"Deberían reducir poder gremial para que baje desempleo"

“Debe desregularse el mercado de trabajo” fue el consejo de Galiani para acelerar la baja en la desocupación.

«El mercado de trabajo en la Argentina está cerca del pleno empleo» Así lo sostiene Sebastián Galiani, profesor de la Universidad San Andrés y de la Washington University. El economista, doctorado en Oxford, afirma además que «para bajar la actual desocupación son necesarias desregulaciones en el mercado de laboral». A continuación lo más relevante de la entrevista con este diario.

Periodista: ¿Cómo describiría la situación del mercado laboral?

Sebastián Galiani: Está hoy cerca del pleno empleo. Durante un largo período estuvo sobreofertado, mientras que desde 2003 hubo una recuperación importante, en especial en los dos últimos años. Por un lado, el desempleo de los hombres en edad central (entre 25 y 49 años) está en niveles de 1992, es decir prácticamente en pleno empleo. Esta es la buena noticia, sin embargo, la mala es que el de los jóvenes es tres veces el promedio. Esto se da porque este grupo, al no ser sostén de hogar, buscan una mejor inserción laboral y salarios un poco más altos.

P.: ¿Se puede considerar la actual tasa de desempleo como próxima a la de equilibrio?

S.G.: Sí, aunque es importante hacer una salvedad para explicar la confusión que se genera cuando se compara la cifra actual de 10% con la histórica de 6%. Esto hace pensar que ése es el valor de equilibrio de la economía. Pero esto no es tan así.

Primero por que esos equilibrios no son estáticos ya que la composición de la fuerza laboral ha ido cambiando: cada vez se incorporan grupos que tienen desempleo más altos, por ejemplo, las mujeres y los jóvenes. Además, el mero cambio en la metodología en la medición desde 2003 (de usar el mes se pasó a la semana de referencia) sube la tasa de desempleo entre uno o dos puntos porcentuales. Por lo tanto si uno quiere comparar la tasa actual contra la del 92, diría que estamos en 8%, por lo tanto, está bastante más cerca del equilibrio de lo que se cree.

P.: A pesar de estar cerca del pleno empleo hay empresas que no consiguen trabajadores y éstos no acceden a puestos de trabajo. ¿Qué políticas sugeriría?

S.G.: Hay que orientarlas, por un lado, a que ayuden a llegar más rápido a la tasa de equilibrio y, por el otro, a hacerla descender. Porque una cosa es que la economía funcione correctamente con un desempleo de 8% y otra es que sea una tasa baja. Todo lo contrario, me parece una tasa alta. En cuanto a los planes de capacitación de adultos o de subsidio al empleo, soy bastante escéptico sobre su eficacia.Las políticas que se deben implementar tienen que centrarse en favorecer la competencia en la fuerza laboral y por lo tanto reducir el poder de los sindicatos, ya sea vía desregulación del mercado de trabajo o el de bienes. Y es bastante eficiente desregular este último, que es en gran medida lo que se hizo en los 90.

P.: ¿No afecta que la indemnización por despido sea de 150%?

S.G.: Por supuesto que hay un efecto que es muy difícil de eludir. Aunque es posible pensarlo con dos situaciones: si la economía crece o no. En una economía muy volátil cuando crece todos los empresarios saben que va a ser por ciclos cortos, entonces no toman trabajadores ya que descuentan el costo de despido que van a pagar después. En cambio, si creen que va a haber un largo crecimiento, los mismos costos de despido tienen mucha menos importancia.

P.: Desde algunos sectores se habla de negociaciones salariales por aumentos de 15% para este año. ¿Qué se puede esperar?

S.G.: Los salarios están subiendo bastante; y esto no se observaba desde 1994. Con el mercado laboral actual, van a subir por encima de la inflación del año anterior porque básicamente tienen que aumentar en una economía que está creciendo alrededor de 8% y que tiene dentro de su fuerza de trabajo segmentos en pleno empleo.

P.: Con respecto a la distribución del ingreso, ¿por qué a pesar de cuatro años de crecimiento no mejoró sustancialmente?

S.G.: La distribución del ingreso se viene deteriorando desde que tenemos estadísticas sistemáticas en 1974. El primer problema es que es dudoso el año base, ya que había un gobierno haciendo populismo, lo cual mejora la distribución del ingreso aunque en forma insostenible. De todas maneras, la integración de la Argentina al mundo, los cambios tecnológicos y las tendencias demográficas generan un fuerte aumento de la desigualdad. La única forma de revertirla es manteniendo una trayectoria de crecimiento. A la vez, lo que falta en términos de política es mejorar el acceso a mejor educación de los grupos más pobres para que lleguen con mejor capital humano y de esa manera reducir la oferta de trabajadores no calificados.

Entrevista de María Iglesias