Brasilia (AFP).- Brasil consideraría "lamentable" que Estados Unidos lo excluya de su sistema de preferencias generalizadas (SPG), especialmente si se tratara de una medida de presión por sus posiciones en la OMC, dijo ayer el ministro de Relaciones Exteriores, Celso Amorim.
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Como instrumento de presión, la retirada de Brasil del SPG estaría "mal direccionado" y sería "ineficaz, injusto y contraproducente", declaró Amorim, quien al mismo tiempo aseguró que Brasil "es parte de la solución y no del problema" en las negociaciones de la OMC.
El senador estadounidense Chuck Grassley, que lidera el comité de Finanzas del Senado, afirmó en julio que apoyaría la exclusión de Brasil e India de ese sistema de preferencias, por sus conductas en las fracasadas negociaciones de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Brasil e India lideran el Grupo de países emergentes (G20), que lucha en la OMC contra los subsidios agrícolas de Estados Unidos y Europa.
El gobierno norteamericano anunció a principios de agosto que Estados Unidos había iniciado la revisión de su sistema de preferencias generalizadas, que permite actualmente que 133 países en desarrollo vendan sus productos a Estados Unidos con derechos de aduana reducidos o nulos; ese sistema expira el 31 de diciembre y su continuidad debe obtener consentimiento del Congreso.
El diario económico brasileño Valor divulgó esta semana que la Cámara Brasil-EEUU de Comercio (Amcham) está haciendo lobby en el Congreso estadounidense para evitar que Brasil sea excluido del SPG. Según la información, en 2005 Brasil exportó 3.600 millones de dólares por medio de ese sistema, lo que significa 15% de sus exportaciones a ese país.
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