17 de septiembre 2020 - 00:00

Destilerías: producción cayó 25% en cuatro años y advierten por suba de costos durante la pandemia

Fernando Morales, presidente la Federación Argentina de Destilados y Aperitivos (FADA) remarcó a Ámbito que "la caída del consumo y la presión impositiva producto de la reforma del 2017 afectaron profundamente la productividad del sector entre 2016 y 2020". Además, habló sobre el impacto de la inflación y el dólar durante la pandemia.

El volumen manufacturado del sector de destilados y aperitivos cayó 25% en cuatro años.

El volumen manufacturado del sector de destilados y aperitivos cayó 25% en cuatro años.

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Las empresas vinculadas al sector de destilados y aperitivos sufrieron dos coletazos duros en los últimos años: por un lado durante el Gobierno de Mauricio Macri, con el aumento impositivo y la caída del consumo, y por otro con el aislamiento impuesto por el actual presidente Alberto Fernández a raíz de la pandemia, lo cual elevó los costos productivos. El volumen manufacturado cayó 25% en cuatro años y los próximos meses muestran un panorama incierto.

No es una novedad que la industria atraviesa uno de los momentos más difíciles de las últimas décadas. Desde fines de 2017, la producción manufacturera comenzó una tendencia decreciente que continúa hasta hoy.

El aumento en las tasas de interés del BCRA y las sucesivas devaluaciones en tiempos de Cambiemos, sumado al aumento tarifario, provocaron un alza en la inflación y un derrumbe en el consumo que derivó en un golpe directo a la actividad económica. Esto generó una pérdida de 170.000 empleos industriales, de los 247.000 trabajos formales suprimidos en el país entre diciembre de 2015 e igual mes de 2019, según el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA).

El desguace de la industria nacional alcanzó a 24.505 empresas que debieron cerrar sus puertas ante el derrumbe de la facturación y la imposibilidad de hacer frente a salarios y demás costos como las tarifas. La impactante cifra se desprende de un relevamiento mensual realizado a principios de este año por la Administración Federal de Ingresos Públicos.

El sector que representa Fernando Morales, presidente la Federación Argentina de Destilados y Aperitivos (FADA), transitó sin opciones por los caminos sinuosos y empinados que generó la política económica del macrismo, a costa de un duro golpe a la productividad. Al llegar a la meta, apareció un nuevo escollo: una pandemia que alteró el curso de la economía mundial.

“La caída del consumo y la presión impositiva producto de la reforma tributaria del 2017 (NdR: aumentó del 20% al 26% el impuesto a bebidas espirituosas) fueron dos variables que afectaron profundamente la productividad del sector entre 2016 y 2020”, señaló Morales en diálogo con Ámbito. Esto, remarcó, produjo “una baja del 25% del volumen manufacturado”.

La producción del sector está concentrada principalmente en la provincia de Buenos Aires. Allí se ubican gran parte de las plantas productoras de destilados y aperitivos que nutren al resto del país y al exterior. El entramado productivo está compuesto en un 93% por compañías de origen nacional que generan 2.500 empleos directos y cerca de 10.000 indirectos.

Con pandemia ya acuestas, el directivo de FADA sostuvo que “a nivel facturación, el impacto no fue muy grande” pero sí registraron un aumento en la estructura de costos “que se incrementaron sensiblemente en el período marzo-agosto”.

El aumento de la inflación del 18,9% en 2020 y la devaluación del 26% dólar oficial entre diciembre de 2019 y la última cotización, fueron factores clave a la hora de explicar la movilidad en los costos. “Ambas variables impulsaron un incremento de costos que no fue trasladado a los precios al consumidor”, dijo Morales.

A propósito de ello, agregó que el hecho de no incorporar los aumentos de costos a los valores finales de los productos implica “un esfuerzo que realizan las empresas de consumo masivo” al cual se debe “encontrar una solución en algún momento para que el sistema pueda tener una proyección de futuro”.

Respecto a la evolución del consumo, explicó que “previo a la pandemia, el 70% del consumo se daba en el hogar y un 30% en bares o discos”. Hoy en día eso cambió debido a “la nula operatividad de un canal clave, como es el que representan los lugares de esparcimiento” lo cual generó “una leve baja” en la producción en comparación con el mismo período de 2019.

Si bien también registraron una caída en la facturación, esto no derivó en el cierre de ninguna fábrica “gracias al esfuerzo de las empresas que componen el sector, y las medidas de auxilio oficiadas por el gobierno como el ATP y otras”, remarcó Morales.

A propósito de la recuperación productiva, el presidente de FADA señaló que “es necesario que la articulación público-privada proteja y fomente la industria argentina de calidad. La reactivación debe apuntar a los sectores que generamos empleo genuino a nivel local y cumplen con sus obligaciones tributarias y formales de manera rigurosa”.

Semana del consumo responsable

El consumo de alcohol en exceso es una de las problemáticas más acuciantes que atraviesan de norte a sur a la sociedad argentina. Afecta no solo a los adultos sino también - y en particular - a los menores. En el marco de la semana de consumo responsable, Morales advirtió sobre la situación y pidió aunar esfuerzos para revertila.

“Aún no hay datos rigurosos que permitan medir el consumo de alcohol durante la pandemia en los distintos grupos etarios”, dijo Morales, pero “según el informe de 2017 de SEDRONAR, las últimas estadísticas oficiales arrojaron que la cantidad de menores de entre 12 y 17 años que consumen alcohol se incrementó de 42% al 60,5% en los últimos años”.

Seis de cada 10 menores de edad consumió y consume alcohol en Argentina. Es una cifra que preocupa a propios y ajenos ya que – además – el consumo perjudicial se duplicó al pasar de 11,9% a 23,2%. Otro dato que sorprende tiene que ver con la edad de inicio, que actualmente se ubica en 13 años y medio.

Respecto a los pasos a seguir para frenar el incremento de consumo en menores dijo que “hace falta trabajar más en las articulaciones entre el sector público y privado, creando sinergias y aportando cada uno desde su lugar y experiencia, generando conciencia en toda la sociedad acerca del consumo responsable de alcohol”. Asimismo, explicó que se debe avanzar en la realización de “campañas de difusión y concientización enfocadas principalmente en los daños que genera el consumo de alcohol en los menores y cómo prevenir ese consumo”.

La federación lleva adelante distintas campañas. Algunas como #ConSumoCuidado, están enfocadas en la población de mayoría de edad y remarcan que “todo exceso es perjudicial para la salud”. Otras promueven la consigna “Tolerancia Cero” que apunta a conductores menores de 21 años. En tanto que también coordinan la campaña #MenoresNiUnaGota junto a Fundación Padres, con la cual buscan evitar el consumo de alcohol en menores.

“Es fundamental que estas campañas lleguen a cada menor del país, a sus casas y escuelas”, resaltó el presidente de FADA y concluyó: “Sabemos del gran trabajo que lleva a cabo el Gobierno en esta temática, pero siempre creemos que para erradicar el este consumo y asimismo combatir el alcoholismo en los adultos, es necesario trabajar generando alianzas y aunando esfuerzos entre los distintos sectores”.

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