Diana Mondino: “Es preocupante que el Gobierno crea que puede tener déficit hasta 2027”

La economista del CEMA señaló que el sendero de la baja de déficit que plantea Guzmán no es consistente con la baja de la inflación. Dice que “la parte informal de la economía está salvando a la gente”.

Diana Mondino.

Diana Mondino, economista y directora del CEMA, manifestó su preocupación porque el Gobierno “dice que quiere seguir teniendo déficit fiscal hasta 2027”, tal cual lo indica la propuesta que discute el ministro Martín Guzmán con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Al respecto, Mondino señaló que el crecimiento de la economía previsto para este año puede verse afectado por la sequía y consideró que en caso de un ajuste del gasto debería aplicarse sobre los subsidios a las empresas públicas. A continuación, la charla que mantuvo con Ámbito:

Periodista: Hay consultoras que estiman un crecimiento de entre 3% y 4% para este año. El REM del BCRA dice un 2,9%. ¿Tiene alguna proyección propia para este año?

Diana Mondino: No hago ese tipo de proyecciones, pero lo que sí puedo decir es que hay que tomar en cuenta el momento en el que se hacen las estimaciones. Por ejemplo, está el problema de la sequía que probablemente afecte la actividad económica del interior.

P.: ¿Se puede seguir creciendo en las actuales condiciones?

D.M.: Una cosa es que alguien compre más zapatillas y más pantalones, y otra es que haya alguien que fabrique más zapatillas y pantalones, que quiera abrir un nuevo turno. Argentina tiene tan baja capacidad utilizada que puede crecer bastante sin que haya necesidad de más empleo o de inversiones.

P.: Hay analistas que hablan de una economía dual en 2021, en la que convivieron datos de la economía real muy buenos, como en el caso de la industria, con un sector financiero malo. ¿Pueden seguir conviviendo?

D.M.: Como poder, pueden, pero la economía va a estar estancada. Esto es como un matrimonio que se lleva mal, que puede seguir conviviendo. Si uno dice que hay una economía dual, quiere decir que está partida en dos. Yo le prestaría mucha más atención a la economía informal.

P.: ¿Qué importancia tiene hoy la economía informal en Argentina?

D.M.: La economía informal es lo que está salvando a la gente. Los empleados no están registrados, se vende en negro, no se pagan todos los impuestos que habría que pagar. Yo diría que es la economía que más crece...

P.: ¿Qué se puede hacer para resolver eso?

D.M.: Hay que desregular, desregular y desregular. La cantidad de regulaciones que se le pone a la empresa o persona que quiere contratar en blanco es fenomenal. Antes de contratar a alguien, hay que pagar un estudio preocupacional para ver si la persona es apta para trabajar, después hay que entrenarlo durante un cierto tiempo. Por otro lado, el salario mínimo destruye el salario de los jóvenes.

P.: ¿Por qué?

D.M.: Hoy es contraproducente. Por caso, un joven que recién termina el secundario o la universidad que es contratado en un puesto cobra lo mismo que uno que está hace cinco años.

P.: Pero hay una cuestión legal y de negociaciones paritarias.

D.M.: En la situación de desempleo que Argentina tiene hoy, es contraproducente. La cuestión legal dice que hay que tener un salario mínimo, lo que no dice es que haya que ir subiéndolo. Uno puede pensar que eso es cruel, pero peor es que la persona no tenga trabajo. Hay que ver los sectores.

P.: Bueno, los empresarios no plantean tanto el problema con el salario de bolsillo, sino con los costos asociados. De cada 100 pesos que pagan a su empleado, tienen que pagar otros 100 en impuestos.

D.M.: Lo que yo planteo es que la productividad de una persona tiene que estar vinculada con el costo que genera esa persona. Un empleado no ve que el empleador está pagando eso. Si fuera un empleado de una zapatería, que venda la cantidad suficiente de zapatos para que con el margen se pueda pagar su salario y cargas sociales. Alguna formalidades terminan siendo contraproducentes.

P.: Hay tributaristas que plantean que en Argentina los impuestos son tan costosos que forzosamente las pymes tienen que tener alguna parte de su actividad en la informalidad para poder sobrevivir. ¿Coincide con eso?

D.M.: Nosotros tenemos regulaciones centralizadas. Una pyme y Techint tienen la misma regulación. Un puesto de choripanes en el festival de Cosquín debería cumplir con las mismas regulaciones bromatológicas del Sheraton. Es obvio que no se cumplen.

P.: Usted menciona las regulaciones diferenciadas pero no así a los impuestos. ¿Por qué?

D.M.; Los impuestos tienen que ser iguales para todos, sino se desalienta a que las empresas chicas quieran hacerse grandes, porque al que pasa a ser grande le cobrás más.

P.: ¿Cómo analiza la propuesta del ministro Martín Guzmán para el acuerdo con el FMI?

D.M.: Sobre el acuerdo no tengo más información que la periodística, pero como argentina me preocupa que el Gobierno crea que puede seguir teniendo déficit fiscal hasta 2027. Además hemos presentado el déficit fiscal nacional, sin hablar del cuasi fiscal. Cómo van a financiar el déficit.

P.: ¿Ve posible el “sendero” del déficit que plantea Guzmán?

D.M.: Hay un doble sendero, el del déficit y el de la inflación. Cómo se va a reducir la inflación si va a haber que estar financiando el nuevo déficit. En eso veo una inconsistencia,

P.: ¿Supone ud. que el Gobierno no podría evitar medidas desagradables?

D.M.: ¿Desagradables? ¿Por qué?. El Gobierno está financiando un montón de cosas que no debería.

P.: ¿Cuáles serían esas cosas?

D.M.: Un ejemplo chico es que el Estado Nacional está vendiendo pescado en algunas localidades. Si el Estado va a gastar mas plata que sea para jubilaciones, pero no para financiar recitales o películas.

P.: ¿No cree que habría que bajar los subsidios a las tarifas?

D.M.: Las tarifas indudablemente tienen que subir, pero la gente no tiene dinero para pagarlas, que es lo que le pasó a Macri. Pero por ejemplo, por qué se subsidian empresas públicas. Ahí hay entre un 6% y 8% del gasto público.