Periodista: ¿Qué cabe esperar de la reunión de la FED? El banco central ya reconoció que bajará las tasas de interés en 2024. La data más reciente es tranquilizadora. La actividad se despliega saludable y la inflación converge hacia la meta de 2%. No hay conflicto entre ambas. ¿Por qué nadie descuenta una reducción ahora, pero sí en marzo?
Diálogos de Wall Street
La FED define este miércoles. ¿Habrá cambios, Gekko? ¿Qué es lo que se viene?
-
Atención mercados: las bolsas mundiales operan en máximos de dos años antes de decisión de la Fed
-
La Fed inicia una reunión clave: ¿qué espera el mercado para las tasas de interés?

Gordon Gekko: Con la información disponible, Jerome Powell y su gente preferirán ver y esperar. Mantener la fluidez de los acontecimientos. No intervenir todavía, aunque podrían hacerlo ya si vieran una economía más trabada. Una rebaja de tasas en marzo es discutible. De momento, es una moneda al aire. Recién para mayo parece afirmarse como la alternativa favorita.
P.: 2023 cerró con todos los brillos. La economía creciendo al 3,3% y el deflactor del PBI avanzando apenas 1,5%. Decía el gobernador Waller, un trimestre antes, que estábamos en el mejor de los mundos pero que creérselo era un peligro. Sin embargo, las cuentas nacionales no se retractan, lo confirman. ¿Es así, nomás?
G.G.: No tiene sentido pelearse con las estadísticas. Hay motivos para pensar que enero comenzó por la misma senda, pero recargado. Y la información proviene de otras fuentes, independientes de las que se utilizan para estimar la marcha del PBI.
P.: Así es menos probable que se trate de un error de medición.
G.G.: Tal cual. De acuerdo al informe PMI, la actividad aumentó en enero al ritmo más vigoroso de los últimos siete meses. Con un salto notable con respecto a fin de 2023. Servicios lleva la delantera, la industria manufacturera declina levemente. No obstante, las nuevas órdenes de negocios se incrementan también para la industria. La demanda que enfrentan las compañías es muy firme y se fortalece.
P.: En ese contexto, uno también podría dudar de la necesidad de podar las tasas, ¿no?
G.G.: ¿Y por qué no subirlas? La economía está en pleno empleo, creció 2,5% el año pasado versus 1,8% que sería su límite potencial, y la novedad es que apura el paso.
P.: Tiene razón. ¿Nos podremos llevar la sorpresa de tener que aumentar las tasas un escalón más antes de poder reducirlas?
G.G.: El otro lado de la ecuación es que la inflación también sorprende de manera favorable. No pone presión, más bien la retira. Según el PMI, las presiones inflacionarias se enfriaron en enero. Considerablemente. Los insumos se encarecieron a un ritmo mensual que es el segundo más lento desde octubre de 2020. La economía resiste, empuja briosa. La inflación baja un cambio y no cabecea.
P.: Es el mejor de los mundos, nos dice el PBI. Es el mejor de los mundos, nos dice el informe PMI. Debe ser así, entonces.
G.G.: El empleo crece, pero cada vez con menos prisa. No es fácil encontrar mano de obra, sobre todo, calificada. Todo el aumento del empleo desde febrero de 2020, cuando nos atacó la pandemia, es de trabajadores nacidos en el extranjero. Relajar las trabas inmigratorias fue un acierto del presidente Biden que ningún votante le va a reconocer. Fuera de este punto, no enfrentamos ningún milagro. Y no hay razones para pensar que nos engaña un espejismo estadístico.
P.: La productividad debe estar volando como usted preveía.
G.G.: Más todavía de lo que ya se detecta en los registros. La pandemia forzó una digitalización sin precedentes. Tarde o temprano, uno esperaría una retribución importante.
P.: ¿Qué debe hacer la FED? No tiene que subir las tasas porque la economía crezca deprisa si la inflación converge a la meta de 2%, pero, ¿por qué debería bajarlas?
G.G.: Hoy por hoy, puede ver y esperar. Y eso está haciendo desde julio. Cuando algo la perturba puede hablar y logra que los mercados resuelvan las dudas por ella. La razón para la baja de tasas es la prevención. No es por la data agregada, es el diablo que está en los detalles. ¿Qué pasa con el crédito? Los incumplimientos, los defaults corporativos, el peso creciente de la factura de intereses para los endeudados. Es por la micro.
P.: Si se miran los spreads de la deuda, no pasa nada grave. La demanda por papel corporativo es enorme, y las empresas están colocando bonos a destajo.
G.G.: La sensibilidad disminuyó. La demanda así es arma de doble filo. ¿Cae el spread porque la calidad del crédito mejoró? ¿O porque la FED va a bajar las tasas y quiero posicionarme? Cuando se habla de ver y esperar, este tipo de asuntos es lo que Powell necesita ver con precisión.
- Temas
- Fed
- Wall Street
- Jerome Powell
Dejá tu comentario