede obtener. Las limitaciones políticas han impedido a la Argentina conseguir cambios de importancia, y por eso no recibió más dinero. Se lo ofrecimos, pero ellos no hicieron su parte.
P.: ¿Por ejemplo?
P.: ¿Cree justificados los temores de la comunidad financiera internacional a un triunfo de Luiz Inácio Lula da Silva, líder de la principal formación de izquierdas, el Partido de los Trabajadores, en las próximas elecciones presidenciales en Brasil?
D. de F.: Hay mucho nerviosismo en los mercados. Nuestra opinión es que se muestran ahora demasiado pesimistas, así como el año pasado pecaban de optimismo. Es posible que el momento más pesimista ya haya pasado, porque las encuestas muestran que la diferencia entre los dos candidatos (a las elecciones presidenciales) va disminuyendo y hay más información sobre el hecho de que el gobierno ya ha financiado sus necesidades para todo el ejercicio.
P.: Si estuviese usted en el lugar de los bancos y empresas españolas, ¿les recomendaría marcharse o quedarse?
D. de F.: La historia de Latinoamérica, mucho más que en otras zonas del planeta, ha sido de altibajos. Se va a producir una recuperación económica, y la duda es cuándo y con qué fuerza va a producirse. Los inversores deben prepararse para ese momento, antes de que sea demasiado tarde, porque cuando llegue el momento y todo el mundo sepa que las condiciones son buenas, ya será tarde. El fin del mundo no dura mucho tiempo.
P.: ¿Puede detallar sus principales programas de ayuda previstos?
D. de F.: Hace unas semanas hemos aprobado una partida de un billón de dólares de ayuda nueva para Brasil. Querríamos hacer eso mismo con la Argentina.
P.: ¿Todo está condicionado al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional?
D. de F.: Sí.
P.: Pero antes ha dicho que hay 100 millones de dólares disponibles...
D. de F.: Y tenemos listos otros 200 millones de dólares más. Sólo falta la aprobación de nuestro directorio, pero probablemente no tendremos problemas con eso. Y después del acuerdo entre la Argentina y el Fondo Monetario Internacional, se podrá disponer de más dinero.
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