Parte de la ayuda que le dará el gobierno a Alfredo Coto ya tiene destino: su hijo Germán Coto, asociado con un grupo de empresarios de la noche, ya están trabajando en la discoteca que se instalará en el primer piso de la estación Libertador del casi fenecido Tren de la Costa.
El contenido al que quiere acceder es exclusivo para suscriptores.
La cadena de supermercados Coto tiene un local en la planta baja de esa estación ferroviaria, y además explota un par de salas cinematográficas y algunos locales (allí funcionan un outlet de ropa y algo de gastronomía).
Sin embargo, la instalación de un boliche bailable con capacidad declarada para 600 personas preocupó al vecindario, al punto de juntar firmas para impedir su habilitación. Parecen haber llegado algo tarde: en una de las últimas sesiones del año pasado, el Concejo Deliberante de la municipalidad de Vicente López aprobó con el voto de los ediles del intendente Enrique «Japonés» García y algunos aliados «K» la habilitación del predio como local bailable.
«Nosotros nos opusimos y seguimos haciéndolo. La disco estará en lo que es el cuello de botella más angosto de Libertador: además de que hay sólo dos carriles por mano, las veredas son estrechas y no hay escapes laterales. Es un hecho que todas las noches, tanto a la entrada como a la salida, habrá una acumulación de público sobre la avenida que impedirá el paso de los autos», dijo a este diario Luis Parodi, concejal por el PRO de Mauricio Macri.
Si bien la cuestión del tránsito preocupa a los vecinos, su argumento central contra la instalación de la disco de Coto en ese lugar pasa por otro lado: la posibilidad de que los ruidos que generan los concurrentes a esos boliches tanto a la entrada (el público comienza a reunirse a las puertas de los locales a la medianoche, para ingresar a las dos de la mañana) como a la salida (a partir de las seis de la mañana) harán -dicen- imposible la vida en las inmediaciones.
Lo llamativo es que, a pesar de la oposición de varias entidades vecinales, el gobierno de García aprobó la construcción de varias torres de hasta 18 pisos en el partido, y muchas de esas obras se encuentran en avanzado estado de construcción. La instalación de un local bailable en la zona hará bajar la cotización de esos inmuebles, por lo que -según se sabe- varios de los constructores pidieron reunirse con el intendente para que revea la habilitación.
«El local tiene tres salidas de emergencia, dos de las cuales no cumplen con los requisitos mínimos de anchura; esperemos que Bomberos no autorice su funcionamiento», agrega Parodi. «En el partido ya tuvimos un Kheyvis, y hace poco tuvimos un Cromañón; esperemos no tener que lamentar un tercer caso».
En tanto, los vecinos insistirán en que la cercanía de otro megaboliche a pocas cuadras de allí configura un escenario complejo: cuando se junten las salidas de Sunset y de la disco de Coto las consecuencias podrían ser imprevisibles.
Dejá tu comentario