Melconian criticó la dolarización y anticipó que trabaja en un programa bimonetario

Bajo el paraguas de la Fundación Mediterránea, el economista anticipó que presentará la propuesta a quien gane las elecciones de 2023. Dura crítica a las propuestas de dolarización.

Carlos Melconian.

Al igual que en la década del 90’ cuando el gobierno de Carlos Menem implementó un esquema económico bimonetario para cortar de cuajo la hiperinflación, la Fundación Mediterránea trabaja en un programa económico que contempla el mismo principio.

Así lo afirmó hoy el presidente del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL), Carlos Melconian, durante una presentación en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, en la que estuvo rodeado de empresarios en exclusiva, sin la presencia de dirigentes políticos.

"Tenemos que ir claramente a un nuevo régimen monetario sin esas estupideces que he leído en estos días de sin reservas tener dolarización, un disparate total”, aseguró Melconián en una dura crítica a las ideas lanzadas por el diputado libertario Javier Milei, y el radical de Evolución Alejandro Cacace.

El presidente de la escuela de negocios de la fundación cordobesa le tiró un guiño a la idea de una convertibilidad. Tal como le señaló en más de una oportunidad Domingo Cavallo, el padre de la caja de conversión que funcionó a lo largo de los años 90’, se trataba en rigor de un régimen de dos monedas. Cavallo señaló en recientes exposiciones que lo importante de la convertibilidad era el bimonetarismo y no tanto la paridad de 1 a 1 del peso con el dólar. En aquellos años se podían pactar de manera indistinta transacciones, firmar contratos o contraer créditos tanto en pesos como en dólares.

Según planteó Melconian, el programa que elabora para presentar al próximo presidente que surja de las elecciones del 2023 tiene como principio la idea de que “hay que dar la libertad de elegir y reconocer legalmente la bimonetariedad” de la economía argentina.

Irónico, como suele ser en sus presentaciones, el economista dijo que “el balance del Banco Central es una Iglesia, porque uno va a la Iglesia en un acto de fe”. Señaló que la entidad que preside Miguel Pesce “tiene casi cero de reservas y u$s 70.000 millones de pasivos”

“Todos los que tienen un proceso dolarizador en la cabeza tienen que llamar a Coperfield para ver cómo se dolariza esta economía. Viene Coperfield, hace así (unos ademanes) y arregla el balance del BCRA”, dijo al recordar al célebre mago e ilusionista de los años 90’

Al respecto, consideró que la situación del Banco Central “es un impedimento para un plan de estabilización”.

En otro aspecto, dejó entrever que la idea de un nuevo programa económico tendrá una primera implementación por shock para estabilizar y luego sigue una secuencia de medidas porque considera que es caso de llevarlo a la práctica podría generar confianza por un corto plazo .

Por otro lado, advirtió que “este no es momento para un Remes”, en alusión al plan de salida de la convertibilidad que implementó Jorge Remes Lenicov en 2001, el cual implicó la pesificación de la economía. Al justificar su apreciación, dijo que en ese momento “el país estaba capitalizado”, lo que le permitió evitar una indexación por los siguientes 10 años. Por eso, sostuvo que “hay que tener mucho cuidado con la idea de un plan bomba”.