Cupones bursátiles

Volvió a «gambetear» gente confiada el Merval. Cuando ya parecía que los valles habían culminado y que la meta estaba asegurada para cerrar el año, surgió un viernes fatídico que se comió casi todo lo de la semana y aunando un juego de variables indeseado: merma de intensidad en los precios de las líderes con cierta dilatación de los negocios. Obviamente que esto denotó un exceso de la oferta, que ya no se limitó a extender su incidencia acorde con los límites de la tibia demanda. Pasaron por encima de las plazas, una vez hecho el máximo de 1.021, y lo empujaron hasta quedar justo por debajo de los cuatro dígitos. Y todo es un vuelta a empezar, pero con pocas fechas por delante, incluyendo la de hoy, serán nada más que tres ruedas a las que se pueda conceptuar de negociadas, con alguna concentración de las fuerzas en el recinto.

Puede encontrarse un argumento, se vería esto a través de la jornada del lunes, en los temores por la reunión de piqueteros del sábado, las «opciones» y sus ejercicios dejando alguna secuela, visto en un monto de cauciones que se movió hasta los $ 100 millones en este viernes comentado. Salvo TGS, con suba de 3% y el lejano acompañar de 1% en Siderar, el resto de las líderes se fue derritiendo hacia el final del día y casi coincidente el mínimo con el cierre. La calificación, sumando ese volumen expansivo, es de las peores para lo que va de diciembre. Baja con volumen es un dibujo exactamente opuesto a lo que mandan las leyes bursátiles. Pronosticando más bajas, si es que lo desarrollado no respondió a temas extramuros, y habría que pensar en un principio de fuerte decantación del propio movimiento del año.

... Esperar para ver. Es lo que también aconseja la ortodoxia: no llegar a ninguna conclusión terminante por lo que el mercado ha hecho en una rueda testigo. Por más que hay algún tipo de perfiles que son capaces de darle valor independiente a una jornada, fuera de una tendencia o gráfico que se quiera cotejar. ¿Qué sucedió en el correr del viernes? Puede que todo quede «cajoneado», como tantos hechos notorios de nuestro medio, si es que en ruedas siguientes se puede empalmar con la cadena que se trajo hasta el jueves 18. De lo contrario, algo más perjudicial podría estar minando la base, donde el testimonio es esa explosión vendedora que marcó fuertemente los precios, en tal rueda final de período.Y la Bolsa nos sigue colocando desafíos, una suerte de pase de capa del torero, donde se han debido revolcar tanto los que creyeron en bajas fuertes como en repuntes duraderos. Y a todo esto, estamos al borde de Navidad, con un Merval que sigue en la zona ya conquistada a finales de noviembre. Los 1.000 todavía deben lucharse, es el mensaje que puede quedar y que los más cautelosos han debido leer con propiedad.