Tras una semana de fuerte volatilidad cambiaria y luego de que el CCL llegara a un nuevo récord de $340, el Banco Central puso el pasado jueves un límite a la tenencia de Cedear para empresas que busquen seguir accediendo al tipo de cambio oficial y decidió incluir estos activos en el tope de u$s100.000 que pueden tener las compañías. El objetivo que persigue la medida es quitar presión sobre la demanda del dólar financiero.
Límite a los Cedear: prevén sólo un alivio temporal al CCL
A pesar de que pueda calmar las tensiones sobre los dólares financieros en el corto plazo, analistas advierten que la dinámica cambiaria será alcista mientras no se solucionen los problemas macroeconómicos de fondo. El mercado espera que continúe la dolarización de carteras.
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A pesar de que el día posterior el CCL retrocedió 1% como primera reacción, analistas consultados por Ámbito señalan que la medida no traerá más que un alivio temporal y advierten que los problemas macroeconómicos de fondo seguirán impulsando la cotización del dólar.
Juan Pablo Albornoz, analista en Ecolatina, consideró: “El Central puso fecha límite el 18 de agosto a las empresas que tienen acceso al MULC para que desarmen sus posiciones excedentes no solo en Cedear sino también en obligaciones negociables y criptoactivos, para aquellas que en su totalidad excedan los u$s100.000 y no quieran colisionar con su acceso al MULC. Aunque esto podría transitoriamente quitarles presión a los dólares financieros, ante el potencial desarme de carteras, el resto de las presiones cambiarias siguen igual. Incluso, también dependerá de cómo las empresas evalúen el costo de oportunidad de perder acceso al mercado oficial o al dólar financiero por 180 días”.
Juan Manuel Franco, economista jefe del Grupo SBS, señaló que “en el corto plazo, esto podría poner cierto freno a la escalada en las cotizaciones de los tipos de cambio alternativos, aunque para descomprimirlas sostenidamente se necesita volver a anclar expectativas”. Sostuvo que, para ello, se necesitan “medidas fiscales concretas y creíbles”, ya que eso implicaría menor presión sobre las necesidades de financiamiento y por lo tanto sobre las expectativas acerca de la dinámica de la expansión de los agregados monetarios, a la que señaló como “la causa principal de las presiones nominales”, tanto sobre precios como sobre tipo de cambio. “Solo con medidas creíbles y sostenibles en el tiempo que apunten a una estabilización de la macro se podrá conseguir ese anclaje de expectativas en el mercado”, dijo.
En consecuencia, pese a la reacción en el corto plazo, los analistas advierten que la medida no modificará la tendencia dolarizadora. Diego Martínez Burzaco, jefe de estrategia en Inviu, consideró que el límite a los Cedear pone “un parche más sobre la búsqueda de cobertura de esos pesos por parte de las empresas”. Planteó que esas compañías no van a ir a financiar al Tesoro, porque “están huyendo de los bonos y crédito público”. Y apuntó: “La demanda podría canalizarse a activos que tengan cláusula dólar linked u obligaciones negociables de empresas, o evidentemente a la búsqueda de activos que de alguna manera estén ligados a la salida del peso, o también puede ser activos que ajusten por CER, pero emitidos con deuda del sector privado”.
Por su parte, Albornoz concluyó: “Si bien podríamos ver más presiones cambiarias en el mercado informal, ante la incertidumbre que genera la perspectiva de crecientes restricciones cambiarias y las limitaciones a la dolarización en el mercado financiero que no quieren colisionar con su acceso MULC, seguramente veamos que esta incertidumbre se materialice vía actualizaciones de precios más frecuentes y posiblemente con un acortamiento en los plazos de financiamiento para preservar el capital de trabajo”.
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